“ME GUSTA VER MI CASA LLENA-BANQUETE ETERNO” DESAYUNO - TopicsExpress



          

“ME GUSTA VER MI CASA LLENA-BANQUETE ETERNO” DESAYUNO ESPIRITUAL: PARA ESCUCHAR CLICK EN EL LINK: EVANGELIO DEL MARTES 31 ORDINARIO, 5 DE NOVIEMBRE 2013-Lc 14, 1. 15 24: “ME GUSTA VER MI CASA LLENA-BANQUETE ETERNO”. “Me gusta ver mi casa llena”. Palabras del bisabuelo, al ver a todos sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos reunidos para una cena familiar. Cuando oigo decir al final de este Evangelio: “Sal a los caminos y a los cruces e insiste a la gente para que entre al banquete. Aquí está lo maravilloso y es Dios que nos habla. Dios quiere ver la casa llena, que todos estemos allá arriba, en el banquete eterno. Vamos a ubicarnos, para entender mejor lo que Dios nos quiere decir. Nos encontramos en un fin de semana, en sábado. Jesús es invitado por un fariseo a cenar. Y viendo Jesús lo que pasa, dice: “Dichosos aquellos que tendrán su recompensa en la resurrección de los justos por haber invitado a quienes no les podían pagar”. Eso fue el Evangelio de ayer. Y en el Evangelio de hoy, uno de los invitados al sentir la voz de Jesús en su corazón, termina ahí mismo en la cena diciendo: “Dichosos aquellos que se sienten a la mesa en el reino de Dios”. Aquí nos podemos preguntar: ¿Cómo podríamos sentarnos a la mesa del Señor en el banquete eterno? Y entonces escuchemos a Jesús que nos da la respuesta. TODOS SOMOS INVITADOS AL BANQJUETE ETERNO. Un hombre preparó un gran banquete. Se trata de Papá Dios que prepara un banquete e invita a todos para que vengan y les dice. “Todo está preparado…” Pero me duele escuchar la explicación de Jesús, y me duele que podamos estar incluidos entre estos tres que se excusan de no poder ir al banquete. ¿Cómo es posible que siendo invitados por Dios, ponemos como excusa primera la preocupación por lo material? Lo material podría preocuparnos más que estar deseando convivir en el banquete del Señor y para siempre. Pero en el segundo caso podíamos también estar tú y yo. Jesús habla de que hay uno que se excusa de no ir al banquete por haber comprado cinco yuntas de bueyes. Pero hete aquí que viene la tercera excusa: “Me he casado”. En el matrimonio se nos puede olvidar que estamos casados y que nuestra relación que tenemos con el esposo o con la esposa es por Jesús. LA MISA ES UN ANTICIPO DEL BANQUETE. El banquete de la misa es sólo una breve probadita de lo que será mi banquete para la eternidad. Felices son aquellos que se puedan sentar allá arriba en la mesa del Reino de Dios, pero felices ya somos disfrutando en todo momento aquí abajo, y por adelantado, de las cosas de Papá Dios. Por eso, nos toca preocuparnos dando mayor importancia a lo que es importante: estar con Papá Dios. Lo importante es que las cosas importantes en la vida terminen siendo las más importantes. Importante en la vida es que no nos quedemos fuera del banquete eterno, y que toda nuestra lucha sea estar ahí arriba. Nos toca vivir las cosas de abajo pensando en las de arriba y por amor. Jesús no quiere ver en el cielo que haya huecos, sino que todos los puestos estén ocupados por los invitados. Y NOSOTROS SOMOS ESOS INVITADOS. Sí, tú y yo, y ruego a Dios para que no pongamos excusas para faltar a la invitación… Agarremos la onda de la invitación de Jesús…. Es para ti y para mí… ¡Ánimo…! ¡Bendiciones mías y de Papá Dios! P. Salvador Gómez, L.C. PONGO MI LINK DE FACEBOOK, por si alguno quiere hacer algún comentario o quiere contactarme y pedirme como amigo: Link: https://facebook/salvador.gomezgonzalez.1
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 08:23:29 +0000

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