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NOTA PUBLICADA POR LA REVISTA RING-SIDE, DE CARLOS IRUSTA Bernard Hopkins VERDUGO, ALIEN, ROMPE RECORDS Por Marcelo González Además de romper récords, nació para pelear en todo sentido. Las razones por las cuales pensamos esto de Bernard Hopkins pueden estar en su tumultuoso pasado cimentado en las ásperas calles de Filadelfia, donde se dice que están los peleadores más duros del mundo. Dicen “peleadores” no “boxeadores” y Hopkins tiene los dos rótulos. Crecido en la ciudad de la independencia americana, cuyas calles tienen la triste fama de ser las más bravas de la Unión, Bernard conoció de pequeño lo que es pelear por la vida y por su libertad, tantas veces interrumpida por constantes visitas a correccionales y cárceles. Su dureza fue indudablemente forjada a fuego al tener que sobrevivir día a día, primero en su barrio y después en el encierro de los penales, donde según cuenta el propio Hopkins, aprendió la disciplina de entrenarse y no dejar que lo lleven por delante. Además, el tipo parecía siempre empecinado a estar de espaldas al clamor popular. ¿O acaso no la fue de malo ante todos?. El anti-favorito sentimental siempre. Con la capucha de “Verdugo” para intimidar, como los villanos del catch. O utilizando todo el compendio de infracciones en cada pelea, cosa que para muchos era innecesario habida cuenta sus extraordinarias dotes pugilísitcas. Pero Bernard, se ve, se sentía confortable en ese rol que no solo desempeñó dentro de las 16 cuerdas. Debajo también es reconocido como un duro que tuvo problemas con managers, entrenadores, periodistas, sparrings y hasta aficionados. Un tipo difícil para negociar contratos, que defendió a ultranza su valía a medida transcurría su derrotero como el sólido monarca de peso mediano de la FIB, título que ganó al noquear al ecuatoriano Segundo Mercado en el primer capítulo de su tirria con los latinos. No hay duda, el tipo parece siempre empecinado a estar de espaldas al clamor popular, en este caso de la gente de habla hispana. ¿O qué argentino no lo odió cuando pulverizó la histórica marca de Carlos Monzón? Si, esa de las inmaculadas 14 defensas que el “Verdugo” deshizo dejándola lejos con sus 20 exposiciones del cinturón de las 160 libras, dentro de las cuales dejó, como al pasar, el récord del KO más rápido en peleas de campeonato mundial, noqueando en apenas 24 segundos a Steve Frank el 27/1/96 en Phoenix. ¿O qué puertorriqueño no lo aborreció cuando tiró al suelo la bandera boricua para provocar al mega ídolo de la isla, Félix Trinidad, al que de paso, le dio en 2001 una memorable lección de boxeo hasta noquearlo en el último round para sacarle el invicto humillándolo boxísticamente, además. O me va a decir usted, que si lee esto es porque habla español, que no le deseó a Hopkins lo peor cuando enfrentó a Oscar de la Hoya. Pero él jugó con Oscar y en el noveno round decidió que ya era hora terminar con la sonrisa dorada de su rival y le metió un gancho zurdo que casi le perfora el hígado para dejar otras dos marcas indelebles: 1) fue el único KO efectivo que recibió De la Hoya y 2) Con esa victoria, Bernard fue el primer boxeador (y único) en tener, al mismo tiempo, los cuatro cinturones mundiales más importantes (AMB, CMB, FIB y OMB). Campeón más indiscutible no hubo. Jermain Taylor lo venció dos veces consecutivas y pareció marcarle el camino del retiro en 2005. Pero él, siempre a contramarcha de lo que “dicta la cátedra”, volvió y como! A los 41 años, le dio una lección de boxeo a Antonio Tarver y a los 42 a Ronald “Winky” Wright. No lo frenó ni la apretada derrota de abril de 2008 (a los 43) ante el galés Joe Calzaghe (otro nombre enorme de la historia del boxeo aunque un tanto subestimado) ya que, una vez más, resurgió con un sonadísimo éxito ante el hasta entonces invicto Kelly Pavilk, cuando nadie creía en él. No paró. Y en su marcha indetenible se vengó, en 2010, 17 años después, de su vieja derrota ante Roy Jones en un combate espantoso que reavivó los clamores del retiro. Lejos de eso, Hopkins, ahora auto apodado “El Alien” (“porque los aliens no cumplen años”, dice), tenía más récords que romper. Y lo hizo. . En 2011 destrozó la marca de George Foreman al convertirse en el campeón más veterano de la historia (46 años y 4 meses) al vencer al haitiano Jean Pascal, en Canadá, por el medio pesado CMB. . Luego perdió ante Chad Dawson y, en 2012, rompió su propia marca: a los 48 años y 2 meses, volvió a coronarse campeón mundial FIB de las 175 libras al vencer a Tavoris Cloud. . La primea defensa del cetro FIB, ante el alemán Karo Murat, trajo otro récord: el del boxeador más “viejo” en retener un título del mundo (a los 48 años y 9 meses), registró que le birló, otra vez, a George Foreman, quien en 1995 conservaba el pesado FIB ante Axel Schulz a los 46 años y 3 meses. Ahora quiere a Floyd Mayweather en 160 libras, promete combatir con cualquiera entre las 160 y las 175, jura que lo podrán ver peleando “hasta los 70 años” y nos deja picando ésta pregunta: ¿Quién parará a este “alien”? Por ahora, parece que ni el padre tiempo puede.
Posted on: Sat, 30 Nov 2013 19:31:27 +0000

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