Tantos años y siempre la misma pregunta.Aún sin barcos se - TopicsExpress



          

Tantos años y siempre la misma pregunta.Aún sin barcos se debatia la Patria, era joven. El fracaso de la tentativa unitaria para organizar el país abrió un nuevo paréntesis en la vida nacional. La lucha de partidos e intereses, sangrienta a veces, caracterizo el panorama nacional por más de veinte años. Unitarios y federales fueron las divisas enfrentadas en esa lucha pero tras esa dualidad se ocultaron tantos matices que se hace muy difícil dividir la lucha entre dos bandos. Para muchos historiadores modernos el enfrentamiento real es el protagonizado por los intereses de las provincias y los de la capital-puerto. Juan Manuel de Rosas es la expresión más acabada de esa confusión: su proclamado federalismo estará fuertemente influido por la defensa de los intereses locales. De cualquier manera. en torno a él se centra la lucha política en los años que van desde la tentativa unitaria de recuperar el poder (1828) hasta la batalla de Caseros EL GOLPE UNITARIO En 1828, desaparecido el poder central gobernaba en Buenos Aires Manuel Dorrego destacado jefe del federalismo local. Su política lo llevó a enfrentarse con los unitarios, quienes aprovecharon para sus fines el descontento reinante en el ejército. Revolución del 1ro. DE DICIEMBRE DE 1828. La Logia Unitaria preparó un levantamiento revolucionario. Para este objeto buscó el apoyo de las tropas que regresaban de la Banda Oriental. Para dirigir la acción comprometieron al general Lavalle. (imagen) En la madrugada del 1 de diciembre las tropas de Lavalle y del coronel Olavarria ocuparon la plaza de la Victoria. Dorrego abandonado por las pocas fuerzas adictas dejó la fortaleza y se dirigió a la campaña en procura del apoyo de Rosas. Un grupo de doscientas personas reunidas en la capilla de San Roque proclamo a Lavalle gobernador provisional por aclamación quedando disuelta la Junta de Representantes. MUERTE DE D0RREGO. Dorrego por tanto se reunió en Cañuelas con Juan Manuel de Rosas para organizar la reacción desde la campana. Lavalle, enterado de los acontecimientos y con el fin de no dar tiempo a que se concretara la resistencia, delegó el mando político en Guillermo Brown y salió en busca de Dorrego. (i El 9 de diciembre las milicias de Dorrego fueron derrotadas en Navarro por los veteranos que mandaba Lavalle, Dorrego logró reunirse con Rosas, quien le propuso eludir un nuevo combate y buscar el apoyo del interior. Aquél no aceptó y traicionado por algunos oficiales fue entregado a Lavalle 10 de diciembre Rosas logró retirarse a Santa Fe En relación con la suerte de Dorrego se produjo entonces una dramática lucha, mientras la facción unitaria, encabezada por Varela y Del Carril, incitaba a Lavalle a ejecutarlo como medio para terminar con la oposición federal, otros como Brown y los diplomáticos extranjeros acreditados en Buenos Aires, intercedían por su vida. El 13 de diciembre de 1828 Lavalle ordenó el fusilamiento del derrocado gobernador adtimiendo toda la responsabilidad por tan trágica medida, Este hecho, que constituyó un grave error político y humano, provocó la reacción del interior: la Convención reunida en Santa Fe designó a Estanislao López comandante de las fuerzas que debían sofocar el pronunciamiento unitario. Rosas —para quien la muerte de Dorrego significó alcanzar la jefatura de un partido al que se había unido hacia muy poco tiempo— se incorporó al ejército de López. LLEGADA DE PAZ. En enero de 1829 el resto de las fuerzas que habían combatido contra el Imperio arribó a Buenos Aires al mando de José Maria Paz, este se sumó a los unitarios y planeó con Lavalle las próximas operaciones. Trazaron así un amplio plan de campaña: mientras el general Paz se dirigía sobre su provincia natal (Córdoba) para combatir a Bustos, Lavalle avanzaría con otra columna sobre Santa Fe. dejando algunas fuerzas de caballería para dominar las montoneras que Rosas habla dejado actuando en la campaña de Buenos Aires. DERROTA DE LAVALLE. La muerte de Rauch—encargado de esta última acción—, vencido por las montoneras, trastornó estos planes. Lavalle debió retroceder, viéndose perseguido por López y Rosas, quienes lo batieron en Puente de Márquez (abril de 1829). El jefe unitario quedó sitiado en la capital. López pronto retornó a Santa Fe. Dos factores provocaron esa actitud: el fracaso de las nego­ciaciones con Lavalle —quien prefirió pactar con Rosas-- la acción de Paz en el interior. PAZ EN CÓRDOBA: José María Paz fue un estratega de gran talen­to. Honesto e inteligente, militó en el partido unitario, pero no dejó de señalar las fallas de sus correligionarios, al tiempo que su origen provinciano lo inclinaba hacia una política moderada. El 27 de abril de 1829. en la hacienda de San Roque, derrotó al gobernador Bustos. su antiguo jefe en 1820, para ser proclamado a continuación gobernador de Córdoba. A partir de allí Paz fue la mayor preocupación para los caudillos federales: su éxito, su prestigio militar y su talento político le aseguraron una posición cada vez más sólida en el interior. Exhumación de los restos de Dorrego: El 14 de diciembre de 1829, un año después del fusilamiento, fueron exhumados los restos de Manuel Dorrego, en Navarro, por orden de Rosas. El encargado de realizar tan penosa tarea fue el doctor Cosme Francisco Argerich. En presencia del camarista designado por el gobierno, doctor Miguel Villegas, se comenzó a cavar la fosa a las doce y media de la mañana. Pronto aparecieron las botas del pie izquierdo y derecho; después las piernas con los pantalones de paño mezcla oscuro, el cuello cubierto con una corbata de seda negra y un pañuelo de seda amarillo con el que le fueron vendados los ojos al tiempo de su ejecución. La chaqueta de tela de lana escocesa cubría el pecho y el brazo derecho. Se sacó el cadáver de la fosa y se limpió. El cráneo estaba deshecho y sus huesos divididos en fragmentos muy considerables. En el pecho del lado izquierdo existe la entrada de una bala sin salida por la espalda. Las manos las tenía cerradas. Sumergí todo el cadáver en una solución de sublimado corrosivo, donde permaneció hasta las diez de la mañana. Después los restos fueron expuestos al sol un rato y barnizados con aceite de trementina y finalmente colocados en una urna, después de bien perfumado, en presencia del camarista y muchos vecinos". Fuente Consultada: Historia Argentina y La Nación Argentina Historia 3 Editorial Kapelusz
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 08:47:45 +0000

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