“¡Qué precioso es el hombre, creado a imagen de Dios!” - TopicsExpress



          

“¡Qué precioso es el hombre, creado a imagen de Dios!” (Pirkei Avot 3:18). ¿Qué significa ser creado a imagen de Dios? A diferencia de otras creaciones, el ser humano posee libre albedrío. Dentro de esta chispa Divina está nuestro potencial para moldear y cambiar al mundo. El uso adecuado del libre albedrío embellece y perfecciona al mundo, el mal uso puede destruirlo. Aprender a utilizar el libre albedrío adecuadamente es una tarea exclusiva del ser humano El uso adecuado del libre albedrío embellece y perfecciona al mundo, el mal uso puede destruirlo.Tomar Conciencia del Libre Albedrío Considera la siguiente situación: Un vagabundo se encuentra en el medio de una calle fría y sucia, empujando un carro de supermercado cargado con sus pertenencias. Desesperadamente, él pide dinero y busca en los basureros restos de comida. Ahora imagina que le das 10 millones de dólares. ¿Qué haría él con ese dinero? Compraría una casa, ropas nuevas y mucha comida... Pero digamos que escondes el dinero en el fondo de su bolso, y él no sabe que tiene esos 10 millones de dólares. Entonces, él seguirá viviendo con la misma miseria, con la misma desesperación. El libre albedrío nos otorga un enorme poder y potencial. Sin embargo, si no nos damos cuenta del poder que tenemos, entonces, no podemos explotarlo. Podemos vivir la vida de un mendigo, cuando en realidad somos de la realeza. El Talmud dice: Más grande que el regalo del libre albedrío, es el hecho de que Dios nos dijo que tenemos libre albedrío. Si no nos damos cuenta del poder que tenemos, entonces, no podemos explotarlo.¿Qué es el Libre Albedrío? Es un día extremadamente caluroso y húmedo. Pasas arrastrándote al lado de la tienda de helados, ¡y ves que hay 10 nuevos sabores! ¡El especial del día! ¡Frozen Yogurt! Entras y pides: “Uno doble de chocolate por favor”. ¿Escoger chocolate entre la gran variedad de sabores es una decisión en la cual utilizas tu “libre albedrío”? No. Es simplemente el ejercicio de una preferencia, así como una vaca escoge comer pasto en lugar de paja. “Libre albedrío” se refiere al tipo de decisión que es única en los seres humanos: la moralidad. Pero no pienses erróneamente que “moralidad” es la elección entre “el bien y el mal”. Todos escogen ser “buenos” - inclusive la persona más malvada e inmoral. Hitler racionalizaba que los judíos eran los enemigos del mundo y en su mente justificaba sus acciones como algo “bueno”. Mejor dicho, libre albedrío es decidir entre la vida y la muerte. Así como está escrito en la Torá: “He puesto delante de ti, la vida y la muerte... Escoge la vida para que puedas vivir”. La Ruta de Escape ¿¡Acaso existe alguien que elija la muerte sobre la vida realmente!? Todos queremos ser grandiosos. Sin embargo, alcanzar nuestros objetivos requiere de mucho esfuerzo. Así que nos distraemos y tomamos el camino fácil. La ruta de escape. Es domingo por la tarde y estás aburrido. Tomas el control remoto de la TV y te echas en el sofá. Podrías estar utilizando tu tiempo para leer y crecer, pero prefieres escoger la opción fácil de pasar la tarde sin hacer ningún esfuerzo... escapándote al mundo de la TV. Cada día nos enfrentamos a muchas rutas de escape. Soñar despiertos, tomar drogas, revisar nuestro mail por séptima vez en una hora... Matar el tiempo es un suicidio a largo plazo. Y el suicidio es la forma más extrema y drástica de escape. Considera lo siguiente: Un hombre esta a punto de saltar del puente de Brooklyn. Los equipos de televisión están en la escena. “El público tiene derecho a saberlo. ¿Por qué estás saltando?”. “¡Perdí 10 millones de dólares en la bolsa! ¡Estoy devastado! ¡Estoy acabado!”. “¿Aún te queda algo?”. “Bueno, entre mi chateau en Suiza, el Yate y el Rolls Royce, creo que todavía tengo como tres millones y medio”. “¿¡Tres millones y medio!? ¡Eso es más de lo que yo podré ganar en toda mi vida! ¡Tú realmente podrías disfrutar la vida! Además, si ganaste 10 millones de dólares una vez, entonces inténtalo y podrás ganar otros 10 millones”. “Es verdad. ¿¡Pero sabes lo doloroso que es perder 10 millones de dólares!?”. Zuuup - él salta. ¿Por qué este hombre saltó? Él era relativamente rico, y podía haber ganado más dinero, pero sólo pensaba en el dolor tan terrible de su pérdida - y no podía tolerar ese dolor. Entonces él se escapó. Tomó el camino de salida más fácil para evitar el dolor y el esfuerzo de enfrentarse a sus problemas y desafíos. “Ser o no ser, esa es la cuestión. Ya sea resistir los golpes y dardos de la insultante fortuna, o tomar las armas contra el destino... para acabar con todo” - William Shakespeare. El judaísmo dice lo contrario. La grandeza reside en cómo resolver los conflictos; en utilizar nuestro libre albedrío para crecer - no renunciar. En enfrentar la realidad - no escapar. Vivir y no morir. Cuando escapamos de los problemas, perdemos la oportunidad de crecer. Es una batalla constante en cada momento de nuestras vidas. Aquí está la manera de ganar: Nuestra grandeza recae en cómo resolvemos estos conflictos - en usar nuestro libre albedrío para luchar y ganar.Cinco Niveles en la Lucha para Ejercer el Libre Albedrío Primer Nivel: Conociéndote a Ti Mismo Date cuenta de las decisiones que estás tomando. La vida es un caudal constante de decisiones. Una vez que te sensibilizas ante el hecho de que estás tomando decisiones constantemente, entonces podrás controlarlas. Eso se llama utilizar tu libre albedrío activamente, y no pasivamente. No dejes que las decisiones pasen por encima de ti. Levanta tu periscopio. Pregúntate: ¿Por qué estoy leyendo este artículo en este momento? ¿Simplemente estoy navegando en el Web? ¿O acaso tengo una meta específica? Tus decisiones moldean tu vida y determinan tu destino. Hazte cargo. Si no lo haces, eres sólo un peatón observando la vida pasar frente a ti. Segundo Nivel: No Seas un Títere No aceptes las creencias de la sociedad como tuyas a menos que las hayas pensado y las hayas aceptado. Vive para ti, no para la sociedad. Evalúa tus decisiones del pasado. Comienza cada día nuevamente. No te quedes encerrado en las decisiones que tomaste hace años atrás, o incluso en las que tomaste ayer. La carrera que elegiste hace un tiempo puede no ser la mejor opción para ti hoy en día. Ó... Sólo porque en un momento decidiste que no hay Dios, eso no significa que hoy no puedes encontrar más pruebas y tomar una decisión más informada. Revisa tus suposiciones y verifica que sean realmente tuyas y de nadie más. No seas un títere de la sociedad. Tercer Nivel: Distingue Entre el Cuerpo y el Alma Dentro de cada uno de nosotros se desarrolla constantemente una gran batalla. Es una batalla entre lo que quiere nuestra alma y los deseos de nuestro cuerpo. Hay momentos en los que tú sabes objetivamente que algo es bueno para ti, pero tus deseos físicos se interponen en el camino y distorsionan tu perspectiva. Así es como las líneas de batalla se descomponen: CUERPO: Gravita hacia comodidades transitorias y placeres sensuales. Deseos de renunciar, de soñar, de dejarse llevar por las pasiones, de posponer las cosas. Dice: “Dame un poco de comida, un techo, una almohada - y deja que me tome la vida con calma”. Busca el escape del sueño... deslizándose hacia la muerte ALMA: Busca el entendimiento, el sentido, la productividad, el logro, la permanencia, la grandeza. Se enfrenta a los desafíos. Abraza la realidad y la verdad. El Midrash nos cuenta sobre un grupo de soldados victoriosos regresando del campo de batalla. Ellos venían marchando y cantando, regocijándose con la victoria. Un hombre sabio los vio y les dijo: “Amigos, ustedes están regresando de una batalla simple. Ahora enfrentarán una verdadera guerra. La guerra que se desarrolla dentro de ustedes mismos”. Esta es la guerra del libre albedrío. Inclusive que hayas ganado la batalla una vez, el enemigo siempre estará en tu campamento, constantemente detrás de ti. No importa qué tan lejos corras, él vendrá por ti. Algunas veces incluso podemos oírnos batallando.Algunas veces incluso podemos oírnos batallando. He aquí una conversación que pudiste haber tenido contigo mismo: Alma: “Hay que poner algunas metas”. Cuerpo: “Déjame en paz, prefiero dormir”. Alma: “¡Vamos, hay mucho para hacer!”. Cuerpo: “Relájate, ¿qué importa si esperamos hasta mañana?”. ¿Qué está pasando realmente? ¿Acaso eres esquizofrénico? No. Sólo tienes una guerra interna. No dejes que tu cuerpo te haga una emboscada. Identifica quién está hablando, ¿tu cuerpo o tu alma? Pues hasta ese momento, ni siquiera sabes por qué has tomado una decisión. Evita las rutas de escape. Escoge lo que sea significativo y productivo. Escoge la vida. Cuarto Nivel: Identifícate con Tu Alma, No con Tu Cuerpo Señálate a ti mismo. ¿Quién eres? El judaísmo dice que tu alma es tu verdadero “yo”. El cuerpo dice: “Tengo hambre”: El alma dice: “Mi cuerpo necesita comida”. El cuerpo dice: “Estoy cansado”. El alma dice: “Mi cuerpo necesita dormir”. Alcanza la paz interior. ¡Domina a tu cuerpo al identificarte con tu alma! El Talmud enseña: “Los justos le hablan a sus deseos físicos, mientras que los malvados dejan que sus deseos les hablen”. La pregunta es: ¿Quién dirige el show? ¿Quién dictaminará lo que harás? Estás tratando de ponerte a dieta y alguien te ofrece una deliciosa rebanada de pastel de chocolate. Tu primera reacción es “No, no debo hacerlo, estoy en una dieta estricta”. Pero mientras observas el pastel, tu cuerpo empieza a persuadirte: “Sólo un pedazo pequeño, no te hará daño. Podemos empezar la dieta mañana...” Esa fue una excelente estrategia - ¡uno a cero a favor del cuerpo! Date cuenta de que el cuerpo no te dice “Olvídate de la dieta, cómete el pastel, sé gordo”. El cuerpo sabe que vas a rechazar un razonamiento así. En lugar de eso, el cuerpo te hace creer que puedes darle sólo un pequeño mordisco y luego seguir en control. Pero el cuerpo es implacable, y cada vez que te rindas, será más difícil resistir la próxima vez. Entonces, ¿cuál es un buen contraataque? Vence al cuerpo con su misma técnica.Vence al cuerpo con su misma técnica. Persuádelo de la misma forma en que él te persuade a ti. ¿Quieres mantener una rutina de ejercicio? No le digas a tu cuerpo: “De hoy en adelante, cada mañana, 50 flexiones de brazos”, sino que dile: “Ejercitaremos sólo por cinco minutos y después comeremos pastel”. Un corredor sale por primera vez a correr una distancia grande. El cuerpo protesta: “No seas masoquista... nos dará un ataque cardiaco... no llegaremos más allá de esa esquina... ¡detente de una vez!”. Únicamente con mucha fuerza de voluntad él será capaz de romper la resistencia del cuerpo y obtener su consentimiento. ¿Cómo? Explicándole constantemente las ventajas de estar en forma, ser delgado y saludable. “¡Esto es lo que realmente quieres... piensa que después te sentirás mejor... serás respetado... imagina cuánto más podrás vivir!”. Dos meses después de esto, si un día no vas a correr, el cuerpo te dirá: “Hey, extraño el placer de ese ejercicio, ¿qué está pasando?”. La única forma de ganar es hacer que el cuerpo desee lo que el alma desea. No hay otra manera de alcanzar la paz, pues aunque hagas todo lo que el cuerpo quiera, tu alma nunca se dará por vencida. Nunca. Pero el cuerpo puede adaptarse al alma. Y aunque le “duela” un poquito alejarse de un placer, podrá sobrevivir sin él. Es la única solución práctica. La verdadera paz viene únicamente cuando el cuerpo desea el éxito del alma. Quinto Nivel: Haz que la Voluntad de Dios sea Tu Voluntad El nivel más elevado de libre albedrío no es cuando te preguntas “¿Qué es lo que mi alma quiere?”, sino cuando te preguntas “¿Qué es lo que Dios quiere?”. Cuando tu interés principal es hacer lo que Dios quiere, entonces habrás alcanzado la forma de vida más elevada. Estás utilizando tu libre albedrío para fusionarte con la fuerza más poderosa y significativa del universo: con lo Trascendental. El libre albedrío es la elección entre la vida y la muerte. Apégate a Dios y te apegarás a la eternidad - la forma más absoluta de vida. Haz que tu voluntad sea hacer Su voluntad. Y si lo haces, serás un poquito menos que Dios mismo. Serán socios para cambiar el mundo. En Resumen Primer nivel: No seas un sonámbulo. Toma decisiones activamente. Segundo nivel: No seas un títere de las metas de la sociedad, o un esclavo de tus viejas decisiones. Tercer Nivel: Sé consciente del conflicto que existe entre los deseos de tu cuerpo y las aspiraciones de tu alma. Cuarto nivel: Identifícate con tu alma y no con tu cuerpo. Quinto nivel: Haz que la voluntad de Dios sea tu voluntad.
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 18:33:26 +0000

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