UNA AMOR, FE y SACRIFICIO LOS COLONOS SUIZOS EN LA NUEVA HELVECIA ORIENTAL ANGEL TROCHE ABELANDO Monumento al Trabajo. [email protected] Los acontecimientos que suceden a través del tiempo, donde los humanos corazones son protagonistas, suelen anotarse, recordarse y recrearse como hechos históricos. Los primeros ciudadanos suizos que llegaron a nuestras costas, se supone que vinieron a partir de la invasión luso-brasileña por 1816 y muy probablemente se afincaron en Montevideo. Años después de finalizar el conflicto bélico entre orientales (1839-1851) en América del Sur y en particular en nuestro país comenzaba a vivir la aureola de la llegada de cientos de familias europeas, que por muy diversas razones elegían afincarse en nuestro país. Los pocos residentes suizos que sobrevivieron a la guerra, en Uruguay , que de alguna manera fueron testigos y protagonistas del nacimiento de nuestra nacionalidad independiente, alentaban a sus parientes y amigos a que vinieran, porque consideraban el lugar como maravilloso y de gran futuro. Situaciones políticas muy complejas que en todas las sociedades humanas tienen su ciclo, a mediado del sigo 19, en Suiza, no escapo a conflictos internos entre organizaciones políticas y religiosas, que acentuadas por malas cosechas provocaron el exilio forzado o voluntario a cientos de familias. Memoriosos de la zona que son entrevistados afirman que alrededor de 40 familias fueron las primeras en llegar en forma organizada en la zona este del departamento de Colonia, entre octubre y noviembre de 1861. Curiosamente en esta breve reseña debo citar a don Doroteo García (1807-1885) hijo de gallego, afiliado al partido de don Manuel Ceferino Oribe Viana, fue considerado el primero en apostar a la forestación y la apicultura en nuestro país, además de ser un estanciero dedicado a la ganadería. García hombre dinámico, multifacético en su trayectoria política ocupó el cargo de Ministro de Hacienda del gobierno de don Gabriel Antonio José Pereira. Además en 1857 fundó su compañía Agrícola del Rosario Oriental, tenía en su haber alrededor de 2500 hectáreas de campo, que las dividió y las vendió especialmente a los primeros colonos suizos que se establecieron en la región. Apenas habían comenzado las primeras familias a instalarse en la zona, al año siguiente para ser preciso el 25 de Abril de 1862, llegan alrededor de 500 nuevos inmigrantes suizos, simbólicamente ese día la comunidad entera recibe a familiares y amigos y fundan lo que sería la NUEVA HELVECIA. LA UNION HACE LA FUERZA, EL TRABAJO Y EL INGENIO EL RESTO. La colonia apenas asentada estaba integrada en su mayoría por jóvenes, ordenados, disciplinados, con hábito de trabajo y física y mentalmente sanos, cuyo objetivo era el trabajo, la paz y la familia. Sus primeros años no fueron fáciles la inserción en un medio rural, en lo social totalmente diferente al entorno que estaban acostumbrados a vivir, rodeados de propietarios de grandes haciendas dedicados por entero a la ganadería y asaltantes de caminos que cada tanto tiempo se tenían que enfrentar. L a agricultura de aquellos tiempos era muy dura y fatigosa y el tambo que no acepta día de fiestas, fueron la propuesta y la acción de los pioneros suizos. De una zona totalmente desolada y despoblada y sin explotación de la riqueza de la tierra, estos hombres y mujeres fueron construyendo sus hogares, sus galpones, sus tambos, sus campos de pastoreo, importando diversas semillas, mejorando la cría del ganado lechero. Fueron los fundadores de la industria láctea local, en 1868 don Juan Teófilo Karlen, junto con su familia impone el sello personal con su exclusivo “queso colonia” que hoy todos conocemos y además el semiduro y el dambo, que con el correr del tiempo ganaron la aceptación del incipiente mercado nacional. Don Federico Fischer considerado uno de los lúcidos e inteligentes miembro de la comunidad importó la primera “trilladora a vapor” revolucionando el medio y de alguna manera también es uno de los pioneros de la tecnología en nuestra agricultura. Sus inquietudes propio de un hombre visionario, inteligente y perseverante la comunidad suiza lo recuerda de haber sido el precursor de que el ferro carril llegara al pueblo y además promovió un Juzgado de Paz, el Registro Civil, el Correo y el Telégrafo. Los suizos como tomo toda comunidad organizada trajeron sus propias costumbres, sus idiomas, alemán, francés italiano y romanche, sus bailes típicos, su forma de vestir, de construir, sus propias viviendas a su estilo, y sus creencias religiosas y democráticas. Religiosamente se dividían casi el 50 por ciento católicos y el otro porcentaje protestantes, pero contaron con grandes líderes aun recordados con admiración el patriarca valdense DANIEL ARMAND UGON, gran humanista, quien en 1888 fundo cerca de la colonia suiza en COLONIA VALDENSE en 1888, el primer liceo del Interior del País, que aun funciona y sigue siendo modelo por su gestión y por aceptación de las familias de la zona de influencia. LA FUNDACION DE LA SOCIEDAD DE TIRO SUIZO. En su tierra natal era normal el empleo de armas de fuego, normalmente practicaban en forma deportiva en grupos de amigos con gran responsabilidad, pericia y prudencia, como se debe proceder en este tipo de actividades. El 19 de Abril de 1874, se lleva a cabo la fundación del Club, que se denominó SOCIEDAD DE TIRO SUIZO, institución que acaba de cumplir 139 años de existencia. Es la tercera institución con fines deportivo fundada por comunidades extranjeras en nuestro país, su sede inicial se encuentra muy próximo a la fundacional, se recuerda entre sus fundadores al excelentísimo cónsul suizo Señor CHAPALAY, también figuran destacadas personalidades de la comunidad don ADAHIR ROBERT, FEDERICO FISCHER, JUAN TEOFILO KARLEN. Deportivamente la institución a lo largo del tiempo han salido de sus filas brillantes deportistas en las diversas especialidades del tiro deportivo, pero debo destacar a don ADAMIRO ROBERT, que en 1892 en la ciudad de Buenos Aires, en una competencia de carácter internacional logró obtener varias medallas de reconocimiento además de una copa de plata. HOTELES, FONDAS Y EL TURISMO RURAL. EL HOTEL SUIZO decano de la zona en 1911, cuando se inauguró el servicio telefónico en la ciudad de NUEVA HELVECIA, fue el número dos de la región se cuenta que el uno pertenecía a central instalada en la localidad. Apuntaron al turismo muy tempranamente con gran visión de futuro como lo habían señalado sus antepasados, consideraron que estaban en camino entre MONTEVIDEO y la CIUDAD DE BUENOS AIRES, y podía funcionar de posada de descanso y diversión y de divisas, como actualmente lo entienden los técnicos de turismo. Por más conceptos elogiosos que pueda brindarle a los miles y miles de uruguayos de lo que fueron capaces de realizar los suizos en la zona de NUEVA HELVECIA, basta darse una vueltita por la ciudad, hoy después de 150 de su fundación y podrán comprobar con sus propios ojos que es insignificante todo lo que pueda escribir de las bondades de esa maravillosa comunidad suiza en el Uruguay. Finalizo como comencé la nota una HISTORIA DE AMOR, FE y SACRIFICIO DE UN PUÑADO DE HEROES, que tuvieron la genial idea de que en la plaza central del pueblo que ellos fundaron el monumento fuera de exaltación AL SURCO, un símbolo de trabajo, paz y progreso Por ANGEL TROCHE ABELANDO LA ESTRELLA DEL SUR PERIODICO INDEPENDIENTE
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 00:07:35 +0000
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