VÍCTOR Y LA CALESITA Aunque ya no creía en nada, un domingo a - TopicsExpress



          

VÍCTOR Y LA CALESITA Aunque ya no creía en nada, un domingo a las cinco de la tarde, se produjo el milagro. Víctor, era el croto del parque. Llevaba años viviendo en su banco casa, donde tenía ropa, cobijas, escoba, pala, y sus tres perros, que siempre lo acompañaban. Todo lo que necesitaba lo tenía allí. Él lo había elegido. No quería otro hogar más que ése. El parque donde había sido feliz era su morada. Cada día, a la tardecita, se entredormía, con sus ojos mirando al cielo, y escuchando la música de la calesita, que tan cerca suyo, giraba y giraba. De joven había tenido un sueño. Ser calesitero. Por eso había elegido ese banco, y no otro. Le gustaba mirar las caritas pegoteadas de frío y azúcar, cuando sonreían desde el caballito o desde el avión, saludando en cada vuelta, a esas madres que también sonreían felices, sabiendo que por unos minutos, sus hijos soñaban que eran jinetes o aviadores. Pero ese domingo a la tarde, como en un cuento de hadas, Víctor no soñó ni miró al cielo. El calesitero, que lo conocía desde siempre, le pidió si por un ratito podía reemplazarlo en su tarea de dar la sortija. Los ojos celestes de Víctor se iluminaron. Dejó su banco, y caminó rápido hacia la calesita. Tomó la pera con la sortija, y al compás de la música, que ni siquiera oía, por el entusiasmo, comenzó a jugar como un niño. Se reía con sus pocos dientes, pero a nadie le importaba, porque la sonrisa de Víctor, salía por sus ojos claros. Parecía que tenía una maraca en sus manos, y los chicos y quienes pudieron verlo, también disfrutaron de su alegría. Fue la concreción de un sueño. Ese domingo, Víctor, supo que no todo estaba perdido, que todavía podía soñar con ser alguien. Y cuando llegó el ocaso, se recostó en su banco, entrecerró los ojos, miró al cielo, que estaba entre gris y rojizo, y sintió que todavía le quedaba vida. Se tapó con su cobija, y por primera vez en años, durmió feliz. La noche, el frío, y las estrellas, lo acunaron como cuando era un niño, y tenía una madre, una casa, una vida.
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 17:18:43 +0000

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