Raiza N Jimenez Rnj compartió un enlace. A manera de autoconfesión.- Voy a comenzar por el final y diré, me encantó. Sí, con ese encanto de ver una foto donde pienso que a pesar de que ese día me sentía deplorable, salí a mis ojos " bonita". El tema es mi área de vida y de super- vivencia. Lo guionizo para dramatizarlo. Hoy estoy en uno de esos días en que si no tuviera un super de algo en algún lado, la vivencia me mantendría en la cama. Pero no, conscientemente, contemplé el dolor o los dolores y los puse frente a mí. Vamos a ver que me duele más y a ese lo puse de último y me dispuse a aceptar que son varios y de variados calibres. Aja, me dije, y ahora, lagrimas batientes y mocos empañuelados hicieron acto de aparición. La función empieza o sigue incontenible como deben dejarse las lágrimas cuando emanan “libres”. Vamos a lo que vamos. Primero, para resolver el último, tengo que quitar el abrojo y limpiar el camino. Eso ya es una aceptación. ¿En qué etapa estoy?. Acepto que tengo tremenda tristeza, depresión y arrechera. Ya es algo. Ahora, cómo conozco de qué va el cuento, aceptando conscientemente, que estoy frágil pero no tanto para echarme a dormir o morir como dicen algunos. Pienso, ineludible el pensamiento precursor, que puedo y que "tengo qué poder", es decir, me acciono. Y, así lo hago. Empiezo resolviendo lo menos importante y ya estoy en acción. Asumo que tengo mi propio papiro nacido de la experiencia, los año de formación en terapias y medicina alternativa y que para algo debe servir todo esto junto. Eso sí, no me puedo engañar, me mata la conciencia de ser carne, humana, sensible, llorona y racional-pensante, y, que gracias a haber nacido en el Zulia soy de mente cantarina y mamadora de gallo. Esto último, sin duda, es un “haber” en mi cuenta. Y una mezcla explosiva para la depresión. Por otro lado, tengo que terminar de escribir, de pagar, de, de, de, y de leer el ensayo de Fernando que es para los lunes, sin saltarlo para el martes. Y, heme acá pensando en que hay que escaparse de la vagancia cuando el cuerpo está muy herido y más si la herida es en el corazón y casi todas aterrizan allí. Primero, estoy aquí leyendo y tratando de escribir acerca de algo que trata de la sana –acción -sanación-. Un escrito revelador, que me puede orientar en cómo escaparme del dolor, por ratos y ayudarme, por el acto consciente de pensar y existir, a que me conecte con otro estado que llaman cordura, difícil en mí, pero que lo intento. En tal asunto de comprensión y entendimiento ando metida que ya olvidé que estaba llorando y sentía dolor, angustia y qué, hasta casi, ni podía parar de llorar. ¿La magia del verbo, la magia curativa del pensamiento, la magia de la palabra?¿ O qué cuando el dolor aprieta hay que distraerlo poniéndole algo más doloroso encima del dolor? ¿O no perderlo de vista y agotarlo hasta mandarlo bien largo a dónde le corresponde irse por perturbador? Lo único que he encontrado en mi y en pacientes es que cada quién tiene una clara noción del “qué y el cómo” aunque no le guste precisar el cuándo.
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 17:57:53 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015