El trono del vencedor Wmb 9:155-160 155 Apo 3:21 Al que - TopicsExpress



          

El trono del vencedor Wmb 9:155-160 155 Apo 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:21. ¿Qué es lo que debemos vencer? Esta sería la pregunta normal en este punto. Pero ese no es el verdadero pensamiento de este versículo, porque no es tanto qué debemos vencer, sino cómo debemos vencer. Esto es lógico, porque ¿importa tanto qué tenemos que vencer, si es que sabemos cómo podemos vencer? 156 Un breve estudio de las Escrituras que tienen que ver con el Señor Jesucristo en Sus horas de tentación, mostrarán la verdad de esta afirmación. En Mateo Capítulo cuatro, vemos a Jesús siendo tentado del diablo. El fue vencedor sobre las tentaciones personales del diablo, por medio de la Palabra, y solamente la Palabra. En cada una de las tres pruebas mayores, que correspondieron directamente a la tentación en el Huerto del Edén —la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida— Jesús venció por la Palabra. Eva cayó frente a la tentación personal de Satanás porque no usó la Palabra; Adam cayó por desobediencia directa a la Palabra; pero Jesús venció por la Palabra. Déjeme decirle esto: ésta es la única manera de ser un vencedor, también es la única manera de saber si Ud. está venciendo, porque la Palabra NO PUEDE fallar. 157 Jesús venció los sistemas religiosos del mundo. Cuando El fue acusado continuamente por los teólogos de Su día, El simplemente aplicó la Palabra. El habló solamente lo que el Padre le daba para hablar. No hubo ni una sola ocasión cuando el mundo no fue completamente confundido por Su sabiduría, porque era la sabiduría de Dios. 158 En su vida personal, contendiendo consigo mismo, Jesús venció por la obediencia a la Palabra. Heb 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Heb 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; Heb 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; Hebreos 5:7-9. ¿A qué fue obediente? A la Palabra de Dios. 159 No habrá ni una sola persona sentada en el trono del Señor Jesucristo que no haya vivido la Palabra. Sus oraciones, sus ayunos, sus arrepentimientos (no importa lo que Ud. presente a Dios), ninguna de esas cosas le darán a Ud. el privilegio de sentarse en aquel Trono. Esto será concedido solamente a la Novia de la Palabra. Como el trono del rey es compartido con la reina, porque ella está unida a él, así también solamente aquellos que son de la Palabra, como El es de la Palabra, compartirán de aquel Trono. 160 Hemos mostrado claramente que a través de las edades, como Adam y Eva cayeron por dejar la Palabra, así también la Edad de Efeso cayó porque miraron un poquito para un lado; y cada edad que siguió se apartó un poco más, hasta que ahora tenemos un rechazamiento final de la Palabra por parte del Sistema Mundial de Iglesias. Esta Edad de Laodicea termina en un oscurecimiento completo de la Palabra, causando la salida del Señor de entre la iglesia. El está parado afuera llamando a los Suyos, quienes le siguen por medio de la obediencia a la Palabra. Después de una corta y poderosa demostración del Espíritu, este pequeño grupo tan perseguido y molestado irá a estar con Jesús.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 16:39:06 +0000

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