Ofensivo John McCain perdió las pasadas elecciones presidenciales en EE. UU. con Barack Obama, quien ganó por más votos de los que se presumía. En campaña ambos prometieron una Reforma Migratoria. Lo que parecían en su origen proyectos distintos resulta por lo que se ve que no lo son. McCain está feliz por tener la frontera de EE. UU. más militarizada después de la caída del Muro de Berlín y parece ser que a Barack Obama ni le molesta ni le inconforma. Los proyectos cada vez se van pareciendo más. Los dos están por militarizar la frontera como si los migrantes fueran sus enemigos y como si EE. UU. no fuera, desde hace muchos años, cómplice. La militarización más que “no ayudar en la relación bilateral” —como tímidamente dijo el canciller Meade— es una ofensa. El costo de la legalización es para la frontera mexicana un acto inamistoso y hasta cierto punto agresivo. De 20 mil agentes en la frontera, EE. UU. va a incrementar el número a 40 mil, lo que va provocar como nunca antes que los migrantes estén expuestos. Si de por sí cruzar se ha convertido en una auténtica odisea, bajo estas condiciones la vida de muchos estará bajo todo tipo de riesgo, a lo que se suma que con Obama las redadas se han incrementado. No hay duda de que urge una Reforma Migratoria, EE. UU. lo ve como un asunto de seguridad nacional, pero la estrategia militar en la frontera nos afecta y no deja de ser un mensaje múltiple para México que incluye a nuestra frontera sur. La militarización debe hacernos pensar una vez más en el diseño de nuevas estrategas para la frontera sur; urge la coherencia para imaginar y crear nuevos mecanismos que permitan con todo derecho exigir un trato digno para los nuestros en EE. UU. y en la frontera común.
Posted on: Thu, 27 Jun 2013 18:30:01 +0000
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