Había una joven que tenía de todo, un marido maravilloso, unos - TopicsExpress



          

Había una joven que tenía de todo, un marido maravilloso, unos hijos perfectos, un empleo que le daba muchísimas satisfacciones y una familia unida. Pero a pesar de eso, no conseguía armonizar todas sus tareas entre el trabajo y los quehaceres de la casa. Y las ocupaciones del trabajo le sobrepasaban. Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de los hijos, si surgían problemas, ella ... La joven se quedó muy emocionada con el regalo, a fin de cuentas, la planta era única y de una belleza sin igual. Pero el tiempo fue pasando y los problemas siguieron. El trabajo ocupaba todo su tiempo y así, inmersa en sus ocupaciones, no tenía tiempo para cuidarla. Cuando llegaba a casa, miraba la planta y las flores que todavía estaban, no mostraban señal de flaqueza o de muerte, parecían hermosas y fragantes, así que ella pasaba de largo y seguía atendiendo otras ocupaciones y deberes. Hasta que un día sin más, la planta murió. Cuando la joven llegó a casa, se llevó un susto. La planta estaba completamente muerta, su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus hojas amarillentas. La joven lloró con tristeza y contó a su padre lo que había ocurrido. Su padre entonces respondió: Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra planta, porque no existe otra igual a esa, ella era única, como lo son tus hijos, tu marido y tu familia. “El Señor te los dio, pero tú tienes que aprender a regarlos, podarlos y darles la atención que merecen y necesitan, pues al igual que la planta, los sentimientos y los afectos, también pueden secarse y morir”
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 01:27:51 +0000

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