LA LEYENDA DE LOS VOLCANES (Mexico) Soy mexicano de corazón y de - TopicsExpress



          

LA LEYENDA DE LOS VOLCANES (Mexico) Soy mexicano de corazón y de nacimiento...aquí esta otra leyenda muy conocida acá en mi México lindo y querido...espero que la disfruten y se den una idea de cómo somos... Las huestes del imperio azteca regresaban de la guerra...pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas, ni el huéhuelt hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los templos. Tampoco las chirimías esparcían su aflautado tono en el vasto valle del Anáhuac y sobre el verde azul espejeante de los 5 lagos (Chalco,Xochimilco,Texcoco,Ecatepec y Tzompanco) se reflejaba un menguado ejército en derrota...el caballero águila, el caballero tigre y el que se decía capitán Coyote traían sus rodelas rotas y los penachos destrozados y las ropas tremolando al viento en jirones ensangrentados, los estandartes recogidos y el consejo de los Yopica que eran los viejos y sabios maestros del arte de la estrategia, aguardaban ansiosos la llegada de los guerreros para oír de sus propios labios la explicación de su vergonzosa derrota. Hacía largo tiempo que un numeroso y bien armado contingente de guerreros aztecas habían salido en son de conquista a las tierras del sur, allá en donde moraban los Olmecas, los Xicalanga y los Zapotecas a quienes era preciso unir al ya enorme señorío del Anáhuac. 2 ciclos lunares habían pasado y se pensaba ya en un asentamiento de conquista, sin embargo ahora regresaban los guerreros abatidos y llenos de vergüenza... Durante 2 lunas habían combatido con denuedo, sin dar ni pedir tregua alguna, pero a pesar de su valiente combate y sus conocimientos de guerra aprendidos en el Calmecac (Academia de la guerra) volvían diezmados, con las mazas rotas, las macanas desdentadas, maltrechos los escudos aunque ensangrentados con la sangre de sus enemigos. Venían al frente de esta hueste triste y desencantada, un guerrero azteca que a pesar de las desgarraduras de sus ropas y del revuelto penacho de plumas multicolores conservaba su gallardía, su altivez y el orgullo de su estirpe...Ocultaban los hombres sus rostros embijados y las mujeres lloraban y corrían a esconder a sus hijos para que no fueran testigos de tan vergonzoso retorno...sólo una mujer no lloraba, atónita miraba con asombro al bizarro guerrero azteca que con su talante altivo y ojo sereno quería demostrar que había combatido y perdido en buena lid contra un abrumador número de hombres de las razas del sur...la mujer palideció y su rostro se tornó blanco como el lirio de los lagos al sentir la mirada del guerrero azteca que clavó en ella sus ojos vivaces, oscuros...y Xochiquétzal, que así se llamaba la mujer y que quiere decir flor hermosa, sintió que se marchitaba de improviso por que aquel guerreo era su amado y le había jurado amor eterno... Se revolvió furiosa Xochiquétzal para ver con odio profundo al Tlaxcalteca que la había hecho su esposa una semana antes jurándole y llenándola de engaños diciéndole que el guerrero azteca, su dulce amado había caído muerto en combate contra los Zapotecas... -me has mentido hombre vil y mas ponzoñoso que el tzompetláclatl,-que así se le llamaba al escorpión- me has engañado para poder casarte conmigo!, pero yo no te amo por que siempre lo he amado a él y él ha regresado y seguiré amándolo para siempre!.. Xochiquétzal lanzó mil denuestos contra el falaz tlaxcalteca y levantando la orla de su huipil (vestido) echó a correr por la llanura gimiendo su intensa desventura de amor... Su grácil figura se reflejaba sobre las irisadas superficies de las aguas del gran lago de Texcoco cuando el guerrero azteca se volvió para mirarla...y la vio correr seguida del marido y pudo comprobar que ella huía despavorida, entonces apretó con furia el puño de la macana y separándose de las filas de guerreros humillados se lanzó en seguimiento de los 2...pocos pasos separaban ya a la hermosa Xochiquétzal del marido despreciable cuando les dio alcance el guerrero azteca... No hubo ningún intercambio de palabras por que toda palabra y razón sobraba allí..el tlaxcalteca extrajo el venablo que ocultaba bajo su tilma (vestidura) y el azteca esgrimió su macana dentada incrustada de dientes de jaguar y de coyamélt- que así se llamaba al jabalí- chocaron el amor y la mentira... El venablo con erizada punta de pedernal buscaba el pecho del guerrero y el guerrero mandaba furiosos golpes de macana en dirección del cráneo de quien le había robado a su amada haciendo uso de engaños ...y así se fueron alejando del valle enfrascados en la mas ruda pelea entre lagunas...el tlaxcalteca defendiendo a su mujer y su mentira y el azteca el amor de la mujer a quien amaba y por quien tuvo fuerzas para regresar vivo al Anáhuac...al fin ya casi al atardecer el azteca pudo herir de muerte al tlaxcalteca quien herido huyó hacía su país tal vez en busca de ayuda para vengarse del azteca... El vencedor por el amor y la verdad regresó buscando a su amada y la encontró tendida para siempre, muerta a la mitad del valle, por que una mujer que amó como ella no podía vivir soportando la pena y la vergüenza de haber sido de otro hombre cuando en realidad amaba al dueño de su ser y le había jurado fidelidad eterna... El guerrero azteca se arrodilló a su lado y lloró con los ojos y con el alma...cortó maravillosas flores con las que cubrió el cuerpo de su amada Xochiquétzal, coronó sus sienes con las fragantes flores de Yoloxóchilt – que es la flor del corazón – y trajo un incensario en donde quemó copal...llego el pajaro zenzontle –que quiere decir 400 trinos, por que imita el canto de otros pajarillos- por el cielo cruzó Tlahuelpoch, que es el mensajero de la muerte...y cuenta la leyenda que en un momento dado se estremeció la tierra y el relámpago tronó en el espacio...todo tembló y se nubló la tierra, cayeron grandes piedras de fuego sobre los 5 lagos, el cielo se hizo tenebroso y las gentes del Anáhuac se llenaron de temor.. Al amanecer estaban allí, donde antes era valle, 2 montañas nevadas, una que tenía la forma inconfundible de una mujer recostada sobre el cúmulo de flores blancas y otra alta elevada adoptando la figura de un guerrero azteca arrodillado junto a los pies nevados de una impresionante escultura de hielo...desde entonces esos 2 volcanes que hoy vigilan el hermoso valle del Anáhuac, tuvieron por nombre Iztaccihualt –que quiere decir mujer dormida – y Popocatepelt – que es montaña que humea –de la que a veces suele escapar humo del inmenso cráter... En cuanto al cobarde engañador tlaxcalteca, según dice también esa leyenda, fue a morir desorientado muy cerca de su tierra y también se hizo montaña y se cubrió de nieve y le pusieron por nombre Poyauteclat –que quiere decir señor crepuscular- y posteriormente le llamaron Citlaltepelt –que significa cerro de la estrella- y que desde allá lejos vigila el sueño eterno de los 2 amantes a quienes nunca podrá ya separar. Eran los tiempos en que se adoraba al dios coyote y al dios colibrí y en el panteón azteca las montañas eran dioses y recibían tributos de flores y de cantos, por que en sus faldas escurre el agua que vivifica y fertiliza los campos... Durante muchos años y poco antes de la conquista, las doncellas muertas en amores desdichados o por mal de amor eran sepultadas en las faldas de Iztaccihualt o Xochiquétzal, la mujer que murió de pena y de amor, que hoy yace convertida en nívea montaña de perenne armiño... ÐļƹɠØ
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 23:28:40 +0000

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