LA ESCUELA SUPERIOR DE AGRICULTURA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO, HISTORIA DE UN DESPOJO. *Alfredo Sarabia Radilla El 17 de septiembre de 1975 del siglo 20, amaneció “tomada” la Escuela Superior de Agricultura (ESA) dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero, localizada en la ciudad de Iguala de la Independencia, por diversos estudiantes encabezados por los llamados “norteños”, apoyados fuertemente por las fuerzas policiacas del municipio y por agentes judiciales, los que a su vez eran respaldados celosamente por soldados del Ejército Mexicano. Habrá que precisar que se hacen como doce o quince minutos de trayecto del centro de la citada ciudad para llegar al lugar donde se encuentran las instalaciones de la ESA, un poco antes de llegar a la comunidad de Tuxpan. Esta sorpresiva y tensa situación confundió a muchos estudiantes, los que para poder acceder a las instalaciones de la Escuela, se veían obligados y orillados a mostrar ante un agente policiaco ex profeso, una credencial de identificación. Así, bajo esa flagrante violación policiaca y militar a la autonomía universitaria, los alumnos de todos los grados académicos, se vieron forzados a definirse por quedarse en el lugar y de esa manera apoyar esa cuestión, o, retirarse de allí, mostrándose así, un desacuerdo y rechazo hacia ese “movimiento estudiantil”. La mayoría del estudiantado desconocía las causas verdaderas para observar semejante acción, por lo que una buena parte de estos se resolvió por estar al lado de la Universidad Autónoma de Guerrero, tal vez, sin pensar en el oscuro futuro que les aguardaba. De pronto, el panorama se ennegreció, de aquellas esperanzas e ilusiones forjadas en estos amigos, se vinieron abajo estrepitosamente, y más resaltadas aún en aquellos estudiantes ubicados en los tres primeros años. Fue en las instalaciones de la Preparatoria número 10, ubicada en Iguala, en que se acomodaron los alumnos de 1º, 2º, 3ero, 4º y 5º grado, quienes en un horario dificultoso recibían las clases correspondientes, tratando siempre de respetar a los alumnos de esa Escuela, los tres maestros que los acompañaron, fueron reforzados con Ingenieros Agrónomos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales , Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Esta situación duró un año, ya que en el ciclo escolar 1976-77, la propia UAG construyó aulas, pero en la comunidad de Taxco El viejo, pueblo localizado entre Iguala y Taxco de Alarcón y se convirtió en un ir y venir de los estudiantes, desde Iguala. Este escenario duraría hasta los inicios de la década de los 80 del siglo pasado, cuando se estrenaron unas instalaciones más decentes que las de Taxco El viejo. Pero, ¿por que se había “tomado” la ESA? ¿Por qué se había despojado a la UAG de una de sus escuelas superiores más importantes y significativas del momento? ¿Era necesario esa demostración de fuerza policiaca? Efectivamente ese desplante policiaco, correspondió a toda una estrategia gubernamental para arrebatarle alevosamente la ESA a la Universidad, ya que en esa época, el campo guerrerense estaba pasando por excelentes momentos y esta Escuela de Agricultura a través del Servicio Social de sus alumnos del 5º año, incidía de manera significativa en el entorno campesino, por un lado, y por el otro, estaba el enorme hueco de la corrupción que resultaba ya, imposible de seguir tapándolo. Toda esa podredumbre provenía de la Dirección de la Escuela, cuyo director Abraham Ortiz Delgado, fungía como el principal artífice y promotor de las fregaderas que carcomían a la ESA. Así, el gobernador Rubén Figueroa Figueroa, utilizó como punta de lanza a dirigentes estudiantiles para “tomar” las instalaciones de la ESA bajo argumentos banales, y de esta manera, “mataría dos pájaros de una pedrada. Con esto, la UAG se vería seriamente afectada con el cercenamiento que con alevosía y ventaja, se le estaba haciendo. Sin embargo, el gobernador Figueroa Figueroa y demás, nunca pensaron las consecuencias sociales y políticas que ello traería en los próximos años. Es cierto que la Escuela Preparatoria 10 de Iguala cobijó académicamente a los estudiantes que no quisieron ser cómplices de las fregaderas observadas, pero también es cierto de que en ese lugar, estos se organizarían para dar la lucha que les permitiera tener de nueva cuenta las instalaciones de la ESA y así poder garantizar una buena Educación Agrícola. En este contexto, surge a la luz pública, el Comité de Lucha de la Escuela Superior de Agricultura (CLESA), integrado básicamente por los estudiantes Palemón Castrejón Salgado, Bartolo Hernández Santana, Gregorio Sarabia Ruiz, Carlos Zubillaga Ríos, Héctor Segura Pacheco, Ramón Reyes Carreto (que a la postre, sería rector de la UAG), etc., quienes, al igual que otros jóvenes alumnos de la ESA, inundaron al estado de Guerrero dando a conocer la problemática que se estaba viviendo en la ciudad de Iguala con el despojo que había sido objeto la UAG. Asimismo se observaron brigadas estudiantiles enfiladas a varios estados de la República, con el mismo fin de informar a los mexicanos del suceso de la ESA. Se daba así, el primer paso que manifestaba la repulsa y el rechazo de la comunidad de la ESA por el robo y despojo de las instalaciones de su Escuela de Agricultura. Lucha a la que se sumó y la hizo suya, la UAG; cuando menos así se observó en el desenlace que tuvo la primera marcha realizada en abril de1976 con destino a la ciudad de México, llevando como demanda principal: “Devolución de las instalaciones de la ESA”. Era el tiempo de Arquímedes Morales Carranza como rector de la UAG y militante activo del Partido Comunista Mexicano (PCM). Este jefe del ejecutivo universitario fue expuesto mediante unos volantes, totalmente desnudo, con el objetivo de causarle descrédito, lo que no impidió que la caminata universitaria, avanzara. Esos papeles fueron arrojados desde una camioneta cerrada, a los universitarios que se disponían a reanudar la marcha, después de haber pernoctado durante la primera noche en la comunidad de Venta Vieja. Había quedado bien claro que la lucha por la recuperación, sería larga y difícil, pero aún así, no se desmayó un solo instante en este comienzo de intenso batallar y bregar por llegar a la meta fijada: recobro de la ESAUAG. A la par que se instrumentaba la lucha abierta por la recuperación de las instalaciones, se daba también en el aspecto legal, al interponerse un juicio de amparo (2405/975) por violación a los artículos 14 y 16 constitucionales, el cual se falló a favor de la UAG, pero maniobrera y maquiavélicamente, el gobernador Rubén Figueroa Figueroa, lo echa abajo, por lo que la única alternativa en este asunto, fue la lucha abierta y política que obligara al Gobierno a resarcir el daño que le había ocasionado a la ESA y a la UAG. Así, se hicieron tres marchas universitarias rumbo al DF, en la búsqueda intensa e incansable por la recuperación de la ESA (1976, 1978, 1980). En la primera, el Gobierno federal, aparentó brindar la satisfacción de la demanda principal enarbolada: DEVOLUCIÓN DE LA ESA, cuestión que se la creyeron los que llevaban la batuta en la UAG (Rector del PCM) y sin más, firmaron los papeles correspondientes para que así, los marchistas regresaran al estado de Guerrero, ya que estos aguardaban “las negociaciones” de los jerarcas universitarios, en las instalaciones de la NISSÁN de Cuernavaca. Cosa que muchos universitarios, como los agrupados el Comité de Lucha de la ESA (CLESA) no vieron bien esta acción de negociar la marcha sin que se observaran resultados satisfactorios en lo principal. Ello motivó desconfianza y celos hacia la administración central de la UAG, encabezada por Arquímedes Morales Carranza, teniendo como contador general a Efraín Bermúdez, por lo que ahora, prácticamente se tenía al enemigo en casa. A estos amigos se les identificaba como “los pescados” o “los reformistas” por desempeñar un rol lejano a los intereses reales y objetivos para lograr la devolución de la ESA. En este contexto político-social, se llega el año de 1978 y con ello, el relevo legal de la Administración Central, quedando como rector, el Dr. Rosalio Wences Reza, quien por segunda ocasión llegaba a tener el mando en la Universidad, mismo que encabeza la segunda marcha universitaria rumbo a la ciudad de México, llevando como demanda principal: DEVOLUCIÓN DE LA ESA, lo cual era ya, una garantía de una acertada negociación, en la que el Gobierno Federal, a través de la SEP, prometió que dotaría a la ESA del equipo necesario para el establecimiento de campos experimentales que serían distribuidos en todo el estado de Guerrero, así como el compromiso de buscar los terrenos para dichos fines. Ello fue suficiente para que a los ocho días de haber salido de Iguala, los manifestantes se devolvieran, confiados en las promesas del Gobierno. Pero todo quedaría en solo promesas, les habían dorado la píldora otra vez. Sin embargo, a pesar de este panorama de mentiras gubernamentales, y en base a toda la presión que se había estado ejerciendo, el gobierno se ve orillado a construirle a la ESA, un módulo en el periférico poniente de la ciudad de Iguala, con ello, la comunidad universitaria de la ESA, regresó a la ciudad de Iguala, donde de manera amplia y adecuada para estudiar, el Gobierno estatal trató de apaciguar totalmente la inconformidad estudiantil de la ESA, pero no, el objetivo inicial de las protestas, continuó, no se bajaría la guardia hasta ver de nueva cuenta a los edificios de la ESA reintegrados a la UAG, localizados en la comunidad de Tuxpan. El regreso a las nuevas instalaciones universitarias en Iguala, se realizó el 4 de mayo de 1979, mediante una marcha desde los “gallineros” ubicados en la comunidad de Taxco el Viejo. No obstante, ello no bastó para que la comunidad universitaria de la ESA, dirigidos por el CLESA, no cejara en su empeño de lograr la recuperación de las instalaciones de su Institución Educativa arrebatadas cuatro años atrás, y máxime si una de sus compañeras, VICTORIA HERNÁNDEZ BRITO, había sido secuestrada y desaparecida por agentes policiacos desde el 11 de noviembre de 1976. Así la situación, en 1980 se efectúa otra marcha al DF, obteniéndose como resultado un aumento del subsidio que recibía la ESA, pero nada de satisfacer la demanda básica y fundamental enarbolada en las anteriores marchas universitarias: DEVOLUCIÓN DE LA ESA, desafortunadamente también, en esta lucha por la recuperación de la ESA, pierde la vida Graciela Novoa, destacada universitaria. Sin embargo, la esperanza por ver de nueva cuenta al lado de la UAG a las instalaciones de la ESA robadas en 1975, en septiembre de 1981 se desarrolló otra marcha, denominada “Marcha de la Dignidad Universitaria”, pero esta vez se partiría de Iguala con rumbo a Chilpancingo, en la que participaron ya, las dos escuelas preparatorias de esa ciudad: la prepa 10 y la 32, así como otros grupos de universitarios. Esta manifestación acabó en una “toma” que se le hizo a las oficinas centrales de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicas (SARH), hoy Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), lo que decidió que el 22 de octubre de ese año, se firmara un compromiso entre las partes involucradas en el asunto: Gobierno Federal (Alberto Amaya Abrondo, subsecretario de la SARH), estatal (Humberto Salgado), la UAG (Rector Enrique González Ruiz y Secretaría General Académica de Jorge Saltijeral Oaxaca) y la ESA (Director Ramón Reyes Carreto). El deber signado consistió “en relación a la solicitud de la Universidad Autónoma de Guerrero para incorporar a su patrimonio las instalaciones físicas que actualmente ocupa el Instituto Superior Agropecuario del Estado de Guerrero ubicadas en el kilómetro dos de la carretera Tuxpan-Iguala.” Sin embargo, sería hasta el 30 de octubre de 1982, en que finalmente se hace efectivo el convenio anteriormente señalado, al hacer uso de las instalaciones de la ESA ubicadas en Tuxpan y que habían sido usurpadas y arrebatadas siete años y mes y medio atrás. Aunque para muchos estudiantes que les tocó vivir esa amarga pero ilustrativa experiencia, no disfrutaron del logro obtenido: LA DEVOLUCIÓN DE LA ESCUELA SUPERIOR DE AGRICULTURA, de la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO, y que dejó a su paso rastros de sangre y una estudiante desaparecida, también marcó políticamente la vida de varios estudiantes de Agricultura que participaron activamente en la citada lucha por la recuperación de la ESAUAG. Hoy, a 38 años de distancia de ese abominable y repugnante hecho, queremos recordarlo, con la idea principal de que las nuevas generaciones conozcan de alguna manera lo acontecido y que perturbó seriamente la educación agropecuaria en el estado por situaciones generadas desde el Gobierno del estado de Guerrero. Actualmente, la ESAUAG, es FACULTAD. Asimismo, debemos decir, que básicamente, el CLESA tuvo la suficiente tenacidad, habilidad, perspicacia y firmeza, para conducir felizmente este movimiento por LA DEVOLUCIÓN DE LA ESA. *Ingeniero Agrónomo, egresado de la ESAUAG, generación, 1974 – 1978.
Posted on: Fri, 01 Nov 2013 04:44:36 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015