La llaman la dama de negro. No tiene una razón aparente de ser - TopicsExpress



          

La llaman la dama de negro. No tiene una razón aparente de ser así, nunca viste en color negro. En su soledad es muy alegre, siempre callada y vestida de colores. Supongo que será una clase de broma la que me juegan al llamarte así, En fin, no parece prestar atención a nada de lo que pasa fuera de los rincones donde descansa su mirada, siempre sigue su camino. . . a donde sea que se dirija. Sus labios siempre ocultan su felicidad, como un telón que no se abre, supongo que nunca veré esa función llamada sonrisa. La he visto caminar varias veces y siempre he querido decirle “hola”, pero su mirada es tan fría y carente de emoción que simplemente me congelo sin llegar a estar cerca de ella, en ocasiones simplemente me justifico diciendo: “lo haré en otra ocasión”, pero ¿en verdad pienso eso?, Es solo una justificación para mi cobardía, creo que soy una persona que tiene muy consentidos a sus miedos, se que deben estar ahí pero. . . ¿en realidad debo alimentarlos tanto? En ocasiones creo que ellos comen mejor que yo. El día de hoy, el cielo viste un gris bastante oscuro, pareciera que está de luto y por la lluvia que desciende creo que perdió al amor de su vida. Estaba como de costumbre sentado, con la vestidura en mis oídos que curiosamente me priva de mis sentidos escuchando música, viendo el sufrimiento que caía frente a mí, no quiero pensar en nada, irónicamente eso estaba pensando. Entonces te vi siendo golpeada abruptamente por la lluvia, mi miedo entonces despertó como si un rayo lo hubiese asustado y ahora el estaba junto a mí, tomo mi mano y me susurro que me quedara con él, pero por primera vez no le hice caso y corrí hacia ti, creo que no lo hice muy bien porque caí justo delante tuyo, en ese momento por primera vez vi tus ojos, me quede sin palabras, nos vimos una eternidad o quizá solo un momento, en realidad ya no puedo decir, entonces el telón se levanto y tu sonrisa estaba en escena, perdí toda atención a las cosas alrededor mío, eras tú y nada más, con el cabello abrazado tu rostro solo podía ver tu sonrisa y tus ojos negros, parece que ahora tu nombre tomaba sentido, en mi cabeza surgió la idea de que quizá eras lo que llaman belleza, no lo sé, soy solo un hombre recostado frente a ti y uno muy tonto, que puedo yo saber. Tendiste tu mano y tomaste la mía, ni una palabra salió de tu boca y conteste tu silencio con el mío, entonces recordé que quería usar mi abrigo para impedir que la lluvia golpease tu cuerpo, pero al momento de extenderlo me di cuenta que había más lluvia en él que en todo el cielo, además pareciese que la lluvia disfrutaba tanto pasearse por tu cuerpo como tú te divertías mientras lo hacía, me sentí como un tonto en ese momento, pero entonces de nuevo sonreíste, ahora eras otra mujer, no esa mujer que caminaba por las calles con una mirada perdida, eras ahora una dama que descansaba su mirada sobre la mía. El silencio no parecía alejarse de nosotros, pero en ese momento su compañía no me importaba, solo quería que nunca soltaras mi mano, pero entonces la lluvia cesó y nos detuvimos. Soltaste mi mano y me abrazaste, creo que fue el momento exacto en que me enamore de ti, te pusiste a no más de un paso de distancia, de nuevo sonreíste y por fin escuche tu voz, y me hiciste una pregunta que quizá un minuto antes no hubiese podido contestar, me preguntaste que si me gustabas, no tuve que pensar nada, solo sonreí y ella me contesto con una sonrisa me pidió que bajara la cabeza un poco y entonces se acerco a mi oído y me susurro “tú también me gustas” después solo hubo silencio. Viendo el cielo fijamente dijo: “solo me gusta sonreír cuando estoy bajo la lluvia” entonces me pregunto si eso estaba mal, sin respuesta a ello solo dije que yo la querría siempre, pero que la amaría cuando la viese sonreír, nos levantamos y me abrazo por segunda ocasión. Prometes quererme todos los días y amarme cuando estemos bajo la lluvia, respondí que si, ella me prometió que todos los días lluviosos estaría esperando para sonreírme. Eres un loco. . . pero yo también lo soy, dijo mientras acomodaba su cabello, a punto de separarnos le pedí un último favor, ella accedió, entonces le extendí la mano y le dije que cubriera sus ojos, tomo mi mano y cubrió sus ojos sin dudarlo, entonces la bese y la abrasé con mi única mano disponible al terminar me pregunto que por que había cubierto sus ojos, le dije que había olvidado decirle que la besaría siempre y cuando pudiera verla sonreír, entonces entendió por que oculte sus ojos, eres la primera persona a la que le sonrío sin necesidad de la lluvia dos veces, le dije que solo había sido una vez y antes de terminar la oración ella estaba sonriendo de nuevo mientras se alejaba. Lo último que dijo ese día fue: no te hagas ilusiones y recuerda mi sonrisa, porque no la verás hasta que me ames de nuevo. Disculpa si me extendí y consumí mucho de tu tiempo, solo estaba esperando mientras comenzaba a llover, ahora debo irme ya que tengo una cita con su sonrisa, porque como prometí, todos los días sigo queriéndola y en los días como hoy. . . amándola bajo la lluvia. Oh! casi olvido mencionar su nombre, ella se llama. . . bueno tu sabes cómo se llama, quizá pensaste en ella mientras leíste la historia.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 08:28:35 +0000

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