Pero, es de suponerse que la inmensa mayoría de estos profetas, - TopicsExpress



          

Pero, es de suponerse que la inmensa mayoría de estos profetas, exorcistas y hacedores de milagros condenados eternamente por el Señor recibieran algún tipo de bautismo. Sin duda. La problemática estriba en “algún tipo ”. La aspersión no es bautismo. Rociar algunas gotas de agua sobre el candidato no es bautizar. Igualmente, sumergirse en agua pero no con el propósito fijado por Dios es rendir nulo el bautismo. ¿Legisla Dios únicamente el modo de bautismo? ¿No legisla él también el designio o propósito? Ciertamente, legisla tanto el propósito como el modo. Dice: “Bautízate… para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). Pero, ¿cómo responde el candidato mal instruido? “Me voy a zambullir en el agua, pues la sepultura en agua es ordenada por Dios, pero no me bautizo para perdón porque ya he sido salvo al tan solo creer” . Dos voluntades se confrontan, sobreponiéndose la del candidato a la de Dios. ¿Y cómo se supone que responda Dios? Despreciado su propósito para el bautismo. Sustituyendo el candidato, guiado por falsos maestros, propósitos humanos por el propósito divino. Procedimientos humanos por los ejemplos de conversión en Hechos de Apóstoles. Eliminando el bautismo de la Gran Comisión los falsos profetas, pastores, evangelistas y maestros. Ni siquiera mencionándolo en llamamientos hechos a los pecadores. Luego, declarándolo no esencial para perdón. ¿Acaso importa el modo pero no el propósito? Solamente la mente obtusa, falta de entendimiento bíblico, entenebrecida por doctrinas de hombres y soberbia frente a claras enseñanzas del Espíritu Santo sería capaz de tener por válido un bautismo que violara la voluntad explícita e inconfundible de Dios. He aquí la conclusión del asunto: el que no se bautiza “para perdón de los pecados” , ¡no recibe el perdón de los pecados! Pese a su fe, arrepentimiento, confesión del nombre, sentimiento de “perdonado”, gozo, cambio de conducta, etcétera. Prematuramente, se declara a sí mismo “salvo”. O, más bien, típicamente lo que pasa es que cuando el candidato acepta al llamamiento, el predicador lo declara “salvo” antes de bautizarlo, y el candidato, ignorando la voluntad de Dios, se lo cree. Debido a este fallo crítico, el candidato no es admitido al reino de Dios por no haber nacido “del agua” , y por ende, no es conocido por el Señor. “Nunca os conocí.” ¿Por qué “nunca” ? Porque nunca se bautizaron conforme al modo o el propósito establecidos por la Deidad.
Posted on: Tue, 10 Sep 2013 04:56:03 +0000

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