El socialista que se enfrentó con todos elige una retirada a tiempo Vázquez cierra su convulsa travesía de cuatro años en el PSdeG Santiago / La Voz 20 de julio de 2013 05:00 0 votos Dicen que su retirada del puente de mando del PSdeG genera más desazón en las filas populares que en las socialistas. Tantas son las heridas abiertas que Pachi Vázquez (O Carballiño, 1954) ha dejado en su partido, a lo largo de cuatro años convulsos en los que, como él mismo admite, tuvo que sortear múltiples zancadillas. Lo hizo con ese estilo populista tan ajeno a las formas de Touriño, al que sucedió tras la derrota de las autonómicas del 2009 con una premura que contrasta con los nueve meses que él ha invertido en tomar la salida. Vázquez peleó con todos y puede decir que se va sin conocer la derrota, aunque lo hace cuando las enemistades que ha dejado por el camino complican el reto de enfrentarse a Besteiro con opciones. En su retirada se anota otra victoria, la de una retirada a tiempo. Político de cintura, la carrera del exalcalde de O Carballiño, que llegó a militar en la UCD, dio un giro en vísperas de aquella jornada electoral del 2009 de fatídico recuerdo para los socialistas. La elaboración de un plan alternativo pilotado por el entonces número dos del PSOE, José Blanco, por si Touriño no conseguía retener la presidencia de la Xunta, sirvió en bandeja la secretaría general al que entonces era conselleiro de Medio Ambiente en funciones. Según comentó Blanco en privado, era «el que más ganas tenía». En sus memorias, Touriño dice sobre el todavía líder del PSdeG que meterlo en el Gobierno fue «un dos maiores erros». Lo acusa de aprovechar su posición en el Gabinete para «tecer a súa propia rede na organización» del partido. El caso es que Vázquez, que rentabilizaría el apoyo de Blanco en sus tres primeros años en el cargo, tomó las riendas y se fajó ante Feijoo como un implacable líder de una oposición que comenzó advirtiendo al entonces nuevo presidente que no le concedería «nin cen días, nin cen horas, nin cen minutos» de cortesía. Pero la sombra que proyectaba el touriñismo pronto complicó su gestión. El grupo parlamentario se convirtió en un polvorín que estalló ante la celebración del duodécimo congreso de los socialistas gallegos, en marzo del año pasado. Pero Pachi se impuso en la batalla fratricida. Aunque Blanco basculó hacia la candidatura de la exministra Elena Espinosa, la decisión de Besteiro de no implicarse resultó determinante. Vázquez obtuvo el respaldo del 54,4 % de los 460 delegados participantes. Con que 17 hubieran cambiado su voto, el desenlace sería otro. Las consecuencias se dejaron sentir en el grupo parlamentario, con la salida de los críticos que Vázquez ejecutó con la confección de las listas para las autonómicas. Quedaron fuera, entre otros, María José Caride, Leiceaga, Mar Barcón, Lage Tuñas, Silvia Fraga, Sonia Verdes, José Tomé y Modesto Pose. El PSdeG de Vázquez sufrió el mayor varapalo y perdió 226.904 votos respecto al resultado obtenido por Touriño en el 2009. Tocaba asumir responsabilidades, pero Pachi maniobró con habilidad y se lanzó a otra batalla, esta vez con Ferraz para asegurar que la nueva dirección saldría de unas primarias. Ese proceso le ha permitido ganar nueve meses para anunciar al final que tira la toalla ante un Besteiro crecido por los apoyos de Blanco, Caamaño, los críticos y hasta la propia ejecutiva local ourensana. Dice que el pachismo muere con él, aunque algunos creen que seguirá con interés el resultado de las municipales. A fin de cuentas, como gusta sentenciar con flema, «a política é un arte dinámico».
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 06:56:56 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015