La doctrina del decreto sobre la justificación. El decreto sobre - TopicsExpress



          

La doctrina del decreto sobre la justificación. El decreto sobre la justificación fue aprobado el 13 de enero de 1547, en él se precisa que la justificación y la salvación —como dones gratuitos de Dios— se reciben en respuesta libre del hombre a hacia la Gracia divina. Sin su respuesta libremente expresada el hombre no puede recibir la Gracia de la justificación; en esto se coincide con el Antiguo y con el Nuevo Testamentos, donde se muestra que el amor salvífico de Dios y la fe del hombre constituyen la Alianza. En la sesión VI del concilio de Trento la palabra "justificación" no significó el acto justificante de Dios sino su efecto creado; esto es, significó la transformación interna del pecador para convertirse en hijo de Dios, sin embargo al enfocar de esta manera la justificación se perdió de vista la respuesta integral del hombre dada en la fe, la esperanza y la caridad, ya que no se contempló el hecho de que Dios en forma interna da esa certeza de la salvación. Esto se debió precisamente a no haber pensado en la acción justificante de Dios. Según las actas del concilio, los Padres Conciliares entendían los términos "fe" y "creer" exclusivamente como el asentimiento intelectual acerca de las verdades reveladas por Dios. Según el concilio, tanto las virtudes de la esperanza como de la caridad son necesarias para la justificación, pero se les menciona solamente como etapas preparatorias para ella, por lo que aparecen a un lado de la fe, mientras que para san Pablo es en la respuesta libre del hombre a las tres virtudes, la fe, la esperanza y la caridad, donde obtiene su justificación. El decreto conciliar sobre el sacramento de la penitencia menciona de nuevo "la con-fianza en la misericordia divina" y la "esperanza del perdón" como requisitos para lograr la justificación. El concilio afirma que la fe no es lo mismo que la Gracia del perdón divino, sino la confianza en la verdad revelada de que todo perdón de los pecados nos viene de la mise-ricordia divina. El concilio califica como "firmísima confianza en la misericordia divina" a la esperanza que los hombres justificados deben tener acerca de su salvación eterna, pero sin que esta confianza firmísima llegue a convertirse en certeza intelectual. La esperanza a que nos referimos tiene los rasgos fundamentales de la esperanza paulina, pero es vista por el concilio como disposición previa a la justificación y no como la justificación en sí misma.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 16:28:02 +0000

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