Juan vivía con sus padres en la serranía de Judea. Al cumplir los 30 años, que es cuando se adquiere la mayoría de edad para ejercer el ministerio sacerdotal, según la religión judía, inicia su ministerio profético y sacerdotal, en el desierto de Judea a orillas del río Jordán. Los judíos tenían un rito social y religioso con agua, llamado la ceremonia del lavado de la purificación. Se daba como una medida de higiene o salud. Consistía que previo a ciertas prácticas había que lavarse las manos, pies, cabeza, ropa, alimentos, etc. Para entrar al templo había que pasar a un estanque a lavarse. También, para ungir a los sacerdotes y reyes había que lavarlos. Pues, Juan el bautizante, tomando la costumbre de la religión judía, como profeta y precursor de El Reino de Espíritu Santo, llama a los judíos a lavarse como una señal externa y visible de que se han purificado de su pecado y vuelto a Espíritu Santo. Por eso mucha gente de Jerusalén, Judea y de la provincia del Jordán venía a Juan, y públicamente en su presencia y ante el pueblo, confesaban sus pecados y se bañaban y lavaban en el río Jordán.
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 01:43:18 +0000