R. Jizquiá dijo: Todo aquel que estudia la Torá a esa hora tiene - TopicsExpress



          

R. Jizquiá dijo: Todo aquel que estudia la Torá a esa hora tiene constantemente una parte en el mundo futuro. R. Yose le dijo, preguntándole: ¿Qué quieres decir con “constantemente”? Respondió: He aprendido que a medianoche, cuando el Santo, Bendito Sea, entra en el Jardín de Edén, todas las plantas del jardín son más plenamente irrigadas por la corriente que se llama “la corriente antigua” y “la ...corriente de la delicia”, cuyas aguas nunca dejan de fluir. Cuando un hombre se levanta y estudia la Torá a esa hora, el agua de esta corriente es derramada sobre su cabeza y lo irriga junto con las otras plantas del Jardín de Edén. Más aún, porque todos los justos en el Jardín lo escuchan se le acuerda un derecho a ser irrigado por esa corriente. Y de esta manera tiene constantemente una porción en el mundo futuro. R. Abba iba de viaje desde Tiberíades para encontrarse con otros estudioso en la casa de su suegro. Lo acompañaba su hijo R. Jacob. Cuando hubieron llegado a Kfar Parsha, decidieron pasar allí la noche. R. Abba dijo a su anfitrión: ¿Tienes aquí un gallo? Le preguntó el anfitrión: ¿Por qué? Porque, dijo, quiero levantarme precisamente a medianoche. Le contestó que no necesitaba para ello un gallo. Yo tengo –agregó- un reloj de agua junto a mi cama y del cual el agua sale gota a gota hasta exactamente a medianoche. Cuando toda el agua se ha vaciado y la rueda gira para atrás, produce un fuerte ruido que despierta a toda la casa. Lo hice en consideración a cierto anciano que acostumbraba siempre levantarse a medianoche para estudiar la Torá. R. Abba dijo: Bendito sea Dios por haberme mandado aquí. A medianoche la rueda del reloj de agua osciló para atrás, y R. Abba y R. Jacob se levantaron. Oyeron la voz de su anfitrión, que estaba sentado en la parte inferior de la casa con sus dos hijos y decía: Está escrito: “Medianoche me levantaré para agradecerte por tus juicios rectos”. [103] Como está omitida la palabra “a” podemos tomar “Medianoche” como una invocación del Santo, Bendito Sea, que, así dirige David porque El se encuentra con su comitiva a medianoche, por ser esa la hora en que El entra en el Jardín de Edén para conversar con los justos. R. Abba dijo a R. Jacob: Verdaderamente tenemos ahora una oportunidad para asociarnos con la Schejiná. Así fueron y se sentaron a su lado y le dijeron: Repite lo que acabas de decir, porque es excelente. ¿De dónde lo tomaste? Respondió: Lo aprendí de mi abuelo. Él me dijo que durante las primeras tres horas de la noche los ángeles acusadores abajo andan activamente por el mundo, pero exactamente a medianoche Dios entra en el Jardín de Edén y abajo cesan las acusaciones. Estas ceremonias nocturnas arriba tienen lugar sólo exactamente a medianoche; esto lo sabemos de lo que se dice de Abram, que: “La noche fue dividida para ellos”[104]; también de las palabras: “Y aconteció en la mitad de la noche” en el relato del Éxodo[105], y de muchos otros pasajes en la Escritura. David lo sabía, porque - así como dijo el anciano- de esto dependía su reinado. Por eso acostumbraba levantarse a esa hora y cantar alabanzas, y por eso se dirigía a Dios como “Medianoche”. También dijo: “Yo me levanto para dar gracias a Ti por Tus juicios rectos”, porque esta es la fuente de la justicia, y de aquí derivan los juicios de los reyes terrenales. Por eso David nunca omitía levantarse y cantar alabanzas a esa hora. R. Abba vino y lo besó diciendo: Seguramente es así. Bendito sea Dios que me ha mandado aquí. Pues la noche es el tiempo del juicio en todo lugar, como lo hemos establecido plenamente y como se ha comentado en presencia de R. Simeón. El joven hijo del anfitrión preguntó entonces: Si es así, ¿por qué dice “medianoche”? Contestó: Está establecido que la Majestad celestial se levanta a Medianoche. El muchacho dijo: Yo puedo dar otra explicación. R. Abba dijo: Habla, hijo mío, pues a través de tu boca hablará la voz de la Lámpara (R. Simeón) A esto dijo: Lo que yo he oído es lo siguiente: La noche es en verdad el tiempo del juicio real, y ese juicio se extiende por igual a todas partes. Pero, la Medianoche se nutre de dos lados, de la justicia y de la clemencia; solamente la primera mitad de la noche es el tiempo del juicio, pero la segunda mitad se halla iluminada del lado de la clemencia, de Jésed. Por eso David dijo “Medianoche”. R. Abba se levantó y puso sus manos sobre su cabeza y lo bendijo, diciendo: Efectivamente, pensé que la sabiduría sólo se encuentra en unos pocos piadosos favorecidos. Ahora veo que en la generación de R. Simeón hasta los niños están dotados de sabiduría celestial. Feliz eres tú, R. Simeón. Desdichada será la generación cuando tú partas de ella. Así estaban sentados hasta la mañana estudiando la Torá. R. Abba habló entonces sobre el texto: Tu pueblo todo es de justos, por siempre heredarán la Tierra, una rama de mi plantío.... [106] Dijo: Nuestros colegas han señalado que estas palabras no pueden tomarse literalmente, dada la cantidad de pecadores en Israel que violan los preceptos de la Ley. El sentido, como lo hemos aprendido en la enseñanza esotérica de nuestra Mishná, es: “Feliz Israel que trae una ofrenda aceptable al Todopoderoso al circuncidar a sus hijos en el octavo día. Por eso se torna porción del Tzadik,(“del Justo”), que es el fundamento del mundo y se lo llama justo; y por eso heredarán por siempre la tierra. Son “la rama de mi plantío”: es decir, una rama de esos vástagos que Dios plantó en el Jardín de Edén y de los cuales la tierra aquí mencionada es una. De ahí que Israel tiene una porción benigna en el mundo futuro, como está escrito: “Los justos heredarán la Tierra”[107]. También hemos aprendido: “La razón por la que el nombre de Abraham aparece por primera vez en conexión con la circuncisión. Es que cuando fue circuncidado se asoció con la letra Hé y la Schejiná “se posó sobre él”. R. Abba dijo: Feliz es Israel porque Dios lo que ha elegido de todos los pueblos y le dio este signo del pacto. Pues todo aquel que tiene este signo del pacto no descenderá a la Guehena si lo cuida adecuadamente, no sometiéndose a otro poder u obrando falsamente con el nombre del Rey. Traicionar a este signo es traicionar al nombre de Dios, como está escrito: “Han obrado traidoramente contra el Señor porque han alumbrado niños extraños”[108] R. Abba dijo luego : Cuando un hombre toma a su hijo para iniciarlo en este pacto, Dios llama a los ángeles ayudantes y dice: “Ved qué criatura Yo he hecho en el mundo”. En ese momento Elías atraviesa el mundo en cuatro saltos y se presenta allí; y por esta razón se nos enseñó que el padre ha de preparar una silla especial en su honor, y decir: “Esta es la silla de Elías”. Si omite hacerlo, Elías no lo visita ni tampoco asciende y testifica ante el Todopoderoso que la circuncisión se ha efectuado. ¿Por qué Elías debe testificar? Por la razón siguiente. Cuando Dios le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”[109], él respondió: “He sido muy celoso para el Señor, el Dios de los Ejércitos, pues los hijos de Israel han abandonado tu pacto”. Dios le dijo: “Como tú vives, toda vez que mis hijos impriman esta señal en su carne, tú estarás allí, y la boca que objetó a Israel por abandonar el pacto, atestiguará que ellos lo observan”. Nuestros maestros también enseñaron que la razón por la que Elías fue castigado era porque trajo falsas acusaciones contra los hijos de Dios. En ese momento era pleno día y se levantaron para marchar, pero el anfitrión vino a ellos y dijo: ¿No queréis terminar el asunto que estuvisteis tratando anoche? Le dijeron: ¿Qué quieres decir? El dijo: Mañana tenéis una posibilidad de ver al responsable por el pacto a Elías, pues mañana se celebra la circuncisión de mi hijo, y mi mujer os pide que estéis. R. Abba dijo: Estamos invitados a un acto piadoso y si nos quedamos será para ver la presencia divina. Consiguientemente permanecieron todo ese día. Cuando vino la noche el anfitrión reunió a todos sus amigos y estudiaron la Torá toda esa noche y ninguno de ellos durmió. El anfitrión les dijo: Que os plazca que cada uno haga una exposición de la Torá. Entonces uno comenzó a discurrir sobre el texto: Pues que hubo un desnudamiento de carne en Israel, porque el pueblo se ofrendó voluntariamente, bendecid al Señor. [110] La razón por la que Débora y Barak comenzaron su canto con estas palabras fue la siguiente. Como se nos enseñó, el mundo descansa solamente sobre el pacto de la circuncisión de acuerdo con el versículo de Jeremías, XXXIII, 25: “Si no fuera por mi pacto del día y la noche yo no hubiera establecido las ordenanzas del cielo y la tierra”. De ahí que mientras Israel observa este pacto, el cielo y la tierra siguen en su ruta señalada. Pero si Israel descuida este pacto, el cielo y la tierra son perturbados y el mundo no recibe bendición. Ahora bien, en el tiempo de los Jueces, los Gentiles tuvieron poder sobre Israel sólo porque Israel descuidó este pacto, a tal punto que los hijos de Israel no descubrían la carne después de la circuncisión: esto lo indican las palabras: “Y los hijos de Israel abandonaron al Señor”. De ahí que Dios los libró a la mano de Sisera, hasta que Débora vino e hizo que Israel se circuncidara adecuadamente; entonces sus enemigos cayeron ante ellos. De manera similar, como lo hemos aprendido, Dios dijo a Josué: “¿No conoces que los israelitas no están adecuadamente circuncidados, que la carne no fue descubierta, y entonces cómo esperas conducirlos al país y someter a sus enemigos?” De ahí que Dios le dijo: “Circuncidad de nuevo a los hijos de Israel”[111]. Y hasta que se efectuó el descubrimiento, no entraron en el país y sus enemigos no fueron sometidos. Así, aquí, cuando Israel se dedicó a observar esta señal, sus enemigos fueron sometidos y la bendición retorno al país. Entonces, otro discurrió sobre el texto:”Y aconteció en el camino a la posada que el Señor lo encontró y procuró matarlo”. Dijo: “A él” significa aquí Moisés. Dios le dijo: “¿Cómo puedes pensar en sacar a Israel de Egipto y humillar a un gran rey, si has olvidado mi pacto, pues tu hijo no está circuncidado?”. Entre tanto “procuró matarlo”: es decir, como lo hemos aprendido, Gabriel bajó en una llama de fuego para destruirlo, teniendo la apariencia de una serpiente quemante que quería eliminarlo. La forma de una serpiente fue elegida como emblema del rey de Egipto que se compara a una serpiente[112]. Ziporah, sin embargo, advirtió a tiempo y circuncidó a su hijo, de modo que Moisés fue liberado. Está escrito: “Y Ziporah tomó un pedernal y cortó el prepucio de su hijo”, guiada por una inspiración repentina. Entonces otro discurrió sobre el texto: Y José dijo a sus hermanos, acercaos a mí, os ruego, y ellos se acercaron. [113] Dijo: Al ver que ellos estaban ya parados al lado de él, ¿por qué les dijo que se acercaran? La razón es que cuando les dijo: “Yo soy José vuestro hermano”, ellos se desconcertaron en silencio, al ver su estado real, y él les mostró la señal del pacto y les dijo: “Es a través de esto que yo alcancé el presente estado, al mantener eso intacto”. De esto aprendemos que quien guarda intacta esta señal del pacto está destinado a la reyecía. Otro ejemplo es Boaz, el cual dijo a Ruth: “Vive el Señor, estate acostada hasta la mañana”[114]. Con esta conjuración él exorcizó su pasión, y porque guardó el pacto se convirtió en el progenitor del más grande linaje de reyes, y del Mesías, cuyo nombre está ligado al de Dios. Otro comentó entonces el texto: “Aunque un ejército acampe contra mí... en esto yo confiaré”. [115] Dijo: Hemos aprendido que la palabra “esto” (zot) alude a la señal del pacto, que siempre está en la persona de un hombre y también tiene su contraparte arriba. Si es así, ¿por qué solamente David confiará en ello y ningún otro? La respuesta es que ese zot fue ligado a él en un grado peculiar, siendo la corona del reino. Fue a causa de que David no la guardó adecuadamente que el reinado le fue retirado por tiempo tan largo. Pues Zot también simboliza el reino superior de Jerusalem, la ciudad santa, y cuando David pecó salió una voz y dijo: “David, ahora serás separado de aquello con lo cual estuviste unido; eres expulsad de Jerusalem y el reino te es arrebatado”; de esta manera fue castigado en aquello en que había pecado. Y si David pudo ser castigado así, ¿cuánto más otros hombres? Otro discurrió entonces sobre el texto: “A menos que el Señor haya sido mi ayuda, mi alma pronto estaría en silencio (Duma). [116] Dijo: Hemos aprendido que este mismo pacto es lo que salva a Israel de descender a la Guehena y ser entregado a manos de Duma como otras naciones. Pues hemos aprendido que cuando un hombre abandona este mundo, numerosos ángeles descienden merodeando para tomarlo, pero cuando ellos ven esta señal del pacto santo lo dejan y no es librado a las manos de Duma, de modo de ser bajado a la Guehena. Ángeles de arriba y ángeles de abajo temen igualmente esa señal, y no se inflige tortura al hombre que fue capaz de guardar esta señal, porque mediante ellas es ligado al nombre del Santo, Bendito Sea. Así ocurrió con David, cuando fue destronado y arrojado de Jerusalem, temió que sería entregado a las manos de Duma y morir en el mundo futuro, hasta que le llegó el mensaje: “El Señor también apartó tu pecado, para que tú no mueras”[117]. Entonces fue que exclamó: “A menos que el Señor haya sido mi ayuda...”, etc. Otro discurrió entonces de la manera siguiente: ¿Qué quería significar David al decir, cuando huía de delante de Absalom: “Y él me mostrará a ambos, a él mismo (otó) y su habitación” [118] Dijo: ¿Quién puede ver a Dios? En verdad la palabra otó significa aquí, no “a él”, sino “su señal”, y es como hemos aprendido, que cuando fue decretado el castigo a David, y él supo se debía a que no había guardado adecuadamente esa señal, que es la suma y sustancia de todo, y sin la debida observancia de la cual nadie puede llamarse justo, oró para que Dios le mostrara esa señal, temiendo que hubiese partido de él, porque de ella dependían, a la vez, su trono y Jerusalem. De ahí que uniera la señal y la habitación, significando que el reino conferido por esa señal sería restaurado a su lugar. Otro discurrió entonces sobre el texto: “Yo sólo veo en mi carne a Dios”. [119] Dijo: Las palabras “mi carne” han de tomarse literalmente como el lugar donde está impreso el pacto, como hemos aprendido: “Cuando un hombre es marcado con esta santa impronta, a través de ella ve a Dios”, porque el alma (neshamá) está ligada a este lugar. Por tanto, si no lo guarda, está escrito de él, “pierden el alma (neshamá) dada por Dios”[120]. Pero, si lo guarda, la Schejiná no se separa de él. No puede estar seguro de ello hasta que se casa, cuando por fin la señal entra en su lugar. Cuando el hombre y la mujer están juntos unidos y son llamados por un nombre, entonces el favor celestial descansa sobre ellos, el favor, Jésed, que sale de la sabiduría superior y está abarcada en el varón, de modo que la mujer también está firmemente establecida. Además, se ha señalado que la palabra para “Dios” en este pasaje, o sea, Eloah, se puede dividir en El, que significa la radiación de la Sabiduría; la letra Vav, significa el varón, y la letra Hé significa la mujer; cuando están juntos, se emplea el nombre Eloah, y la santa neshamá se une a este lugar. Y como todo depende de esta señal, está escrito: “Y en mi carne veré a Eloah”. Felices son los hijos de Israel, los únicos que están ligados al Santo, Bendito Sea, felices en este mundo y felices en el futuro; de ellos está escrito: “Pues los que adhieren al Señor vuestro Dios, sois vivientes cada uno en este día”[121]. R. Abba dijo: Me asombra de que con tanto saber aún sigáis viviendo en esta aldea. Ellos le dijeron: Si los pájaros arrojados de sus hogares, no saben a dónde volar, como está escrito: “Como un pájaro que vaga desde su nido, así es un hombre que vaga desde su lugar”[122]. Es en este lugar que hemos estudiado la Torá, porque es hábito nuestro dormir la mitad de la noche y estudiar durante la otra mitad. Y cuando nos levantamos por la mañana, el aroma de los campos y el murmullo de los ríos parecen instilar la Torá en nosotros, y así se fija en nuestras mentes. Una vez este lugar recibió castigo por descuido de la Torá y un número de denodados estudiosos fue sacado: por eso estudiamos día y noche, y el lugar mismo nos ayuda; quien deja este lugar es como se dejara la vida eterna. Entonces R. Abba levantó sus manos y lo bendijo. Así estuvieron sentados durante la noche, hasta que al fin dijeron a algunos muchachos que estaban con ellos: Salid y ved si es de día, y cuando volváis que cada uno de vosotros diga algún trozo de la Torá a nuestro distinguido visitante. Salieron y vieron que era de día. Uno de ellos dijo: En este día habrá un fuego desde arriba. Otro dijo: Y en esta casa. Un tercero dijo: Hay un anciano que en este día será quemado con fuego. Guarde Dios, dijo R. Abba, que estaba muy perturbado y no sabía que decir. Exclamó: Un cordel de la voluntad divina fue agarrado sobre la tierra. Y así fue efectivamente, porque en ese día los compañeros vieron el rostro de la Schejiná y estuvieron rodeados de fuego. En cuanto a R. Abba, su rostro estaba enardecido con la ebriedad de la Torá. Se ha registrado que en ese día no abandonaron la casa, que estaba envuelta en humo, y propusieron ideas nuevas como si en ese día hubieran recibido la Torá en el Monte Sinaí. Cuando se levantaron no sabían si era de día o de noche. R. Abba dijo: Mientras estamos aquí que cada uno diga alguna palabra nueva de sabiduría para ofrecer una adecuada retribución al dueño de la casa que hace la celebración. Entonces uno comenzó con el texto: “Bendito es el hombre a quien elegiste e hiciste que se acercara a Ti para que pueda morar en tus patios atrios; nosotros estaremos satisfechos con la bondad de tu casa, el santo lugar de tu Templo”. [123] Dijo que este versículo primero habla de atrios, luego de casa, luego de templo. Estos son tres grados, uno dentro del otro y uno encima del otro. Primero un hombre “mora en tus patios”, y de él se puede decir “el que queda en Sión y el que permanece en Jerusalem se llamará Santo”[124]. Como paso siguiente: “Estamos satisfechos con la bondad de tu casa”, que se explica por el texto: “Una casa ha de construirse con sabiduría”. Se ha de señalar que no dice “la sabiduría será construida como una casa”, lo que implicaría que la sabiduría misma se llama “casa”, sino “con sabiduría”, que alude al versículo “un río salió de Edén para irrigar el Jardín”. Por último, “el santo lugar de tu Templo” (Hejal) es la culminación de todo, como se nos ha enseñado: La palabra Hejal (“Templo”) se puede dividir en Hé y kol (“todo”), que implica que ambos están en él en unión completa. Las palabras iniciales del versículo: “Bendito es el hombre a quien elegiste e hiciste acercar a Ti”, indican que quien trae a su hijo como una ofrenda ante Dios complace con ello a Dios, de modo que El lo acerca y coloca su morada en dos patios, que El une de modo de formar uno solo, y de ahí el plural “patios”. Por eso, cuando los hombres piadosos que vivieron en este lugar en tiempos pasados hicieron esta ofrenda de sus hijos, acostumbraban empezar exclamando: “Bendito aquel a quien elegiste y acercaste, él morará en tus patios”, mientras que los acompañantes presentes respondían: “Nosotros seremos satisfechos con la bondad de tu casa, el santo lugar de tu templo”. Luego el oficiante dijo la bendición: “Que nos santificó con sus mandamientos y nos ordenó iniciar al niño en el pacto d nuestro padre Abraham”, mientras los presentes respondían: “Como tú lo has iniciado...”. este ritual está de acuerdo con el dicho: “Un hombre primero ha de rogar por sí mismo y luego por su vecino”, como está escrito: “Y el sumo sacerdote hará expiación por él y, luego, por toda la congregación de Israel”, primero por él y, luego, por la congregación. A esta costumbre adherimos, pues si consideramos adecuado. R. Abba dijo: Seguramente es así, y quien no recita estas palabras se excluye de los diez pabellones que Dios se propone erigir para los justos en el mundo futuro, y que dependen de esto totalmente. Por eso hay en este versículo diez palabras, cada una de las cuales, si se las recita con fe apropiada, es para hacer un pabellón. Feliz vuestra suerte en este mundo y en el mundo por venir, pues la Torá se halla establecida en vuestros corazones como si hubierais estado personalmente en el Monte Sinaí cuando la Ley le fue dada a Israel. Otro comentó el texto: “Harás para mí un altar de tierra, y sacrificarás sobre él tus ofrendas de holocausto y tus ofrendas de paz”[125] Dijo: Hemos aprendido que quien hace la ofrenda de su hijo es estimado no menos digno que si hubiera ofrendado a Dios todos los sacrificios en el mundo y hubiese construido un altar ante El. Por eso es adecuado que haga una especie de altar en la forma de un recipiente lleno de tierra sobre el cual pueda efectuarse la circuncisión, de modo que Dios se lo reconozca como si hubiese sacrificado sobre él ofrendas de holocausto y ofrendas de paz, ovejas y bueyes, y estar aún mejor complacido con ello. Pues así está escrito en la segunda mitad del texto: “En cada lugar donde yo registro mi nombre vendré a ti y te bendeciré”, donde las palabras: “Yo registraré mi nombre” se refieren a la circuncisión, de la cual está escrito: “El secreto del Señor está con aquellos que lo temen, y él les mostrará su pacto”[126]. Lo mismo en cuanto al altar de tierra. En el versículo siguiente leemos: “Y si tú me haces un altar de piedra”. Estos se refiere al prosélito que viene de un pueblo terco y de corazón petrificado. El texto continúa: “No construirás de piedras picadas”. Esto significa que el prosélito debe entrar en el servicio de Dios y no debe ser circuncidado hasta que elimina de su mente el culto extraño que practicó hasta entonces y aparta de su corazón la petrificación. Pues si es circuncidado antes de hacerlo, es como una estatua que aunque tiene figura, sigue siendo piedra. De ahí que “no construirás de piedras picadas”, pues si aún es obstinado, “has alzado tu herramienta y la has manchado”. Es decir, el acto de la circuncisión no le es aplicable. De ahí que es feliz la suerte de aquel que trae esta ofrenda con alegría y con esto es grato a Dios; y es adecuado que se regocije en esta merced el día entero, como está escrito: “Pues todos aquellos que ponen su confianza en Ti se regocijarán, siempre estallarán en júbilo, y los que aman Tu Nombre se exaltarán en Ti”[127]. Otro discurrió entonces sobre el texto: “Y cuando Abraham era de noventa año (literalmente año) y nueve años de edad, el Señor apareció...y le dijo, Yo soy Dios Todopoderoso, camina delante de mí...”. [128] Este versículo presenta varias dificultades. En primer lugar, parece implicar que Dios se apareció a Abraham ahora cuando había alcanzado esa edad, mientras que Dios ya había hablado a Abraham en varias ocasiones[129]. Luego, la palabra “años” se menciona dos veces, primero en singular (shaná) y luego en plural (shanim). Como nuestros maestros lo han afirmado, la respuesta es que mientras Abram estaba cerrado en cuerpo, y por eso, de corazón, Dios no se le reveló plenamente, y de ahí que no se dice hasta entonces que Dios apareció a Abraham. Pero ahora, Dios apareció a él porque ahora Dios estaba por exponer a él esa señal y santa corona, y, además, porque Dios deseaba extraer de él santa simiente, y esto no era posible mientras su carne estaba cerrada; pero ahora, cuando tenía noventa y nueve años y se acercaba el tiempo para que saliera de él santa simiente, era adecuado que primero él mismo fuese santo. De ahí que en esta ocasión su edad mencionada, y no en todas las otras cuando Dios le habló. Además la expresión “noventa año” en vez de “noventa años”, indica que todos sus años previos se contaban como un año único y que su vida no había sido vida. Pero ahora que había llegado a este punto sus años eran realmente sus años. Además podemos preguntar porque el término “Dios Todopoderoso” (El Shadai) se emplea aquí por primera vez. La razón, como lo hemos aprendido, es que Dios ha hecho coronas inferiores que no son santas y que, de hecho, manchan, y ellas marcan a todos los que no son circuncidados. La marca consiste de las letras Shin y Dalet, que forman la palabra Shed, que significa demonio, y por eso están manchados con los demonios y adhieren a ellos. Pero, en cambio, después de la circuncisión, escapan de ellos y entran bajo las alas de la Schejiná, al desplegar la letra Yod, la marca santa y la señal del pacto perfecto y se halla estampado sobre ellos el nombre Shadai (“Todopoderoso”), completo en todas sus letras. De ahí que en conexión con esto encontramos: “Yo soy El Shadai”. Dice luego: “Camina delante mío y sé perfecto”, que es como decir: “Hasta aquí fuiste defectuoso, estando marcado sólo con Shin y Dalet; por eso circuncídate y tórnate completo por el signo de Yod”. Y quien está así marcado hállase pronto para ser bendecido por este nombre, como está escrito: “Y Dios Todopoderoso (El Shadai) te bendecirá”[130], es decir, la fuente de las bendiciones, que domina las “coronas inferiores” e inspira en todas ellas temor y temblor. De ahí que todas las que no son santas se mantienen apartadas de uno que es circunciso, y no tienen poder sobre él. Además, nunca es mandado abajo a la Guehena, como está escrito: “Tu pueblo todo es de justos, ellos heredarán para siempre la Tierra”[131] R. Abba dijo: Felices son en este mundo y en el mundo por venir. Yo soy feliz porque he venido a oír estas palabras de vuestras bocas. Sed todos santos, sois todos hijos del Santo Dios, de vosotros está escrito: “Uno dirá yo soy del Señor, y otro lo llamará por el nombre de Jacob, y otro suscribirá con su mano al Señor y se llamará con el nombre de Israel”[132] Cada uno de vosotros se halla estrechamente ligado al Santo Rey en lo alto: son los poderosos capitanes de ese país que se llama “el país de los vivientes”, cuyos principios se alimentan del maná del santo rocío. Otro discurrió entonces sobre el texto: “Feliz eres, Oh país, cuando tu rey es un hijo de la libertad y tus príncipes comen en estación debida”[133] Justo antes de esto está escrito: “Desdichado tú, oh país, cuando tu rey es un niño y tus príncipes comen por la mañana”. Hay una contradicción aparente pero no real entre estos versículos. La referencia en el versículo: “Feliz eres tú, Oh país”, es el reino superior que tiene control sobre toda la vida de arriba y por eso se llama “país de los vivientes”. Sobre éste está escrito: “Un país que el Señor tu Dios cuida continuamente”[134], y luego “un país donde comerás pan sin escasez, en él nada te faltará”[135]. ¿Por qué es así?, porque “tu rey es un hijo de la libertad”. Con esto se quiere designar al Santo, Bendito Sea, al que se llama “hijo de la libertad” por causa del Jubileo, que es la fuente de la libertad. Es verdad que de acuerda a esta explicación podríamos esperar tener en nuestro texto la palabra Jerut (“Libertad”) y no como está escrito, jorín (“libres”). La razón es, como lo hemos aprendido en nuestra Mishná secreta, que cuando la Yod se une con la Hé producen “el río que sale de Edén para irrigar el Jardín”[136]. En realidad puede tener confusión el decir “cuando se unen”, porque están efectivamente unidos, y por eso está escrito ben jorín. De ahí que: “Feliz eres tú, Oh país, cuando tu rey es un ben jorín y tus príncipes comen en estación debida, con alegría, con santidad y con la bendición de Dios”. Por otro lado: “Desdicha a ti, Oh país, cuando tu príncipe es un niño”. Este es el país del mundo inferior, pues así hemos aprendido: “Todos los países de los Gentiles han sido entregados a grandes capitanes que son nombrados sobre ellos, y encima de todo está ése del cual está escrito: “Yo fui un muchacho y ahora soy viejo”[137], palabras que, según la tradición, pronunció el “Príncipe del globo”. De ahí que “Desdicha para ti, Oh país, cuando tu rey es un muchacho”; es decir, desdichado el mundo que extrae sostén de ese lado. Pues cuando Israel está en cautividad, deriva su sostén de un poder extraño. Además, “Cuando tus príncipes comen por la mañana”, es decir, por la mañana solamente y no todo el día o en cualquier otro momento del día. Pues hemos aprendido que a la aurora cuando los hombres salen y se inclinan ante el Sol, se suspende la ira de sobre el mundo, y en el tiempo de la plegaria de la tarde también se suspende la ira sobre el mundo. ¿Por qué es eso? Porque “tu rey es un muchacho”, es decir, el que es llamado “muchacho”. Pero vosotros, verdaderos piadosos, santificados para los de arriba no deriváis sostén de ese lado, sino de ese santo lugar de arriba. De vosotros está escrito: “Los que adherís al Señor sois todos vivientes en este día”[138] R. Abba comentó entonces el texto: “Cantaré del amado mío el canto de mi amigo respecto de su viña...”. [139] Dijo: Este pasaje presenta muchas dificultades. En primer lugar mas debiera llamarse una “reprobación” que un “canto”. Luego, ¿por qué primero “amado” y luego “amigo”? También encontramos que en ninguna otra parte aparece la mención de un lugar llamado “Keren Ben Shemen”, (“Cuerno del hijo del óleo”). Nuestros colegas han expuesto estos versículos de muchas maneras, y todas están bien, pero yo los explico de la manera siguiente: La palabra “amado” contiene una referencia a Isaac, que fue llamado así antes de haber nacido. Pues hemos aprendido que Dios le mostró gran amor al no dejar que naciera hasta que su padre Abraham se hubiese circuncidado y fuese llamado perfecto y se hubiese completado por la adición de la letra Hé a su nombre. También a Sarah le fue dada una Hé. Aquí surge una cuestión. Comprendemos la Hé para Sarah. Pero para Abraham la letra agregada debió ser no Hé, sino Yod. La razón es en verdad profunda y recóndita. Abraham se elevó a la etapa más alta y tomó como su letra adicional la Hé más elevada, que simboliza la esfera del varón. Pues hay dos Hé simbólicas, una más elevada y otra más baja, una asociada con el varón y la otra con la mujer. De ahí que Abraham ascendió con la Hé de la esfera más elevada, y Sarai descendió con la Hé de la esfera más baja. Además está escrito: “Así (koh) será tu simiente”, como lo hemos aprendido, ha de tomarse exactamente, de Isaac. Pues fue él quien entró en este pacto desde su nacimiento, y todo aquel que entra desde su nacimiento entra realmente. Por esta razón un prosélito que es circuncidado se lo llama “un prosélito de justicia”, porque no proviene de la santa estirpe que ha sido circuncidada. Por eso, a uno que entra de esta manera se lo llama con el nombre del primer pionero, “Abraham”. Así también le fue dada la letra Hé; y si ella no hubiera sido dada también a Sarah, Abraham necesariamente habría engendrado en un nivel más bajo. Pero cuando le fue dada he a Sarah, las dos Hé fueron juntadas y produjeron en un nivel más elevado, y el que salió de ellos es Yod. De ahí que Yod es la primera letra del nombre de Isaac, que simboliza al varón. Desde este punto el principio masculino comenzó a extenderse, y por eso está escrito: “Tú diste verdad a Jacob”[140], que pone de manifiesto que Jacob completó el edificio. Cabe preguntar: “¿Abraham estaba solamente ligado a este grado y a ninguno más?” Si es así ¿por qué se dice “bondad (Jésed) a Abraham”?[141]. La respuesta es que Jésed fue su porción porque él trató bondadosamente con la humanidad pero para tener hijos fue aquí que se ligó y aquí comenzó. De ahí que Abraham no se circuncidó hasta la edad de noventa y nueve años. La razón íntima para ello es bien conocida y nuestra Mishná la explicó. Por esta razón Isaac tipifica la justicia severa, que fue su porción, pero por engendrar fue llamado “bondad” (Jésed). De ahí que Jacob coronó el edificio en uno y otro lado. Con respecto a los afanes de Abraham e Isaac por porciones de arriba, él fue la culminación. Con respecto al privilegio que se les otorgó de engendrar hijos mejores que ellos, también fue él la culminación. De ahí que la Escritura dice de él: “Israel en quien Yo me glorifico”[142] En él se hallaban unidos atributos de los de arriba y de los de abajo. Por eso se emplea la palabra “canto” en este pasaje. Según algunos la locución “amado mío” aquí se refiere a Abraham, que transmitió esa herencia; pero es más correcto referirse aquí a Isaac, como lo hago yo. Continuando: “El canto de amigo a su viña” se refiere al Santo, Bendito Sea, que comúnmente es llamado “amigo”, (dod), como en el versículo: “Mi amigo es blanco y rubicundo”[143]. Así, mi amado se une con mi amigo, que es masculino, y de él brota una viña, como está escrito: “Mi amado tenía una viña”. La Escritura dice luego que esta viña creció en “Keren-Ben-Shemen”. Este “Keren” es el mismo que el “cuerno” (keren) del Jubileo y está unido con el masculino que se llama Ben Shemen, (“hijo del óleo”), que es el mismo que ben jorín (“hijo de la libertad”). “Shemen” se menciona porque es la fuente del óleo para encender las lámparas del entendimiento. Este óleo hace brillar los rostros y tiene encendidas lámparas hasta que es reunido en un cuerno, que entonces se llama “el cuerno del Jubileo”. Por esta razón la realeza siempre es ungida de un cuerno; y la razón por la cual duró el reinado de David fue porque había sido ungido de un cuerno y le fue leal. Las palabras siguientes son: “Puso una cerca alrededor y quitó piedras”, es decir, alejó de sí y de su parte a todos los capitanes celestiales y campeones celestiales y todas las “coronas de abajo”, y eligió como su parte a esa viña como está escrito: “Pues la parte del señor es su pueblo, Jacob es el lugar de su herencia”[144]. Además: “La plantó con la vid noble, simiente en todo recta”[145]. Nuestro texto cierra con las palabras: “Él construyó una torre en el medio”; la “torre” en la que se menciona en el versículo: “El nombre del Señor es una torre fuerte...”[146]. “Y también puso en ella una prensa de vino”: esta es la “puerta de la justicia” que se menciona en el versículo: “Abre para mí las puertas de la justicia”[147]. De esto aprendemos que cada israelita circuncidado tiene la entrada a la vez en la torre y en la puerta. El que hace esta ofrenda de su hijo lo pone bajo la égida del Nombre Santo. En esta señal también se basan el cielo y la tierra, como está escrito: “Si no ha de subsistir mi pacto con el día y la noche, y si yo no he establecido las leyes del cielo y de la tierra”[148]. Nuestro anfitrión de hoy tuvo el privilegio de ver al Santo, Bendito Sea, cara a cara en este día. Felices nosotros que hemos vivido para ver este día, y feliz tu suerte con nosotros. Al hijo que te ha nacido le aplico las palabras de la Escritura: “Cada uno que es llamado por mi nombre... Yo lo he formado, yo lo he hecho”[149], también el versículo: “Y todos tus hijos serán enseñados del Señor...”[150] Entonces se levantaron y escoltaron a R. Abba en su camino tres millas. Le dijeron: Tu anfitrión que hizo la ceremonia merece todo honor que ha recibido, porque su acto fue doblemente piadoso. El preguntó qué querían decir con eso y ellos le contestaron: La mujer de este hombre había sido primero la mujer de su hermano, que murió sin hijos, y así él casó con ella, y siendo este el primer hijo, lo llama por el nombre de su hermano muerto, como se dice en Deuteronómio XXV, 5-10. R. Abba dijo: Desde hoy en adelante su nombre será Iddi; y de hecho creció para ser el bien conocido Iddi bar Jacob. Entonces R. Abba les dio su bendición y continuó su viaje. Cuando llegó a su hogar, informó a R. Eleazar de todo lo que había ocurrido, pero temía de contárselo a R. Simeón. Un día en que estaba estudiando con R. Simeón, éste último dijo: Está escrito: “Y Abraham cayó sobre su rostro y Dios habló con él diciéndole: En cuanto a Mí, has de tener presente que mi pacto es contigo”. Esto muestra que hasta que fue circuncidado, acostumbraba a caer sobre su rostro cuando Dios hablaba con él, pero después de ser circuncidado permanecía derecho de pie sin temor. Luego las palabras “pues, mi pacto es contigo” muestra que lo que encontraba circuncidado. R. Abba le dijo: Quizás tu honor me permitiría relatar algunas ideas excelentes que he oído sobre este tema. - Habla, dijo - Pero tengo miedo, continuó R. Abba, que la gente que me ha contado pueda sufrir por causa de lo que yo cuente. - Guarde Dios, dijo R. Simeón. Recuerda el versículo: “No temerá por causa de malas noticias, su corazón está firme confiando en el Señor”. Entonces le contó lo que había ocurrido, y le relató todo lo que había oído. R. Simeón dijo: ¿Piensas decir que conociste todo esto y no me dijiste una sola palabra? Te ordeno que en los próximos treinta días hagas todo por olvidarlo. ¿La Escritura no dice, acaso: “No retengas bien de aquellos a quienes es debido, cuando está en tu poder hacerlo”? Y así aconteció. R. Simeón dijo luego: Ordeno que estas explicaciones sean lanzadas a Babilonia, es decir, entre nuestros colegas en Babilonia. R. Abba estaba muy afligido de ello. Un día, R. Simeón, al verlo, dijo: Tus miradas ponen de manifiesto alguna tristeza interior. Él respondió: No estoy triste por mí mismo, sino por ellos. Él contestó: Que Dios evite que sean castigados por cualquier cosa, excepto por hablar demasiado abiertamente. Pues van al exilio entre los colegas y han de aprender cómo guardar las cosas para ellos. Estos asuntos no son para divulgarse, salvo entre nosotros, pues el Santo, Bendito Sea, ha confirmado nuestras ideas y nos ha hecho instrumentos para descubrirlas R. Yose dijo: Está escrito: “Entonces tu luz se abrirá como la mañana...”[151]. Esto significa que el Santo, Bendito Sea, un día proclamará con respecto a sus hijos: “Entonces tu luz estallará como la mañana y tu curación saltará veloz y tu justicia irá delante de ti y la gloria del Señor será tu recompensa”.
Posted on: Thu, 10 Oct 2013 12:56:14 +0000

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