¿Por qué hubo un Chávez? Licdo. Evans A. Loo – Abogado Este gobierno, como ninguno anterior, y posiblemente uno de los pocos en el mundo, ha sido extremadamente obediente a todos los postulados y dictámenes emanados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ya Panamá no es un paraíso fiscal, en tres años las Sociedades Anónimas, serán cosas del pasado, y el centro bancario posiblemente un grato recuerdo de otras épocas. Todo dentro de un país, donde su economía se sustenta en servicios, cuando el ingreso del canal de Panamá, ya está comprometido en todos los sentidos. La justificación para haber comprometido nuestra soberanía y vendido nuestra dignidad, por unos préstamos más (porque los dólares los van a tener que devolver las futuras generaciones con creces) estuvo en que si no se cumplía con esas exigencias, ya la banca internacional no nos prestaría más para solventar la voracidad de los sempiternos depredadores de la cosa pública. Yo no sé si es verdad que este gobierno ha robado más en 4 años que los otros en 40, como dice Navarro, lo calla Varela y lo asevera todo aquel a quien no le tocó su pedazo del pastel, o su contratito de ayuda comunitaria. Lo que sí está claro, es que hoy día, con los constantes incrementos de precios de la canasta básica, los pobres siguen siendo y seguirán siendo más pobres, mientras que los que entraron limpios saldrán siendo millonarios, y los millonarios billonarios. Todos los programas que ha emprendido este gobierno, no lo ha hecho con superávits fiscales, sino con dinero que pidió prestado. Aquí el ahorro en la administración pública no existe, y de allí que ni siquiera los sueldos de los empleados públicos se estén pagando con la debida regularidad. Y de aumentos, solo para los diputados y los “serviles de políticos” que están en la administración, los demás que se aguanten o sigan en huelga. La caricatura de planes sociales que con tanta alegoría y desvergüenza se reclaman hoy tanto el gobierno como algunos de la oposición, no han sido sino un demagógico populismo con la finalidad de incrementar la clientela política. Tanto el programa de 100 a los 70, como la beca universal, las jumbo ferias, así como los “regalos” que se hacen para comprometer el voto y la aceptación, no son ningunos planes sociales. Son una burla y un insulto a la inteligencia de cualquiera. Es más, según un reciente reporte del gurú de la economía panameña y de este gobierno (la OCDE) la distancia entre ricos y pobres podría aumentar aún más si el gobierno no adopta verdaderas políticas bienestar público, porque hasta ahora los únicos beneficiados con las millonarias erogaciones han sido solo una parte muy reducida de la población panameña. Cada día se hace mayor la desigualdad de los ingresos, y esta desigualdad ha crecido más en los últimos 4 años, que en los 12 años anteriores. Aun cuando Panamá, ahora nos resulta un país “rico” detrás de Chile, es uno de los países donde la brecha entre ricos y pobres se expande exponencialmente, no importa lo que diga Martinelli y quienes le apoyan. Es evidente que la crisis económica y especialmente la crisis laboral persisten y mientras que la consolidación fiscal se agudiza, se está colocando en situación de riesgo a los sectores más vulnerables en la sociedad, que se verán más afectados con el aumento del costo de la crisis, el día que la burbuja estalle. Hay una apremiante necesidad de proteger a los más vulnerables en la sociedad, cosa que ningún partido político del sistema actual, así como tampoco hay una clase trabajadora con honestidad, sea capaz de ejecutar tal tarea. Si ha habido un gobierno donde la justicia social no ha jugado ningún papel en el momento de elaborar sus políticas, especialmente cuando reforma los sistemas tributarios, ha sido este. En momentos en que varios países desarrollados enfrentan fuertes medidas de austeridad y la inequidad económica se ha convertido en un tema candente y a todas luces insolubles, nuestro gobierno ha hecho precisamente lo contrario. Más gasto, más inversiones a todas luces innecesarias y mayor desigualdad en la prestación de servicios sociales. Hugo Chávez Frías, surge en medio de un panorama social, muy parecido al que se vive en Panamá. Martinelli es una copia al carbón de lo que fue Carlos Andrés Pérez, que con sus faraónicas obras creo la deuda externa más escandalosa de América Latina. No se trata de “hacer obras de concreto” para demostrar que se es un buen gobierno, o para que están pasen a la posteridad. Se trata que la mejor obra que un gobierno debe hacer es consolidar el bienestar de la gente, y atenderla en la calle, en el piso y cuando esta lo reclama. Y hacerlo cara a cara, no por trinos de una red social. Martinelli igual que lo hizo CAP, no quiere bajarse de un avión, porque gobernando para el mundo, hace más feliz a la gente que se conforma con tener una hoja web que vale un millón de dólares. Un tipo como Chávez, tenía que surgir en la Venezuela post-Carlos Andresista, como fue necesario un Torrijos en 1968. Y algo similar, más temprano que tarde sucederá en Panamá. Todos piensan, y de manera equivocada que un golpe de estado o un cambio radical, solo es posible con las armas, con una milicia o una policía armada hasta los dientes. Y la prueba más palmaria está en la forma como salieron los colombianos de Panamá en 1903, los ingleses de la india en 1947 o los norteamericanos del Canal de Panamá en 1999. Ya ha habido suficientes muertos en este gobierno por las protestas, que no va ser necesario que haya ninguno más. Por más que lo quieran muchos, para después sustentar sus cargos y posiciones políticas sobre la base de la sangre de sus parientes. Y cuando surja un fulano de tal en Panamá, como quiera que se llame… no se vayan a preguntar como los sempiternos perdedores, ¿por qué Hubo un Chávez Frías…? Lea. Acuda a biblioley y descargue su libro virtual. Licdo.Evans A.Loo Abogado visapanama.net Tel: 1-407-490-1558 / 1-407-490-1559
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 04:14:26 +0000