Siervo De Tú Amor Por Sandra Palacios Capítulo 5 5 -¿sabéis - TopicsExpress



          

Siervo De Tú Amor Por Sandra Palacios Capítulo 5 5 -¿sabéis que gracia? Ayer tuve un desafortunado encuentro con una bella sierva – dijo Kiar con los ojos clavados en la coronilla de la joven. – El caso es que debe ser hermana vuestra o algo así – se encogió de hombros y al hacerlo pareció mover todo su enorme cuerpo. – qué extraño que Bruce diga que solo tenéis un primo. Nerys alzó la vista girando la cabeza hacia él. -¿y porque lo decís? ¿Tan mal le trató esa mujer? -Muy mal. Su educación fue pésima por no hablar de su costura. Nerys se obligó a mirar al frente ocultando el rubor que teñía sus mejillas de los ávidos ojos del hombre. -Pues debéis estar confundido, de no ser que mi primo haya hecho todo lo que decís y…la verdad, no lo imagino cosiendo nada. -Seria alguien muy parecido a vos – la dijo inclinándose junto a su oreja – estaré al pendiente por si la vuelvo a ver. Nerys se mordió los labios con una mueca tratando de no sonreír. Sentía la mirada de ojos grises fija en ella, estudiando sus rasgos, tratando de penetrar en su mente. Su aliento cerca del cuello provocando extrañas sensaciones. -¿Y qué haréis si la volvéis a ver, milord? Kiar levantó la cabeza hacía el cielo durante unos segundos y esbozó una amplia sonrisa. -No creo que queráis saberlo. Imagino que esperaré a verla a ella. – su tono de voz escondía una amenaza explícita. -¡pues tener cuidado no os vayáis a cansar de esperar! – le dijo fingiendo no querer saberlo pero estaba deseándolo. Caminaron deteniéndose de vez en cuando en algún puesto donde la joven observaba alguna artesanía o pequeños tapices bordados. O por lo menos eso intentaba ya que toda su atención la tenía el gigante que caminaba a su lado. -Si os aburrís iros adelantándoos – le dijo señalando hacia unos anchos escalones de madera donde la gente comenzaba a coger sitio para ver los enfrentamientos a caballo. - No me aburro con vos, al contrario, me pasaría las horas admirando su belleza. Nerys cogió aliento entre los dientes y arqueó una de sus cejas al mirarlo. -¿Os estáis burlando de mí, milord? – supo que si ante aquella sonrisa llena de diversión. Era más bien una graciosa mueca que no pretendía ocultar y que lo volvía aplastantemente atractivo – ah, ya se lo que buscáis. Os queréis vengar de mí por lo ocurrido anoche ¿verdad? Nerys se había detenido y ahora lo miraba abiertamente con los labios tan fruncidos que parecía un capullo rosado. -¿Entonces admitís que erais vos la sierva? Nerys soltó un suspiro cansado y negó rotundamente con la cabeza. -¡No soy ninguna sierva! – se puso una mano sobre la cadera y sus ojos verdes refulgieron como esmeraldas. –Vos me arrastrasteis por toda la casa obligándome a coser algo que os pertenecía. ¡Su educación es la pésima, no la mía! Se dio cuenta que aun llevaba la otra mano sobre la del hombre y la soltó como si la quemara. Se giró tan repentinamente que su larga y trenza gruesa golpeó el ancho pecho de Kiar pero antes de poder escabullirse, el hombre la había atrapado del brazo con unas fuertes garras de acero. -¡Soltarme! -¿Y desobedecer las órdenes de la Lady Isabella? – Kiar chasqueó la lengua –Creo que no. -¿Qué no? – Nerys le mostró los dientes y Kiar negó con la cabeza. -No. -Pero… pero… - abrió y cerró la boca varias veces - ¿seríais tan amable de llevarme junto a mi amiga? – le preguntó cambiando la entonación de su voz. No era amable pero por lo menos no iba gruñendo. -Por supuesto. Donde vos digáis. Definitivamente la estaba tomando el pelo. Ese hombre quería vengarse de lo ocurrido la noche anterior, pues bien, le iba a dar otra dosis de bochorno. Nerys descubrió con júbilo a dos pequeños infantes que habían escalado hasta una posición elevada sobre unas improvisadas gradas, desde donde el Conde de Carrick y varios nobles más observarían los juegos. Los pequeños disimuladamente lanzaban cuencos de agua sobre todo aquel que cruzara bajo ellos. -¿os importaría si diéramos un pequeño rodeo por allí? Me gustaría ver a mi primo que creo que es el próximo en lanzar. Kiar dirigió la mirada donde señalaba la joven. El sol le daba de frente y tuvo que entrecerrar los ojos para poder ver algo. El hombre asintió volviéndola a tender el brazo y ella con una sonrisa de oreja a oreja volvió apoyar la mano sobre la suya. No vio que Macarthur fruncía ligeramente el ceño ante su sonrisa. El corazón de Nerys estaba a punto de escapar de su garganta, por el rabillo del ojo veía como los infantes se preparaban. Solo un metro más y… Plaff!!! Kiar Macarthur se detuvo. El agua chorreaba sobre su cara y su cabello y su rostro tenia tal expresión de apoplejía que Nerys no pudo esconder la carcajada aunque se cubriera la boca con la mano. -¡Si subo os degüello a los dos! – bramó furioso clavando la vista en los pequeños. Uno de ellos se asustó tanto que perdió el color y rompió a llorar. Varios de los presentes se detuvieron a observar la escena y pudieron escuchar varias risitas divertidas. -¡mirad lo que habéis hecho! – Le regañó Nerys al hombre – habéis asustado al niño. -¡¿Qué?! - contestó atónito – ¿acaso los defendéis a ellos? ¡Cómo no defenderlos si la única culpable había sido ella! Nerys volvió a soltarle y pasó junto a él para acercarse al niño que se había quedado encaramado en una esquina del ancho tablón. Le tendió las manos para ayudarle a bajar. Kiar, se sacudió el cabello agitando fuertemente la cabeza y las gotas de agua llegaron hasta ella. -Por favor milord, no hagáis eso que me estáis mojando la ropa – Nerys logró bajar al muchacho y este escapó de allí como un rayo. Se volvió hacia Macarthur con una sonrisa – ¿Vos nunca fuisteis muchacho? El hombre ladeó la cabeza y la observó fijamente. Las mejillas de Nerys se hallaban ligeramente sonrosadas y sus ojos brillaban chispeantes. -¿Qué ocurre muchacho? – Wallace palmeó el brazo de MacArthur y se inclinó ligeramente hacía Nerys – Miladi. ¿Habéis tenido algún percance? -Menos mal que habéis llegado a tiempo Sir Wallace – le saludó Nerys con una voz dulce y encantadora – Mucho me temo que milord desee retar al pequeño de alguna manera. William soltó una carcajada y miró a las gradas con diversión. -Creo que habéis elegido un sitio muy malo para pasar – les señaló a otro montón de infantes que cargaban con hojas de lechuga y tomates. Tanto Nerys como Wallace escucharon el fuerte suspiro de Kiar y se volvieron a él. Su rostro estaba completamente rojo además de empapado. Sus ojos dilatados de furia a pesar de tener una fría línea pintada en su boca. -Tenéis razón. No podíamos haber pasado por un sitio peor – contestó entre dientes apartándose un largo mechón que se había adherido a la mejilla. Aquel gesto llamó la atención de Nerys sintiendo el repentino deseo de acariciarle el rostro. Dándose cuenta de por dónde iban sus pensamientos se cogió ambas manos por detrás de la espalda y dejo vagar la vista sin observar nada en especial. -No os preocupéis por mi milord – le dijo Nerys descubriendo a Douglas - acabo de ver a mi primo y él me acompañara. Sería mejor que os cambiaseis de ropa. Sir Wallace, ha sido un placer volveros a ver – se despidió con prisa y corrió hacia Douglas tomándose de su brazo. Tras de ella pudo escuchar las sonoras carcajadas de William pero no se atrevió a mirarlos de nuevo. Esperaba que Macarthur entendiera que no la gustaban las amenazas. :3
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 19:01:02 +0000

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