Miércoles 20 de Noviembre de 2013 Santoral · San Felix - TopicsExpress



          

Miércoles 20 de Noviembre de 2013 Santoral · San Felix de Valois · San Gelasio I, Papa · Primera Lectura: II Macabeos 7,1.20-31 El creador del universo os devolverá el aliento y la vida En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. Pero ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua: Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno; yo no os di el aliento ni la vida, ni ordené los elementos vuestro organismo. Fue el creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por la ley. Ant& iacute;oco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando. Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo, no sólo con palabras, sino que le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo. Pero como el muchacho no hacía ningún caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien. Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo; se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma: Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crié tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven. Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contiene y ver&aacu te;s que Dios lo creó todo de la nada, y el mismo origen tiene el hombre. No temas a ese verdugo, no desmerezcas de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos.Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo: ¿Qué esperáis? No me someto al decreto real. Yo obedezco los preceptos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. · Salmo Responsorial: 16 Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante. Señor, escucha mi apelación, / atiende a mis clamores, / presta oído a mi súplica, / que en mis labios no hay engaño. R. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, / y no vacilaron mis pasos. / Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; / inclina el oído y escucha mis palabras. R. Guárdame como a las niñas de tus ojos, / a la sombra de tus alas escóndeme. / Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, / y al despertar me saciaré de tu semblante. R. · Evangelio: Lucas 19,11-28 ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco? En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: Negociad mientras vuelvo. Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: No queremos que él sea nuestro rey. Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: Señor, tu onza ha producido diez. Él le contestó: Muy bien, eres un empleado cumplidor; cómo has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades. El segundo llegó y dijo: Tu onza, señor, ha producido cinco. A ése le dijo también: Pues toma tú el mando de cinco ciudades. El otro llegó y dijo: Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras. Él le contestó: Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses. Entonces dijo a los presentes: Quitadle a &eac ute;ste la onza y dádsela al que tiene diez. Le replicaron: Señor, si ya tiene diez onzas. Os digo: Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia. Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén. aciprensa/calendario2010 Reflexión REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO: Es más cómodo no hacer nada y luego buscar una buena excusa de por qué no hemos hecho nada. Sin embargo, para Jesús esto no funciona. Nos ha dado a cada uno ciertas capacidades para la construcción del Reino (especialmente la gracia, que es a lo que parece referirse) y debemos ponerlas a trabajar. Esto puede no ser muy sencillo, incluso puede involucrar riesgos, sin embargo hay que correrlos. Yo estoy seguro que si el último siervo le hubiera dicho: señor, puse a trabajar tu dinero, pero me fue mal y no solo lo perdí sino que ahora debes el Señor lo hubiera amado, y hasta hubiera cubierto la deuda. No dudemos en poner a trabajar nuestras capacidades para construir un Reino en donde haya más paz, más justicia y más amor. Dios está con nosotros para hacer la parte difícil. ¡Ánimo! REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA: Un pasaje tremendo el que nos presenta para nuestra meditación el libro de los Macabeos en el que podemos ver lo que significa realmente el amor a Dios y la fidelidad a sus mandamientos y a la Alianza. El desprecio total que una persona puede llegar a hacer con tal de permanecer fiel al amor y al don recibido por Dios. Hemos leído cómo toda la familia, desde el mayor al menor, desprecian todo con tal de permanecer fieles a Dios. Es triste que hoy tantos de nosotros le volvamos la espada a nuestro amado Señor, por cosas tan insignificantes como pudiera ser un programa de televisión, una película, una conversación. ¿Qué pasaría, me he preguntado con frecuencia, si hoy le tocara de nuevo a nuestra Iglesia volver a vivir una persecución como la que vivió la primera comunidad? ¿Qué pasaría con nosotros los cristianos? ¿Seríamos capaces de responder como hemos visto hacerlo a esta familia? ¿Nuestras propias madres serían quienes nos darán la fuerza y el valor para no retraer nuestro cuello de la guillotina? Es importante que hoy revisemos este aspecto de nuestra vida y veamos ¿Qué tanto amamos a Dios? ¿Qué tanto estaríamos dispuestos a decir, como nuestros mártires (pienso en el padre Pro), que ante el pelotón formado grita con todas sus fuerzas: “viva Cristo Rey”. ¿Seremos los cristianos del siglo XXI capaces de sentirnos orgullosos de ser cristianos y poner en juego todo con tal de proclamar abiertamente que Jesús es el Señor y que bajo ninguna circunstancia lo negaríamos? Para saber si seremos o no capaces de esta entrega, simplemente veamos qué tan fácilmente podemos renunciar a aquello que tanto nos gusta pero que no agrada al Señor. Si podemos hacer esto, estamos en el camino de la fidelidad. Señor, que mi amor por ti se refleje hacia los demás, de tal manera que pueda crecer en ellos también la esperanza de la vida eterna. Revisaré en qué momentos o situaciones de mi vida niego a Dios, y haré los arreglos necesarios para renunciar a las cosas que me apartan de la vida de la gracia. Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús. Pbro. Ernesto María Caro. evangelizacion.org.mx/liturgia/evangelio.a San Roque González y compañeros, Año 1628 San Roque y sus compañeros fueron unos de los primero mártires suramericanos. Fueron asesinados por los indios en 1628, y canonizados por el Papa Juan Pablo II. Roque González nació en Asunción, Paraguay, en 1576. Sus padres eran españoles. De joven era tan bueno y devoto que todos estaban convencidos de que un día sería sacerdote. Y a los 23 años recibió la ordenación sacerdotal. Desde el primer año de su sacerdocio se preocupó mucho por los indígenas y visitaba continuamente a los poblados más lejanos para evangelizar y ayudar a los indios. A los 33 años entró a la Compañía de Jesús, para poder trabajar más completamente como misionero. Los Padres Jesuitas habían fundado en el Paraguay unas colonias de indígenas que se hicieron famosas en todo el mundo. Las llamaron Reducciones y se diferenciaban de los demás grupos de otros países en que allí los indios no eran considerados como gente de segunda clase, sino que ellos eran los más importantes. Los Padres Jesuitas los consideraban como verdaderos hijos de Dios, y como tales los trataban con enorme respeto y gran cariño. Un autor francés llegó a exclamar: En estas reducciones los indios llegaron al más alto grado de civilización que un pueblo joven pueda alcanzar. En esas misiones se respetaba mucho la ley de Dios y se obedecían las leyes civiles; cada uno trataba a los demás como si fueran hermanos; los indios aprendían a labrar la tierra con técnica, y practicaban labores manuales e industriales. Todo era un cooperativismo bien organizado y reinaba la abundancia. En estas reducciones trabajó por 20 años el Padre Roque González, enfrentándose con paciencia y confianza a toda clase de dificultades y peligros. Unas veces el peligro provenía de tribus totalmente salvajes que atacaban, y otras era de los colonos europeos que querían esclavizar a los indios, pero los jesuitas no se lo permitían. El padre González fue el primer europeo que penetró en ciertas regiones selváticas del Paraguay. Dirigió unas seis reducciones de indígenas. El gobernador español dejó escrito: Al padre Roque le costó su vida de misionero el aguantar hambres, fríos, ríos atravesados a nado, continua molestia de los insectos, y mil otras incomodidades que él supo soportar con verdadero heroísmo sacerdotal. Pero llegó a tener una enorme influencia sobre los indios, que lo veneraban como a un verdadero santo. Y sucedió que un curandero o brujo de los indígenas se dio cuenta de que la influencia de los Padres Jesuitas le estaba quitando su clientela y que ya los indígenas empezaban a no creer tanto en sus engaños y mentiras, y dispuso vengarse de ellos. Y así fue que reunió un grupo de indios de los más salvajes y con ellos atacó la misión católica. Cuando los atacantes llegaron estaba el Padre Roque González tratando de subir una campana a la torre de la capilla. Lo asesinaron allí mismo a golpes de mazo. Al oír el tumulto, el Padre Alfonso Rodríguez salió de su choza, e inmediatamente los indios lo asesinaron a golpes también. Enseguida los indígenas prendieron fuego a la capilla y cuando estaba envuelta en llamas, arrojaron a ella los dos cadáveres. Era el 15 de noviembre de 1628. Unos días después los mismos indios asaltaron la misión cercana y allí asesinaron al otro compañero del Padre Roque, el Padre Juan de Castillo. Así fueron tres los mártires que derramaron su sangre, después de haber gastado su vida en favor de los nativos. El jefe indio Guarecupí dejó escrito: Todos los indios cristianos amaban al Padre Roque. ewtn/spanish/Saints/ ¡JESUS, EN TI CONFIO! Jesús, María, os amo, salvad almas” ¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros! ¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros! ¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros! BENDICIONES !!!
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 21:40:39 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015