Venía yo pedaleando casi tirando el bofe, urgido por alcanzar a unos ciclistas que sí traían buenas luces (los hoyos en la ciudad amenazan con tragarte en cualquier calle) y cuando por fin los alcancé en un alto contuve todo digno mi agitada respiración rogando no caer desmayado. Uno de ellos volteó, evaluó la bici y me dijo "mañana es la carrera del lunes del cerro, vas a entrarle?" Me volvió el alma al cuerpo, me sentí halagado y confesé que no estoy todavía para esas cosas, que voy empezando y shalalá. El resto del camino mi sonrisa era de oreja a ojera, muy feliz por la invitación.
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 02:47:29 +0000
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