MEDITAR CON SAN JOSÉ DE CUPERTINO De: [email protected] LA - TopicsExpress



          

MEDITAR CON SAN JOSÉ DE CUPERTINO De: [email protected] LA PERFECCIÓN CONSISTE EN EL AMOR DE DIOS De las máximas de san José de Copertino A toda persona piadosa le corresponde amar a Dios sobre todas las cosas, alabarle con sus palabras y distinguirse con el buen ejemplo. Quien desee emprender la vida de piedad o religiosa, sepa que sólo llegará a la perfección si logra el amor de Dios. Quien posee la caridad, aunque sea ignorante, se enriquece; careciendo de ella, nunca será feliz. Aprendamos del sol, que con los mismos rayos da verdor a las plantas y a la fronda de los árboles, manteniéndolos, sin embargo, a cada uno de ellos en su propia naturaleza: así la gracia de Dios, con la misma luz embellece al hombre con la perfección moral y también le enciende en el amor de caridad, haciéndole grato a sus ojos, y, sin dañar su naturaleza humana, le sublima. Por otra parte, poseemos la voluntad, que el hombre puede ejercer a su pleno albedrío y que recibió su don gratuito del mismo Dios desde la creación, pero de la que tendrá que rendir estrecha cuenta a su Señor. Siempre que el hombre se ejercita en actos de virtud, ayudado de la divina gracia, de la que procede todo bien, tenga presente esto: que ejerciendo el pleno dominio de su libertad complace a Dios, pero, si renuncia a su voluntad para colocarse en los brazos amorosos del Señor, le agrada más y se perfecciona en mayor escala. Como árbol fértil, que cultivado con esmero produce abundantes frutos, así también el hombre, esforzándose cuidadosamente en seguir las huellas de Cristo, cosechará obras consumadas de santidad y se enriquecerá de virtudes cristianas, que servirán a su vez de ejemplo y aliento al prójimo en el servicio de Dios. Es provechoso saber que es un signo especial de predilección, que Dios concede a los que ama, el soportar con valentía y por su amor las adversidades y contratiempos que ofrece la vida presente. Nuestro Señor Jesucristo fue el modelo perfecto, que sufrió acerbísimos dolores por nosotros, y nos dio ejemplo acabado, queriendo también asociarnos a su pasión con los nuestros. No olvides tampoco: si quieres ser oro, sólo la tribulación purifica las escorias; si hierro, también el sufrimiento desprende el orín. Contempla las aves del cielo: para alimentarse necesitan bajar al suelo, pero se remontan pronto con vuelo veloz hacia las alturas. Del mismo modo, los siervos de Dios, cuando la necesidad les urja, que se ocupen de los asuntos de este mundo, pero a condición de que sepan elevarse cuanto antes con la mente hacia su Señor para alabarle y glorificarle. Fíjate de nuevo en las aves, las cuales también pisan tierras encenagadas, pero lo hacen con tanto cuidado que consiguen no enfangarse en ellas. De la misma forma, el hombre, que no se manche en lo que pueda inquietar el alma; manteniendo incontaminados los afectos del corazón, elévela hacia lo alto, y con santa operación glorifique al Altísimo Señor. * * *
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 16:24:05 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015