Miguel Ángel Dueñas Góchez* Se escucha a diario aquel dicho - TopicsExpress



          

Miguel Ángel Dueñas Góchez* Se escucha a diario aquel dicho “yo moriré en la religión que me enseñó mi padre o madre”; otras personas que migran al exterior añoran el lugar donde nacieron, siempre que no cambie su forma, que el pueblo se mantenga intacto, que las costumbres y creencias sigan igual, que sigan vivas las personas a las cuales conozco y he crecido con ellas. El problema es cuando al llegar a ese lugar tan amado, tan deseado y añorado, se dan cuenta que ha cambiado mucho. Ya no existe aquel árbol en el centro del parque, la parroquia o iglesia fue remodelada o cambiada en su totalidad, aquellos seres amados se han retirado o emigrado del lugar. Entonces se vuelve un conflicto interno y esta persona migrante que regresa al país esperando no encontrar cambio alguno en su lugar de origen, se marcha nuevamente sin deseos de volver por no aceptar los cambios sufridos en su pueblo. Es de esta manera como se mantienen las fiestas patronales en todos los municipios de nuestro territorio nacional, no obstante, preciso es admitir que la secularización de dichas conmemoraciones, al fin de cuentas, las fechas seguirían siendo las mismas, y con razón se podría vislumbrar en los lugares de orden calendárico un solapado tributo a la vieja referencialidad confesional, pues la preservación de aquellos elementos culturales extra-religiosos que –según se aduce– sería necesario preservar. Por lo que se encuentra al final del artículo de Marvin Aguilar: “Lo intencionado que es la parte personal que se aporta al cambio, se ve truncado por la tradición, costumbre y creencias nacionales de allí la afirmación, que el salvadoreño o salvadoreña son conservadores por antonomasia en otras palabras se resiste por miedo e ignorancia al cambio (lapagina. com.sv/ editoriales/83595/Somos-felices-los-salvadorenos)”. A partir de ello podemos analizar algunos factores que interfieren en las personas: a) la influencia de la costumbre o el temor al cambio; y b) la influencia de la situación impuesta por una sociedad incambiable. En ambos casos se puede admitir que lo biológico está igualmente expuesto a los prejuicios e ideologías derivados (de hecho Francis Bacon ya había llamado la atención acerca de los idola y de los prejuicios en general en el marco de la filosofía (ciencia) de la naturaleza. *Lic. en Relaciones Internacionales. Movimiento por una Cultura Laica (MCL) librescomoelpensamiento@gmail
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 00:23:47 +0000

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