Mucho escuchamos y vemos por los medios de comunicación masiva - TopicsExpress



          

Mucho escuchamos y vemos por los medios de comunicación masiva sobre las “masivas” manifestaciones en Brasil. La BBC titula: “Descontento en Brasil genera la mayor ola de protestas en años”. Claro que no recuerdan o no vieron las manifestaciones del norte negro de Brasil durante decenios, hasta la llegada de Lula. Mientras tanto el diario el País de España intenta vincular las protestas “clase media” de Brasil con las manifestaciones en Turquía, y la Euronews declara que “La clase media”(según ellos en su totalidad) prefiere hospitales y educación antes que futbol. Pero casi nadie se hace eco de las palabras de la presidenta Dilma, quien no sólo reconoce los reclamos, sino que los apoya. Exactamente lo que dijo es que respalda los reclamos y reafirmó su compromiso con la transformación social del país. Pero todo lo que ella pueda decir o hacer parece caer en saco roto. Ya que los grandes medios transnacionales decidieron que también en América Latina se imponga una “primavera latinoamericana” Lo que ocurre en Brasil, sin embargo, no es el primer intento desestabilizador de este tipo en la región. Hace poco menos de un año en Argentina ocurría algo parecido. Los “clase media” de las ciudades más importantes del país salían con toda su furia a la calle, siempre en forma acotada, a reclamar que se termine con por ejemplo, la Asignación Universal por Hijo o el seguro de desempleo. Por que reclaman algo así? Simple, porque ellos tienen trabajo y no necesitan de estos seguros. Pero ese no es el único antecedente. En la Venezuela Chavista ocurrió lo mismo en 2002. Pero tanto en Venezuela, como en Argentina y Brasil hay ciertos denominadores comunes, el más notorio es claramente que en todos los casos son gente “clase media” bien acomodada, que en principio no necesita ni de un plan social, ni asistencia para construir su casa, ni un seguro para sus hijos, ni un trabajo. Pero luego nos encontramos con algunos rasgos más serios y por los cuales creo que nuestras sociedades deberían tomar nota de estas manifestaciones. En todos los casos hay una clara intención de cortar el hilo democrático. Como ocurrió en la Argentina, cuando los manifestantes bramaban “que se vaya ya”, “queremos derrocarla democráticamente”. “Somos democráticos y queremos un gobierno de facto democrático” y otras incoherencias. Otro rasgo más evidente es que muchos salen con pancartas en Inglés. Por qué las pancartas están escritas en inglés? A quien va dirigida la manifestación? Quién esperan que se haga eco de las protestas? Pero este tema de las pancartas traspasa regiones. En los años 80s y 90s podíamos ver, en las llamadas revoluciones de “colores”, a miles de bielorusos, húngaros o ucranianos con pancartas escritas en inglés. Y más tarde ya en este siglo XXI, podemos ver en Egipto, Libia, Siria y hasta en Irak manifestaciones con pancartas en ingles. En ninguno de estos países el idioma oficial es el inglés. Entonces tenemos que preguntarnos nuevamente: A quien van dirigidas esas manifestaciones? Ahora dejando de lado los legítimos derechos de todo ciudadano a reclamar sus derechos o lo que crea que se debe reclamar. Tenemos que preguntarnos cuál es el verdadero interés de esas manifestaciones. En otras épocas y en distintos lugares la gente se manifestaba por ejemplo para reclamar que haya democracia, que haya libertad o se reclamaba por la paz como ocurrió en los 60s y más tarde en 2003 contra la invasión a Irak. Algunos reclamaban por sus hijos y nietos desaparecidos y otros lo hacíann por sus padres desaparecidos. También tuvimos manifestaciones por leyes inclusivas como el matrimonio igualitario, o el derecho a la educación como es el caso de Chile. Pero si prestamos atención en estas manifestaciones nos encontramos con reclamos tales como PDVSA para los yankees! O en contra de la Asignación Universal por Hijo! O no a la Copa del Mundo en Brasil! Entonces, y aunque todos debemos tener los mismos derechos, cabe preguntarse: Reclamar PDVSA para los gringos, tiene algo que ver con las pancartas en inglés? Yo creo que si. Por otro lado tenemos el ya popular problema de los “medios de comunicación internacionales”. Entre la CNN, la BBC, El País, y O Globo discuten si fueron en Brasil 200 mil 210 mil o 240 mil manifestantes en todo el país. Discuten quien reemplazará a Dilma luego de su caída. Discuten hace cuanto que no había una manifestación tan masiva. Pero claro, no dicen nada sobre las palabras de la Presidenta, ni de los reclamos. Ni siquiera que Brasil es un país de casi 200 millones de habitantes, por lo tanto, esa clase media confrontando al gobierno, en vez de representar a “la clase media” como titulan los grandes medios occidentales, en realidad representan a poco más del 0.16 % de la población. Solo si creemos que la clase media en Brasil es solo el 0.16% podemos aceptar que esas manifestaciones representan a toda la clase media. Entonces nos encontramos con dos situaciones distintas pero asociadas: Por un lado la radicalización en nuestra región de los sectores más reaccionarios nostálgicos de los tiempos de dictadura y por el otro la fuerza de choque de las potencias anacrónicas del norte. Los medios de comunicación. Cada uno tiene sus propios intereses, pero parece que se están dando cuenta que tienen que ir de la mano para doblar nuevamente la mano del progreso colectivo que se cultiva en nuestra región.
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 00:55:52 +0000

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