REFLEXION: Ayer de tarde el féretro con el cuerpo de un POLICIA, descendió las escalinatas de la Jefatura de Policía envuelto en la Bandera Nacional, al unísono sonaron las sirenas de los móviles, un frío intenso estremeció mi cuerpo, ese ruido, a veces lúgubre, me taladró los oídos, lo he escuchado muchas veces, generalmente exteriorizado, siempre como una advertencia, como un llamado de atención por algo pasajero que está aconteciendo, aunque algunas veces, la percepción es otra, es interior, como la de ayer, infinitamente mas intensa, y me llega desde los más recónditos rincones del cuerpo, ¿como cuando?, como por ejemplo el día que juré sobre la cruz de la espada, frente al Pueblo, defenderlo "aún con el sacrificio de mi propia vida", como no recordar ese ruido de las sirenas de ese día, aún hoy me hace erizar la piel, asociar ese ruido con aquél compromiso sagrado, aquél compromiso que a veces se cumple con algunos, por que es evidente, si lo asumiste, puede ser que un día la vara maldita de la desgracia te toque con su punta perversa, haciendo que las garras impiadosas de la muerte te arranquen arteramente de la vida. No es poca cosa ese compromiso, no sé en cuantas profesiones lo realizan, en la POLICIA, sé que lo hacemos, y vaya si lo cumplimos, en el descenso de ese féretro, está la prueba. Los Policías deberíamos de alguna manera, algún día ser parte de por lo menos algún intento serio de solución, somos, aunque quizá no nos damos cuenta, demasiado importantes en el entramado de una sociedad para quedar fuera de ese debate, no podemos mirar impávidos como solamente los Políticos nos manipulan y los Jueces nos utilizan. Esos mismos políticos, que demuestran que no saben por donde pasan las soluciones, y que han hecho que a lo largo de toda la historia de la Policía Nacional, prácticamente no nos hayan dado oportunidades, y vaya si hay gente brillante en nuestras filas que pueden aportar mucho, capaz que a cambio de nada, y no me estoy refiriendo a algunos personeros de turno, que a veces en aras de un cargo traicionan los mas caros ideales de la Institución, me refiero a aquellos que sienten lo que hacen como una actividad cuasi sagrada, y que portan con mucho honor el uniforme que la Patria les otorgó para que sean los encargados de mantener su orden interno. Estuve mas de 30 años en la Policía Nacional, nunca pude tener en mis manos un ejemplar completo de la Ley Orgánica Policial, ni aún siendo Cadete, por que?, por que esos mismos políticos iluminados, asistidos por esos mismos personeros, la modifican todos los años para acomodar a algunos pocos, dejando expuestos los intereses de todos, sin importarles en lo mas mínimo el porvenir y el futuro de todos quienes formamos la institución , y que en definitiva somos los que día a día salimos a ponerle el pecho a las balas y a las adversidades. Pues bien, como en mi muro escribo lo que se me antoja, y lo hago sin miedos, aunque no digo que nunca lo hubiera tenido, termino esta reflexión diciendo que ayer otro compañero partió a la eternidad, la limpia bandera de la Patria envolvía su cuerpo y su limpia alma, estoy seguro no precisó golpear para entrar a lo mas diáfano del reino de los cielos, traía en su mano trémula pero firme a la vez, el pasaporte de su juramento, ofreció su vida por lo más sagrado de esa Patria, su pueblo, aunque éste en ocasiones no se lo reconozca, y a veces tampoco lo quiera ni mucho menos lo admire, no importa, él, y los que se quedan se la jugarán siempre que se lo requieran, en ocasiones, hasta demás. Al cerrar este humilde recuerdo al compañero caído que ofrendó su vida, es la hora 11.00, en toda esta región del País un gran diluvio comienza a caer, están sepultando al Policía, estas son las lágrimas de todos los Policías del Uruguay que se derraman de una vez sobre él, en señal de ultimo homenaje, son mas simbólicas que los aplausos, que a mí me suenan horribles en el momento de la muerte. S/Comisario de la Policía Nacional ARBELOIS CASTILLO PEREZ.
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 00:18:08 +0000
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