La victoria de los seccionaleros. Al otro lado del silencio Por Andrés Colmán Gutiérrez Para muchos, el estilo inicial de gobierno de Horacio Cartes resultó una grata e inesperada sorpresa, al formar su gabinete con personas reconocidas por su capacidad técnica, más que por su militancia en el Partido Colorado. Sobre todo, porque varias personas procedían de otros partidos y hasta habían hecho campaña electoral por otros candidatos, lo cual evidenciaba un espíritu pluralista del mandatario, una aparente voluntad de gobernar por encima de sectarismos, conformando lo que él mismo denominó "selección paraguaya". En un país en el que estamos acostumbrados a que la política no sea asumida con la concepción aristotélica de búsqueda del bien común, sino como medio para apoderarse del Estado, en donde –tras la victoria electoral– hay que premiar y ubicar a los amigos y correligionarios que "trabajaron por la campaña" para repartirse el botín, resultó novedoso que un presidente elegido del mismo partido que durante casi 60 años ejerció un modelo clientelista y prebendario al gobernar, sea quien inicie un estilo de "política diferente". Naturalmente, el "nuevo rumbo" generó previsibles molestias entre una gran parte de los dirigentes y militantes de bases del Partido Colorado, los llamados "seccionaleros" (miembros de las seccionales coloradas), que izaron banderas negras de luto en algunas sedes partidarias, y llegaron al extremo de anunciar que iban a crucificarse, como medida de presión mediática para que el presidente acceda a otorgarles los ansiados cargos públicos. En principio, Cartes mostró una férrea voluntad en no ceder a las presiones de los popularmente denominados "zoqueteros". Sus declaraciones, tras asistir a la Cumbre de Surinam, sonaron admirables: "Que no me pidan cargos, sino que me traigan programas para luchar contra la pobreza". Pero no le duró mucho. El jueves último decidió destituir como presidente del Indert (Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra) al técnico agrarista Pedro López Ibieta, y poner en su lugar al ex diputado colorado Justo Cárdenas. Según admitió el ministro de Agricultura, Jorge Gattini, la remoción fue porque López no quiso acceder a avalar el nombramiento de una ex apoderada colorada como asesora jurídica del Indert. Además, nombró a Gustavo Samaniego, hermano de la presidenta de la ANR, como consejero en Yacyretá, y al conocido dirigente colorado Ángel Pintos Balbuena como director de Correos. En Justicia y Trabajo, otra directora fue removida del cargo porque se descubrió que durante la campaña electoral tuiteaba contra Cartes. Aparentemente, se acabó el pluralismo y el dique para el ingreso de los seccionaleros empezó a abrirse. El cacareado "nuevo rumbo" empieza a parecerse mucho al viejo y conocido rumbo colorado. ultimahora/la-victoria-los-seccionaleros-n720390.html
Posted on: Sat, 07 Sep 2013 17:31:16 +0000
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