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Introducción del libro de Jeshua. 1. Los movimientos de los gitanos en Europa. El lugar de origen: las leyendas y la lengua de los gitanos. Se ha construido una variedad de hipótesis y enarbolado gran cantidad distintos de suposiciones, que intenta fijar el origen remoto de los gitanos en puntos de la Tierra. Pero la cuestión continúa estando abierta. El conocimiento tradicional de los gitanos, sin historia escrita, parece ser muy oscuro y contradictorio. En Gran Bretaña, por ejemplo, las opiniones de los gitanos, en unos casos, sitúan su propia procedencia en Egipto, y en otros afirman que nadie, ni ellos mismos, conocen el punto de partida (B. McDwell, 1970). Se puede encontrar ideas similares en España. Algunos gitanos se dicen “hijos de la Gigantona de Egipto”. Otros, afirman, que su estirpe está entre los “hijos del Faraón de Egipto”. El caso es que nunca pueden llegar mucho más allá en el intento de relacionar estas ideas con las leyendas que aparecen dispersas por Europa sobre el origen egipcio de los gitanos. Tres de ellas parecen ser comunes a gitanos de países tan diferentes y distantes como Francia, Hungría y España. La primera hace a los gitanos descendientes de Adán y de una mujer distinta de Eva en su relación con Adán. De ahí que algunos gitanos concluyan que nacieron sin pecado original que contamina a los payos, y sin pecado no están sujetos al trabajo cuando se entiende como obligación y castigo. Las otras leyendas hacen referencia a una maldición que Dios hizo recaer sobre el pueblo gitano. En ambas, es Egipto el lugar de origen. Según una los gitanos son descendientes de aquellos egipcios que negaron su ayuda a la Virgen María, San José y el Niño, cuando huían de la persecución de Herodes. La otra describe la crucifixión de Cristo; los soldados romanos buscaban clavos para sujetar su cuerpo a la cruz, pero ni encontraban clavos ni herrero que quisiera hacerlo. Un hombre egipcio accedió a ello, y por maldición de Dios, tanto él como toda su familia vagarían por el mundo durante toda la vida, suya y de sus descendientes. El hecho es que no todos los gitanos conocen estas leyendas y que muchos, al menos en este país, carecen de una tradición sólidamente arraigada sobre su origen. Ante tales preguntas, las respuestas suelen apuntar a Egipto, la India e incluso Hungría. Lo que sí tiene en común es que cada uno da por válida su versión para la totalidad de los gitanos del mundo. Veremos más tarde en este mismo capítulo, que la procedencia egipcia de los gitanos se ha aceptado durante mucho tiempo en la literatura, especialmente la que corresponde de los siglos XV al XVIII. Existe hoy cierto acuerdo entre personas conocedoras del tema en señalar la India como punto de partida de este pueblo. Lingüistas e historiadores han llegado a esta conclusión sobre una base casi exclusivamente lingüística. La lengua gitana es el Romany o Romanó, que se habla en varios dialectos en distintos puntos de Europa. Ya veremos hasta que punto diferentes grupos de gitanos pueden de hecho comunicarse a través de estos dialectos. Los lingüistas han clasificado el Romany como lengua neo-aria del tipo que se encuentra en el Noroeste de la India. Fue Christopher Rüdiger (1782) quien en la segunda mitad del siglo XVIII encontró una correlación entre la lengua Romany y la hablada en el Noroeste de la India. Y durante el mismo período, un lingüista alemán, Grellman (1782), identificó el Romany como la lengua que se hablaba en la margen derecha del río Zind, que actualmente tiene a Karachi por capital. Una considerable cantidad de literatura ha versado sobre la conexión hipotética de Zind con el nombre dado a los gitanos en diferentes partes del mundo, tales como Sinti, Zincalo, Tsingaro y Zígaro. Bart McDowell, en un libro dedicado a todos los gitanos del mundo (1970), discute el trabajo de sir Ralph Turner, August Pott y Miklosich. Sir Ralph Turner, especialista inglés en sánscrito, al analizar los dialectos del Romany (1926), coloca a los antepasados de los gitanos en la India central, moviéndose en dirección Noroeste, hacia los años 300 a. C. Más tarde, en el siglo XIX, August Pott (1844) y Xavier von Miklosich (1872) coincidían en fijar el tiempo en el cual los gitanos habían abandonado el Noroeste de la India en dirección a Europa. Escribían que los dialectos arios de la India estaban, en cambio, sobre el año 1000 d. C., transformándose en las formas lingüísticas que actualmente se hablan en el área. Pero los dialectos del Romany, aunque incluían algunos de aquellos cambios, no incluían todos ellos. Sobre esta base exclusivamente, concluían que el éxodo de los gitanos habría comenzado probablemente sobre el año 1100 d. C. Partiendo de estas investigaciones y de los datos que constan en los primeros documentos relacionados con la aparición de los gitanos en Europa, muchos autores han especulado sobre la posibilidad de que fuera la gran invasión turca la razón fundamental para la dispersión de los gitanos por Europa. Fue a comienzos de los años 20 de este siglo, cuando el doctor Sampson (1926) propuso una hipótesis importante sobre el éxodo de los gitanos, los gitanos, compartida hoy por la mayoría de los autores preocupados por el tema. A través del análisis de los dialectos del Romany, especialmente los hablados por los gitanos galeses, reconstruyó la ruta que los gitanos habían seguido en su movimiento hasta el extremo occidental de Europa. A partir de Indostán, habrían pasado a Afganistán, y de aquí al Irán. En Irán, según afirma, tomaron dos caminos diferentes: algunos llegaron a Bizancio a través de Armenia y otros pasaron al Norte de África habiendo cruzado Siria. Esto explicaría por qué se encuentran palabras greco–bizantinas solamente en algunos grupos gitanos y palabras árabes solamente en otros. Los orígenes de los gitanos y su historia remota se han analizado casi exclusivamente sobre una base lingüística; incluso ésta parece ser dudosa, al no haber un acuerdo total entre los especialistas, acerca de muchas palabras que parecen ser fundamentales para la argumentación realizada desde la propia perspectiva lingüística. Así, mientras la palabra Rom, que aporta su raíz a Romany (lengua gitana y gente gitana), piensan algunos que deriva de dom, gente de una casta inferior del Noroeste de la India, otros concluyen que deriva de damara, una palabra sánscrita que significa tambores.
Posted on: Sun, 18 Aug 2013 13:54:00 +0000

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