PALABRAS EN ESTADO GASEOSO. QUICE COMENZAR CON ESTAS PALABRAS EN MAYÚLSCULA, AUNQUE AHORA NO SÉ SI esto es legítimo (me detengo a corregir, me gusta corregir, me gusta leerme, ególatra, perra ególatra me diría una amiga) y pienso en la subjetividad, me exijo desarrollar su concepto aunque otros maestros me dicen que eso es prácticamente un error (corrijo, incluso para escribir corrijo tengo que corregir, mon diu!!!). La palabra, y por eso mi enemistad con la palabra escrita, tiene que ver con esa necesidad de solidificar la subjetividad, cobrar la cuenta, darle un estatuto de existente a eso que aconteció. Así fue que… Pero como científicos sociales, bien sabemos que la percepción encierra algo de subjetivo, ¡cómo somos capaces entonces de ver en esta subjetividad, sin miedo, el valor necesario como resistencia a los discursos dominantes y cómo estos emergen en esta subjetividad que vamos construyendo (corrijo). Pienso en la resistencia, pienso en la energía que debe invertirse en resistir y me canso… me canso de resistir. Ya no, ya no más resistencia, por qué? Sin embargo, esta misma postura me hace sospechar. Aquí hay un engaño, me digo, y pongo mi atención, mi intelecto, mis capacidades e incapacidades a alerta. ¿Cuestionando mi lógica llego a la pensar en la lógica? No sé, pero la cuestión es que en este juego asociacionista instrospectivo… jajajajajaja, uuuuuuuuuuuuuuuuy Watson y Freud en la misma cama de dos plazas, jajajajajaja. La cuestión es que pienso en la lógica y si bien no me detengo en la lógica formal, sí pienso en la dialéctica, mis amoríos con ella, su deslumbramiento, muchos hechos, muchos fenómenos podemos explicar y comprender desde ella (corrijo). Arreglo mis lentes que ya me molestan al respirar, porque se me caen. La subjetividad, pienso en esta entidad etérea, que vivo día a día; que pretendo capturar y dar cuenta de ella en la palabra escrita… me río, agarro mi pelo en señal de aclarar mi mente de darle más espacio y río. Sólo río, porque el instrumento que utilizo para dar ¿sentido? A la subjetividad, decir de ella me parece de todas formas precario. Sin embargo, cuento con el dato duro. Falta tiempo, como diría Fidel, hace falta tiempo compañerito. A veces pienso, que no hace falta nada. En estricto rigor no me hace falta nada. Mira que cosas de la vida. Hace poco aprendí que somos libres de aquello que nos hace falta. Por lo tanto, hoy puedo decir que soy libre de eso que echo en falta. Por lo tanto, gracias. Muchas gracias. Seguiré sintiéndolo en falta para que la vida me libre de él. La falta de propiedad en cualquier sentido nos libera. Y a veces, pienso cómo librarme de la sala de clases; cómo ésta se transforma en mí y en mí estudiantes en un lugar de encierro. (corrijo). En ocasiones, “invento acontecimientos”; bromeo con “el lugar donde se construye el conocimiento” y me percato que aprendemos día a día a relacionarnos, le temo a que este aprendizaje cotidiano no tenga valor para el “otro”. Me aparece en el notebook una señaletica que me recuerda que Windows no es original, don Carlos y Alfonso me dijeron que podían arreglarme el problemita. La Jazz, acaba de decirme que estos problemitas cibernéticos nunca se arreglan en un 100%, pienso y me lamento. Parece que ya es la hora de dormir y pasar a otros estados de conciencia como diría Castaneda. Buenas noches y muchas gracias por la libertad.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 18:32:36 +0000