La nación ¿Qué compartimos todos los guatemaltecos? El territorio: es decir, todos vivimos entre México, El Salvador, Honduras, Belice y dos océanos. ¿Qué más? Una historia: nuestros ancestros (de una u otra forma) la venida de los españoles, la colonia y los tiempos convulsos que le siguieron. Aunque no todos de la misma manera, claro. En toda nación hay inmigración; es decir, hay guatemaltecos que no comparten esa historia. Hoy en día tampoco podemos decir que compartamos un mismo idioma. Por la razón que sea, han quedado atrás los tiempos en que pretendíamos crear una nación a través de la promoción de los valores cívicos tradicionales a través de la educación pública. La castellanización obligatoria (con la des-indigenización correspondiente) fracasó como política de Estado. La política de ladinización es anacrónica e inviable a nivel institucional. Tampoco puede ser impulsada sin levantar fuertes críticas internas y externas. El gobierno ha adoptado discursos incluyentes, más por corrección política que por simpatía a su población y sus distintas situaciones. ¿Es esta una solución permanente? Poco probable, pues no es parte de un plan de nación estructurado y coherente. Es más bien una respuesta improvisada a situaciones coyunturales. ¿Qué nos queda entonces? El filósofo y antropólogo Ernest Gellner propuso hace años que un Estado que inhibe sistemáticamente la movilidad social ascendente de alguno de los grupos que lo compone está condenado a sufrir separaciones políticas: no perdurará como un todo unido. ¿Seremos capaces de trabajar juntos? Me parece que hasta que no comprendamos que cooperando todos ganamos, deberemos conformarnos con los programas “chapuz” con que contamos ahora. Por Diego Alburez
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 20:36:11 +0000
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