LOS APUROS DEL MEXICANO No sé para qué hago esta columneja. Lo más seguro es que nadie me pele, porque el tema del día será si los casi analfabetas representantes del fucho nacional lograron o no pasar aunque sea de panzazo al Mundial de Futbol de Brasil. No hay nada que preocupe más a la raza chichimeca que el destino de los once mensos que dicen que juegan a nombre de nosotros. Son como el Pemex futbolero, pues aunque sean símbolo del país, solamente unos cuantos se benefician, y muy bien, de ellos. De hecho, no estaría nada mal que amanezcamos con los titulares de los diarios diciendo que los del tri no pudieron ganarle a Costa Rica y que el Mundial será para otra ocasión. La única gran perdedora de ese escenario es Televisa, y la verdad no me parece tan mal que esa abusiva empresa pierda millones, luego de que la inepta Secretaría de Hacienda actual le devolvió millonadas de pesos de esos impuestos que ahora Luis Videgaray y Quique Gaviota quieren sacarnos a nosotros. Ese es el tema principal que debería estar en la primera línea de pensamientos de los aztecas. Pero no, aunque reniegan y dicen que qué poca madre, al mexicano promedio -que es más promedio que mexicano- le ocupa más memoria RAM el qué pasará con la selección y con el equipo de fucho que tenga en particular preferencia. No le importan a los mexicanos que, al final, las 400 empresas más grandes, y más transas, del país, no paguen lo que deben de impuestos, mismos que ahora quieren que se les expriman a los remanentes de clase media nacional. No le importa un rábano al mexicano que todo sea más caro y que vivir en esta especie de país sea tan caro como Mónaco, pero con servicios como de Haití. Primero el fucho, cabrones. Al mexicano también suelen apurarlo más los asuntos propios de la libación del fin de semana, ver el mejor pretexto para armar una fiesta, o sin más armar un mitote con tal de que la alegre naturaleza nacional siga su jacarandosa marcha. Si acaso, en un ratito de lucidez, el mexicano le interesa tantito el posible supositorio impositivo que nos quieren recetar los genios económicos que tienen ahora al país en recesión debido a que no saben cómo diablos ejercer el dinero público (cuando no es regalándolo a vándalos como los de la CNTE y los vividores del ex sindicato de Luz y Fuerza), el ser nacional le echa la culpa al PRI de las actuales babosadas económicas, mismas que de económicas no tienen nada, pues nos salen bastante caras. Claro que el mexicano piensa que algún idiota opositodo era la solución ideal al desmadre actual, que ese mismo idiota ha contribuido en gran media a causar. No se acuerda que todos los candidatos presidenciales en campaña prometieron el oro y el moro, sin decir de dónde pensaban financiar semejante mundo de fantasía, con Papá Gobierno regalando todos los servicios. Todos, no lo decían, iban a aumentar impuestos para poder completar sus cuentas. Ante semejante panorama, y debido a la casi genética güeva mexicana a la lectura y la información, al mexicano le interesa más saber qué onda con un equipo lleno de divos casi iletrados que ganan mucho por hacer casi nada. Ha de ser porque son el reflejo de su propia imagen y aspira ser alguien haciendo algo que deje mucho con poco esfuerzo. Por eso tenemos tanto futbolista -maleta- y tanto político -más maletas aún-. PD: Hoy recuerdo a mi mamá, Martha Torres, en el trigésimo séptimo aniversario de su repentina partida de este mundo. [email protected]
Posted on: Wed, 16 Oct 2013 14:35:55 +0000
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