He revisado recientemente las dos versiones de The Manchurian Candidate (El mensajero del miedo), la de John Frankenheimer de 1962 y la de Jonathan Demme de 1994. Creo que ambas están por debajo de sus posibilidades, la historia me parece muy interesante y mil y una veces imitada (no he leído la novela de Richard Condon en la que está basada). Es reseñable que en ambos casos, el rodaje de los filmes coincida con momentos de gran convulsión política, y que se de lugar a esta exaltación de la paranoia política. En cualquier caso, me reafirmo en que que me gusta mucho más la segunda que la primera, si bien ambas resultan suficientemente inverosímiles, creo que Frankenheimer en ningún momento se toma en serio el proyecto (los flashbacks en Corea resultan grotescos), por no hablar de un Sinatra muy poco afortunado. Por el contrario, Demme consigue crear una trama inquietante y sombría, al menos en la primera parte (el final, como suele ocurrir con estas películas, no hay por donde cogerlo), introduciendo elementos enriquecedores como ese perfil incestuoso de la madre (aquí las dos actrices lo bordan, tanto la Lansbury como Meryl Streep). Denzel Washington está muy bien, por cierto (no obstante el papel se lo sabe de memoria, hace una igual cada año), con los años voy empezando a apreciar a este actor. En fin, a repasar películas de par en par, que es lo mejor que se puede hacer con estos calores.
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 23:01:12 +0000