Existen muchas personas en nuestra querida Hibueras, a quienes nos provoca un inmenso dolor ver como nuestra identidad de sencillez, de respeto, de dulzura, y de muchas otras cualidades morales y espirituales han sido remplazadas por sentimientos de agresividad, de altivez, de arrogancia, de superioridad, etc. Mas que unirnos en pos del bien común, nos alejamos cada día mas. El celular, el Internet, las redes sociales, y otros dispositivos de comunicación masiva han sustituido las conversaciones, los almuerzos y cenas familiares. Cuantas veces la visita a los familiares y amistades ha sido sustituida por una breve llamada telefónica, en general llena de promesas falsas. Estos dispositivos, muy de acuerdo nos acercan cuando estamos a miles de kilómetros de distancia, pero cuanto nos alejan a los que estamos en apariencia más cerca. De igual manera el gobierno junto con la empresa privada nos ametrallan diariamente con este tipo de artículos de consumo, los cuales a su vez aumentan el ego del poseedor y mayormente las arcas de los dueños. Hay una ideología real e inconsciente que unifica a todos, es la ideología del consumo. Unos toman una posición ideológica capitalista, otros adoptan una posición ideológica socialista, pero ambos, antes de sus ideologías, tienen un terreno común que es la ideología del consumismo. El consumismo es lo que considero el verdadero y el nuevo declive social, político, económico, cultural, y espiritual del humano. Ahora que se puede hacer una comparación, debemos darnos cuenta de una cosa que podría escandalizar a muchos. El gran mal del hombre no estriba ni en la pobreza ni en la explotación, sino en la pérdida de singularidad humana bajo el imperio del consumismo. La ideología capitalista basaba su poder en la iglesia y el ejército, y la socialista en la privación de libertades y éstos no son nada comparados con la televisión, la radio, los medios escritos, el Internet, etc, ésto es el problema principal.
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 14:16:22 +0000
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