Una mujer agonizante se vio llevada ante un tribunal celestial. - - TopicsExpress



          

Una mujer agonizante se vio llevada ante un tribunal celestial. - ¿Quién eres?, se le preguntó - Soy la mujer del alcalde - Te he preguntado quién eres y no con quién estas casada - Soy madre de cuatro hijos - Te he preguntado quién eres y no cuántos hijos tienes - Soy maestra de escuela - Te he preguntado quién eres y no cuál es tu profesión - Soy cristiana - Te he preguntado quién eres y no tu religión - Iba a diario a la iglesia y ayudaba a los pobres - Te he preguntado quién eres y no lo que hacías Fuente:"La ecología emocional" M. Conangle y J. Soler Nos educaron (y seguramente seguimos educando) en la idea de que teníamos que ser alguien en la vida: esposa, madre/padre, buen profesional ... pero, aún siendo importantes todos esos roles , tal vez lo más importante para una persona es conseguir llegar a ser ella misma. En algún lado leí que hay tres clases de personas: -Las que observan las cosas que suceden - Aquellos que piensan y reflexionan continuamente por qué suceden las cosas - Y, por último, aquellos que hacen que sucedan las cosas. No creo equivocarme si digo que a casi todos nos gustaría pertenecer a este tercer grupo. Ser los autores de nuestra propia existencia, poner en marcha todos nuestros sueños, vivir como nos gustaría, decir y hacer cuanto pensamos... en definitiva, ser aquello que queremos ser. Ser los "artífices" de nuestra vida, Pero mucho me temo que queda lejos del alcance de una gran mayoría de personas. Las influencias externas, las presiones de nuestros miedos y auto-criticas, el exceso de responsabilidades, las barreras emocionales... nos alejan casi siempre del objetivo propuesto: ser nosotros mismos. Requiere mucha valentía atreverse a ser uno mismo, a vivir la vida que deseamos vivir y no la que "nos toca vivir", porque encontrar nuestra autenticidad supone cuestionar todo lo que hemos venido haciendo y siendo, supone enfrentarnos a nuestros miedos y fantasmas internos, romper hábitos y rutinas, exponer limitaciones. Para llegar a ser nosotros mismos, tal y como deseamos ser, hemos de decidir entre dar el paso y cambiar todo aquello que nos lo impida o bien aceptar, humildemente, que ya no podemos (o no deseamos) cambiar, admitir que es mejor seguir nuestro día a día y no sentirnos mal por ello, algo que también requiere no pocas dosis de valor. El camino para redescubrirnos pasa por aprender a quitarnos la máscara, a ser sinceros con nosotros mismos y escuchar con atención esa voz interior, a conocernos mejor y, con constancia y esfuerzo, ganarnos nuestro propio respeto y confianza, pensar que las equivocaciones también forman parte del juego del aprendizaje para llegar a ser lo que de verdad queremos ser.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 00:20:04 +0000

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