II CARRERA AFRICANA DE LA LEGION EN MELILLA Con inmensa ilusión embarcamos Viernes noche rumbo a la ciudad de Melilla, los nervios acosándonos, el temor a lo incierto paralizando nuestros cuerpos. La mar estaba en calma el cielo exhibía su inmensa plenitud, pero mi cabeza daba más vueltas que una noria de feria. Pronto resolvemos este inconveniente, exclamo el Ferre- tomate una pastilla que tengo para el mareo. Un borracho en una atracción seguro no estaba tan mareado, era tal el extremo, que sin tener agua, nos echamos a la boca las pastillas. Segundos después… Se extendió por toda la boca y garganta un amargor más intenso que el del pomelo. Ahora se unía al mareo la angustiosa sequedad de garganta. Rápidamente, dando dos pasos adelante varios al lado, los más para detrás, con más lentitud que deambula por las calles, en Semana Santa, la hermandad de las descalzas tullidas, logramos alcanzar nuestro objetivo.El camarote, tarea ardua, sin contemplaciones intentamos agarrar la botella de agua, que viéndose atemorizada por nuestras manos zigzagueaba. Por fin nos refrescamos la boca y garganta. Pasaron las horas, el amargor aún persistía. El cansancio hizo mella y nos dejamos abrazar por su calidez. Para relajar nuestros indómitos espíritus, la sinfonía del llanto de fondo. Cuantas ganas me dieron a lo largo de la corta noche de ir a la busquedad de los padres del llorón. Por la mañana quede perplejo e indignado al comprobar como una marroquí, más gorda que un tonel de vino, sacaba al niño que nos había amenizado la velada, de un gran cajón situado en las afueras del barco, pegado a nuestro camarote. Increíble pero cierto.. II parte… Llegada y desembarco en el puerto Melillense, nada más bajar nos esperaban los legionarios. El recibimiento inmejorable, amabilidad y entusiasmo en todo momento, recibimiento digno de Reyes. Nos aclararon todas las dudas, transportaron nuestras bicis, tratándolas con más mimo que muchos tratan a sus prójimos, entre colchones para que no se dañasen. Nos subieron al acuartelamiento, y por una módica cantidad de 10 euros, Nos dieron alojamiento, cena quien quisiese y desayuno por la mañana, además, nos bajaban y subían en autocar a Melilla, cada 30min había un autocar disponible para nosotros. Todo, con un trato excepcional. Además nos informaron que podíamos ir entrando al cuartel a lo hora que quisiéramos, cosa que vino de vicio para aprovechar la noche Melillense y perderse por los antros de lujuria y vicio, pero esa es otra historia… III parte la carrera… En la plaza de las culturas, más de mil quinientos ciclistas y otros tantos corredores. Ambiente festivo al más puro estilo de fiestas patronales. Mucha tensión durante la espera del pistoletazo de salida. Aprovechamos el tiempo para echar fotos, y contemplar toda la parafernalia que había a nuestro entorno. Un breve discurso de las autoridades, una vez más, unas palabras por parte de las autoridades más ilustres de la ciudad, agradeciendo nuestra asistencia y confiando en que disfrutásemos. Empieza la carrera, salida muy rápida en los puestos de cabeza, el ansia me mata, e intento no descolgarme mucho del pelotón de cabeza, que aunque algo distante, en los primeros kilómetros voy siguiendo su eufórica estela. A medida que va pasando el tiempo los pierdo por completo. El recorrido lo podría resumir como varios circuitos de rally, entrelazados por sendas de extenso pinar, pistas sinuosas, cortas subidas pero duras como un corazón harto de sufrir. Técnicamente no había dificultad. Los paisajes de singular belleza contrastando con el fuerte azul del mar. Decir que lo único que me golpeo la moral fue el inagotable e inoportuno viento, en el espigón del paseo de los leones, estuvo cerca de arrojarme al mar. Quiero hacer hincapié en el despliegue de medíos para que todo saliese a pedir de boca, en mi vida deportiva, jamás vi tantos avituallamientos en una carrera, ni más colaboradores, indicando la senda a tomar y animándote constantemente. Al final entre en meta dándolo todo, en la clasificación general obtuve el puesto 22. De todas las personas que acudimos de Almería, nadie pudo obstar al podio, pero tuvimos la suerte, que en la categoría femenina, Angeles Segura, se coloco en lo más alto del podio, haciendo una inmejorable carrera, enfrentándose a duras rivales. Todo estuvo casi perfecto, motivados para volver el próximo año. Nos vemos superando los retos más extremos, en las sendas de la incertidumbre donde la muerte se acurruca me encontrareis. Apache…
Posted on: Tue, 08 Apr 2014 18:55:33 +0000