La nota de la neta: Carlos Barra Moulain El rostro Inconsistente como la vida es la razón humana, sin premisas ni antesalas se presenta en un continuo que nadie puede evitar, las ideas se agolpan y transitan para que la conducta apropie, se es dueño de uno mismo en ocasiones, en otras, la transferencia del peso mental social hecho narrativa o historia es la que conduce, pero al final algo de nosotros queda en los otros. Así se transita y transitamos, ¿no es acaso la consciencia y la conciencia la que debería guiar el tránsito?, la cuestión parece un laberinto, un lugar lúgubre y sórdido de intenciones diversas, que ante lo que aparenta ser “racional”, se yergue como fenómeno de aceptación social; por ello, resulta cuerdo ser formal, por ello lo uniforme es el campo de límite social entre lo aceptable y lo que no lo es, parece dibujar que ser diferente es peligroso no sólo para los demás sino para quién lo es, porque ante un signo no aceptado, un signo rechazado. Pensar para pensar es un esfuerzo sin rostro la más de las veces, exige no sólo plantear, presuponer o incluso inferir, asemeja un esfuerzo mayúsculo y en verdad lo es. Pero, ese no es el problema, todo apunta a la dirección como lo asemeja la cronología de vida, debe direccionarse y empalmar más de un elemento como lo implica la conducta, tienes tres años y tu comportamiento debe ser acorde a ello, sí tienes treinta años y tu comportamiento es de diecisiete, las cosas no encajan, se convierten en un pensar sin dirección, el elemento direccional parece ser el centro primario de la concordia o al menos de la ubicación social. Entonces entras en la razón pura, que habitualmente es aceptada por el continuo o denominador de lo continuo sujeto-social, es decir, del emparejamiento de aquellos que al pensar asumen que piensan y por lo tanto coexisten. Aquí, parece que lo que coexiste tiene nuevamente el continuo, porque para coexistir los signos y el capital simbólico establecen formas uniformes y direccionales del proceder; nadie pregunta ¿está lloviendo?, cuando lo está, esto es el sentido del sigo continuo aceptado por la realidad que se perfila como algo aceptado e indiscutible. Entonces el rostro, es tuyo o social, claro, es social, ha sido pensado para señalar la posibilidad de entender lo que es uniforme en el pensamiento de lo pensado, no hay hombres sin rostro y esto no es sólo una metáfora cuando alguien pretende expresar que no existe identidad en alguien, eso es verdad, pero también la interiorización del rostro como ejemplo de lo humano, que después se generaliza en incluso puede ser erigido como metáfora, ¡el rostro de la tierra! Diantres señalan los psicólogos, la sociedad está enferma, pero esto no advierte el pesar de los eruditos en psicología, sino la necesidad de uniformar, nuevamente, lo que ha perdido el rostro; se trata, en lo sustantivo, de devolverle el continuo del rostro traducido al comportamiento que históricamente es aceptado y aceptable. Diantres, dicen los politólogos, el ciudadano se ha alejado de las urnas, pero no reclaman el pesar de sus conductas sino la pérdida de las conductas uniformes en lo político de los ciudadanos que a su vez, implica, la pérdida del control político de lo continuo del control social. Esto es un juego más, en lo profundo parece que no podemos sacudirnos desde lo antropológico o sociológico lo que para la psicología es una patología y para las dos anteriores una anomia en el rostro de lo diferente. Pero, sí en verdad existe la patología en la conducta, esto no debe implicar la segregación del sujeto, no al menos de manera clínica, pero las expresiones sociales frente a esto sí suelen ser así, porque lo que no es continuo-uniforme suele causar un sentido de exclusión insular, se debe dejar a los perdidos o a los náufragos en el destierro, eso es lo que permite a la especie la preservación, o bien, ¿acaso en el discurso del bien común de los políticos, el bien es común? Entonces, los discursos sobre multiculturalidad, equidad de género, diversidad, tolerancia, respeto, tienen un fondo en esencia, que defiende hacia el continuo-uniforme su estructura, sí, tratan de entrar en el continuo-uniforme, es la búsqueda de que el orden sistémico los incluya, es en definitiva la búsqueda del rostro.
Posted on: Fri, 01 Nov 2013 14:00:43 +0000