En otras palabras, si el “mormonismo” no es mi vida misma, no - TopicsExpress



          

En otras palabras, si el “mormonismo” no es mi vida misma, no creo tener vida. No comprendo ninguna otra cosa, porque integra todo lo que abarca el entendimiento humano. Si no contiene en sí mismo todo lo que hay en los cielos y en la tierra, no es lo que reclama ser (DBY, 2). Quiero decirles a nuestros amigos que nosotros creemos en todo lo que es bueno. Si pueden encontrar una verdad en los cielos, la tierra o el infierno, esa verdad pertenece a nuestra doctrina. Nosotros creemos en ella; nos pertenece; la reclamamos (DBY, 2). [El Evangelio] abarca toda moralidad, toda virtud, toda luz, toda inteligencia, toda grandeza y toda bondad. Propone un sistema de leyes y ordenanzas (DBY, 3). Dicho plan incluye todo sistema de doctrina verdadera en la tierra, ya sea eclesiástica, moral, filosófica o civil; abarca todas las leyes buenas que se han promulgado desde los días de Adán hasta hoy; comprende las leyes de las naciones porque las supera en conocimiento y en pureza, abarca las doctrinas de la actualidad y las obtiene de toda fuente, unificándolas en un solo sistema y dejando toda la paja para que sea dispersada de acá para allá (DBY, 3–4). Es nuestro deber y llamamiento como ministros de dicha salvación y del Evangelio recoger todo lo que es verdadero y rechazar todo error. Ya sea que encontremos una verdad entre quienes profesan ser infieles o entre los universalistas, católicos, metodistas, anglicanos, presbiterianos, bautistas, cuáqueros, tembladores o cualquier otros de las diversas y numerosas sectas y agrupaciones, todos los cuales poseen más o menos una verdad, es la responsabilidad de los élderes de la Iglesia (con Jesús, su Hermano mayor, a la cabeza) recoger, en el Evangelio que predicamos, todas las verdades que existan en el mundo referentes a la vida y la salvación... a las ciencias y la filosofía, doquiera se encuentren en toda nación, tribu, lengua y pueblo, y traerlas a Sión (DBY, 248). Todo conocimiento y sabiduría y cada cosa buena que el corazón humano pueda desear se encuentra dentro del círculo de la religión que hemos aceptado (DBY, 446). Nuestra religión abarca cada realidad que existe en el firmamento y en los cielos de los cielos, cada hecho que existe en la superficie de la tierra, en las profundidades de la tierra y en el cielo estrellado; en fin, encierra toda verdad existente en toda la eternidad de los dioses (DBY, 448). Nuestra religión evalúa, considera e incluye toda la sabiduría del mundo, todo lo que Dios ha revelado al hombre. Dios ha revelado todas las verdades que el mundo posee actualmente, ya sean científicas o religiosas. A Él le debe todo el mundo lo que hoy conoce y disfruta; están en deuda con Él por todo eso y yo lo reconozco en todas las cosas (DBY, 2). Nuestra religión contiene en sí misma toda ciencia verdadera que el hombre, los ángeles y los dioses conocen. Hay solamente un sistema y una ciencia de vida verdaderos; todo lo demás conduce a la muerte. Dicho sistema emana del Manantial de la vida (DBY, 2). La verdad perdurará más allá del error. La vida permanecerá aún después de que hayan sido devorados por la muerte aquellos que rechacen las palabras de vida eterna. Me gusta la verdad porque es la verdad, porque es bella y agradable, porque es de naturaleza tan gloriosa, y tan digna de la admiración, de la fe y de la consideración de todos los seres inteligentes del cielo y de la tierra (DBY, 9). Me deleito en esto, porque la verdad fue diseñada para sostenerse a sí misma; se basa en realidades eternas y perdurará mientras que todo lo demás, tarde o temprano, perezca (DBY, 11). Toda persona que viva de conformidad con las leyes que el Señor ha dado a Su pueblo, y que haya recibido las bendiciones que Él reserva para los fieles, debe ser capaz de distinguir las cosas de Dios de las que no son de Dios, diferenciar la luz de las tinieblas, lo que viene de los cielos de lo que proviene de otros lugares. Tal es la satisfacción y el consuelo de que disfrutan los Santos de los Últimos Días que viven su religión; éste es el conocimiento que posee cada uno de nosotros que de tal manera vive (DBY, 35). ¡Cuán fácil es vivir conforme a la verdad! ¿Han pensado en esto, amigos míos? ¿Han pensado alguna vez en ello, hermanos y hermanas? En cada circunstancia de la vida, no importa si ocurre entre los humildes o entre los soberbios, la verdad es siempre la guía más segura y la más fácil para gobernar nuestra vida (DBY, 11). Nuestra religión es, simplemente, la verdad. La define esta sola expresión: abarca toda verdad, no importa dónde se encuentre, en todas las obras de Dios y del hombre, sean ya visibles o invisibles al ojo mortal (DBY, 2).
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 21:33:00 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015