PROBADOS EN TODO Una de las cosas que más angustias nos ocasionan son las pruebas. Los estudiantes a los cuales les toca tomar sus pruebas, por mas preparados que estén cuando llegan los días de examinarse y de tomar sus pruebas, estas siempre suelen ocasionarles largas noches de insomnio, de pérdida de apetito y hasta de mal humor, porque a nadie le gusta ser sometido a exámenes o las llamadas pruebas. Las pruebas suelen ser traumáticas, ya que ellas son un reflejo de lo bien o mal preparados que estamos a la hora de examinarnos. Normalmente el buen estudiante, es decir el que suele estudiar antes, aunque siente su poquito de temor, siempre va más confiado que aquellos que no se prepararon durante todo el año escolar y que creen que en una semana, se pueden embotellar lo que no estudiaron en nueve meses. Hay otro tipo de pruebas, las del ADN para probar la filiación de los hijos con sus padres, las de embarazo, que se les suelen hacer a la mujer que presume estar encinta para tener un hijo. Hay otras pruebas, menos agradables, como aquellas que nos llegan con una enfermedad, o con una situación de vicios o de contiendas en nuestras familias. Esas pruebas normalmente suelen desgastarnos mucho, se llevan muchos esfuerzos y a veces nos conducen a un rompimiento con personas a las cuales amamos, pero con las cuales no congeniamos. En definitiva, a lo largo de nuestras vidas siempre tendremos que enfrentarnos a diferentes pruebas, lo que debemos es pedirle a Dios que nos de la capacidad necesaria de poder enfrentar con éxito las pruebas que de seguro nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas. El apóstol Santiago nos habla ampliamente de eso, cuando nos dice: Hermanos míos, tengan por sumo gozo, cuando os halléis en diversas pruebas. Sabiendo que la prueba de vuestra fe, produce paciencia. Mas, tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. El apóstol Santiago, nos recomienda aquí, la clave para enfrentar con éxito las diferentes pruebas que pueden llegar a afectar nuestras vidas a lo largo de la misma. Hay que tener gozo, en medio de ellas. Ya que al gozarnos en las pruebas, estas nos capacitarán más y nos dará algo que llamamos paciencia. El rey David, dijo en el Salmos 40: Pacientemente espere en Jehová. Y se inclinó a mi. Y escucho mi clamor. Y me hizo salir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre las peñas y enderezo mis pasos. Al tener paciencia y al poner sus esperanzas en Dios, David, recibió los resultados que esperaba. El Maestro Jesucristo dijo lo mismo, pero en otras palabras: En el mundo tendréis aflicciones, mas, no teman yo he vencido al mundo. En periodo de dificultades Cristo también nos dice: Mi paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. A diferencia de lo que muchos predican, de que como cristianos no tendremos dificultades, la Palabra de Dios, nos dice otra cosa. La diferencia radica, en que a pesar de las dificultades, tenemos la promesa de parte de Dios, que estará con nosotros todos los días de nuestras vidas hasta el fin. Que a pesar de las aflicciones, de ser probados en todo, nosotros podemos contar con la ayuda de Jesús, y ese sólo hecho, nos da el motivo para estar tranquilo. Para saber que podemos tener paz, aún en medio de la tormenta. Es por esa razón, que mucha gente no entiende como a veces los cristianos estamos metido en dificultades, estamos metido en pruebas grandes, ya sean de problemas económicos, de enfermedades, de situaciones con nuestros familiares y seres queridos, problemas en el trabajo o a lo mejor no tenemos trabajo, ni dinero con el cual cubrir nuestras necesidades básicas, y la gente nos ve gozoso, porque no saben que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Que Cristo a través de su Palabra nos dice que tendremos aflicciones, que tendremos dificultades, pero que al enfrentar esas diferentes pruebas, debemos estar en paz, debemos estar en quietud, porque el paso por ellas y venció. Y al el vencer, nos ha dado las herramientas necesarias para nosotros también vencer cuando estemos atravesando diversas pruebas. Porque como el oro, debemos ser probados en todo, para sacar la mayor pureza de nuestro yo interior. Para poder brillar, con el brillo, que Dios quiere que tu y yo tengamos. Para alcanzar la meta final que es el cielo, debemos pasar con notas sobresalientes las diferentes pruebas. Debemos ser probados en todo, entonces, y sólo entonces, podremos decir, como al final de sus días le dijo el Apóstol Pablo a Timoteo: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día. Y no sólo a mi, sino a también, a todos los que aman su venida.
Posted on: Sat, 16 Nov 2013 10:35:50 +0000
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