Hace 32 años, en el verano se 1981, cuando el sol ardiente en - TopicsExpress



          

Hace 32 años, en el verano se 1981, cuando el sol ardiente en Esterillos le quema a uno el guacal, me levanté temprano como si mi vida empezara de nuevo, me bañé con aquella agua fría que venía en manguera desde la quebrada, me pusieron una camisita blanca, pantalón azul y unos zapatitos negros impecables y bellos. Mi sonrisa sonrisa estiraba mis labios hasta llegar a las orejas y mis ojos iban con aquel brillo de la ilusión y de los sueños. Lo recuerdo como si fuera hoy; lo recuerdo tanto tanto, porque cuando llegué a la escuelita de dos maestros que se encuentra frente a la playa en mi pequeño pueblo, ya casi todos los niños estaban en el salón. Mi mirada rastreo el piso y miré más de la mitad de los niños descalzos. Unos con uniformes viejos que habían servido antes a alguno de sus hermanitos, camisas rotas, otras arrugadas ( no había electricidad en ese entonces en mi pueblo), alguno en camisita de manta. Yo no entendía porqué sucedía aquella diferencia de presentación en mi clase. Busqué un asiento viejo de madera y qué mi mochila de entre mis espaldas con un par de cuadernos nuevos, una caja de lápices de color, un tajador, un lápiz de carbón y una bolsita con bolinchas que había coleccionado y con las que jugaba a diario con mis amigos. De inmediato miré a mi lado y estaba Toñito, con una vieja bolsa de plástico como mochila, en la que tenía un cuaderno usado y un cabo de lápiz de unos cuatro centímetros de largo. Yo no entendía porqué Toñito no tenía una mochila igual a la mía. Él se convirtió en uno de mis mejores amigos durante ese año de estudios. El día de ayer, después de 32 años de esa mañana me encontré con Toñito. La sonrisa igual me estiró los labios hasta pegar con las orejas; él bajó de un Toyota Prado del año, vestía elegante y de la misma forma su sonrisa se alargaba hasta tocar sus orejas. ¡Caramba qué felicidad!... Toñito se esforzó, experimentó enormes sacrificios pero nunca desmayó y hoy tiene su profesión, sus ingresos son suficientes para vivir muy bien acomodado. Hoy las diferencias entre los niños tal vez sean parecidas, pero hay menos sacrificio, la gente sueña menos y se siente derrotada muy temprano. Uno se pregunta porqué sucede eso? Pienso que nuestra sociedad no se percata de que no nos estamos organizando. Siento que nos volvemos cada vez más individualistas y no soñamos en grande. Creo que el gobierno nos mete la mano a la bolsa y eso nos desmotiva; pienso que si no nos organizamos mejor y si no ponemos a gobernar a gente visionaria, entonces seguiremos por esa ruta de la desmotivación y el conformismo. Costa Rica merece lo mejor. Hagamos nosotros mismos un cambio. Hoy entiendo con mayor facilidad esas porque unos niños tienen calzado y otros caminan sin ellos. Entiendo porqué mi mochila era grande y la de otros niños era una bolsa. Porque he vivido esto y he sentido en mi corazón las desventajas de las brechas sociales, es que reafirmo mi compromiso de luchar por hacer de mi País un País menos desigual.
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 21:22:26 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015