...Y PERDONA NUESTRAS DEUDAS Era muy pequeño cuando mis padres –con la mejor intención- me pusieron en un colegio religioso en el cual estudié 12 años. Allí me contaron la maravillosa historia de un hombre que amaba tanto a sus amigos que hasta dio la vida por ellos. A mis cortos 7 años me costaba mucho imaginar que clase de mundo era ese, en el que una persona tan buena moría de esa manera. Poco a poco fui entendiendo que el mundo era un lugar extraño, gobernado por seres aún más extraños. Creo recordar que la sensación más intensa en mi niñez era sentir que no pertenecía a este mundo. Todo me parecía al revés o me sentía al revés de todos, no podía entender la lógica de las personas. Esto se agudizó cuando a los 10 años me regalaron por primera vez “el principito” y empecé a pensar que tal vez yo también había venido de otro planeta y andaba por el desierto de la vida buscando la serpiente que me diera la mordida -casi indolora- para volver a donde pertenezco. La historia se cumplió, conocí la serpiente siendo aún un niño y su amorosa mordida me devolvió a donde pertenezco. Abrí los ojos a una nueva realidad donde todo encaja mejor. Creo que lo entendí desde la primera vez, pero el problema no era entenderlo sino ¿cómo explicarlo? Esto si me tomó tiempo. Pasaron los primeros 15 años y solo obtuve el título de “master”, el “mas terco” que pisa la tierra, creyendo ver un camino sagrado donde todos veían solo confusión. Sentía que la gente a mi alrededor me preguntaba: Bueno, ya han pasado 15 años y ¿qué has ganado, en qué eres mejor? Yo no podía responder esa pregunta. Me miraban como “el loquito de la familia”. No tenía casa, no tenía un auto, no tenía una carrera, no tenía una novia, ni siquiera un perro, apenas unas cuantas canciones que nadie conocía. Pero en el fondo de mi, sabía que había visto una luz y que era cosa de tiempo hasta que esa luz pueda expresarse por si sola. Recuerdo esa época con mucho cariño, porque era: solo, contra el mundo. Hasta mi familia creía que andaba metido en drogas psicotrópicas, mas cuando venían las crisis, extrañamente yo era el refugio y hasta podía ver la solución (aunque pocas veces me hicieran caso). Como diría Bob Dylan “Cuantos caminos tiene que recorrer un hombre, antes que se llamado: hombre” Que difícil la juventud cuando absolutamente todo, está al revés. Mi vida era literalmente "blowing in the wind". Sin embargo toda esa juventud aparentemente “desperdiciada” fue la época de la siembra y tuvieron que pasar unas décadas hasta que los primeros frutos empezaran a manifestarse. Todos los miedos e inseguridades propios del primer chakra y la juventud se fueron perdiendo y dejando solo la seguridad del hombre que encontró su camino. Después de 13 años en la selva regresé a vivir en Lima -mi ciudad natal- y a los poco años me animé a invitar a Benito para empezar las ceremonias “urbanas”. Finalmente podía compartir algo real, había encontrado un camino de conocimiento y cómo ayudar a mucha gente. El resto de la historia se las contaré luego ahora regreso al presente. Finalmente aquella luz original de la primera ceremonia, creo un nuevo orden en mi que ahora me es mucho más fácil comprender, pero sobre todo explicar. Llevo años insistiendo en la incomprensión que hay detrás de hablar del “camino espiritual”. (esto sí puede convertirse en verdadera droga) Aprendí que el espíritu y la materia son las dos caras de lo divino, en términos humanos: el padre y la madre. Y que solo amar al padre y despreciar a la madre te convierte en un ignorante y en un mal hijo y que por ahí no vas ha llegar muy lejos. Por eso no hablo de camino espiritual sino de “camino sagrado”. Sigue siendo difícil (ya no por mi, sino por muchos de ustedes) el aceptar, que muchos de los que representan en sus vidas un referente de sabiduría están equivocados, están bajo el mismo hechizo que les impide a ustedes mismos ver también la divinidad en la materia y obviamente tratar de vivir con esa coherencia. Actualmente no puedo considerar sabia –ni siquiera religiosa- a una persona que no reza y actúa por devolver al mundo la justicia y el equilibrio. En esta era de plástico las palabras no han escapado a su contaminante influencia, ahora son moldeadas, distorsionadas y transformadas para expresar hasta lo contrario de su significado original. Palabras como desarrollo, espiritualidad, amor, justicia, conciencia, honestidad, pueden estar en boca del más cínico político como del más ignorante “guía espiritual”. Sin embargo me parece muy extraño cómo en un caso en particular se demanda tanta precisión para las palabras. ¿Qué imperante necesidad obligó a cambiar la oración que enseño el gran maestro? Por casi 20 siglos la humanidad rezó: “…y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores” y de pronto a alguien le resulto incomoda esta petición y la cambiaron por “perdona nuestras ofensas”. Creo -aún siendo absurdamente ingenuo- que fue el peor y más desatinado momento para semejante cambio. Más, cuando Latinoamérica se va convirtiendo en el último reducto de las religiones dogmáticas y peor aún cuando en medio de una crisis mundial America Latina no solo lucha vanamente por disminuir los porcentajes de pobreza y miseria entre su población sino que tiene que pagar solo en intereses de la deuda casi el 50% de sus exportaciones, haciendo humo toda esperanza de “desarrollo”, justicia social y por ende evolución de su conciencia. La deuda externa latinoamericana es uno de los flagelos más grandes de su sufrida historia. La versión oficial cuenta con mil argumentos para justificarla. “Como los gobiernos latinos irresponsablemente empiezan a adquirir prestamos que no pueden manejar por tener estados ineficientes, incapaces y en consecuencia tienen que pedir más prestamos y refinanciar los pagos pues nunca están a la altura de cumplir sus compromisos por su escasa productividad”. Cuando la verdad verdadera es muy distinta. Un hecho real fue que en los años setentas luego de las fantásticas ganancias producidas por el emergente mercado de la usura, sumadas al incremento arbitrario del precio del petróleo, el dinero necesitaba ser colocado para seguir generando ganancias a través de los intereses. Así la banca mundial condicionó y hasta sobornó gobernantes para poder colocar estos préstamos que parecían solucionar a corto plazo la insolvencia de las pequeñas economías sin pensar para nada en sus futuras consecuencias. Incluso los prestamos venían condicionados a que tipo de proyecto se iban a destinar. “ferrocarriles no, no nos conviene, no consumen mucho, son para el pueblo, autopistas Sí, así les podemos vender un auto a cada uno y sigue subiendo el petróleo” La mayoría de los funcionarios de gobierno que contrajeron estas deudas ya están muertos aunque la deuda la seguirán pagando 500 generaciones. Hasta ahí podríamos decir: que malos, o que irresponsables. Pero lo que resulta realmente criminal no es la deuda en si, sino los usureros intereses que son impuestos por los dueños del dinero que convierten la deuda externa en una verdadera deuda eterna. Están perfectamente calculados para exprimir a los pueblos hasta la última gota y que la deuda nunca se acabe. Se preguntarán ¿qué tiene ver un tema económico en mi vida, si yo soy una persona espiritual y en esas cosas no me meto, no me interesan? Tiene que ver todo, porque lo que he aprendido es que el primer centro energético (primer chakra) tiene que ver con la supervivencia, con la energía material, con el dinero y si la conciencia desea ascender, este es el inevitable comienzo. Entender y manejar este relación, de una manera sagrada. En forma fractal, igual que los seres humanos la humanidad también posee estos 7 centros energéticos o niveles de conciencia que están conectados con el de cada individuo. Los unos afectan a los otros. Por eso no es un tema ajeno. La economía mundial afecta mi primer chakra y la conciencia de mi primer chakra afecta la economía mundial. ¿Cómo puedo elevar mi conciencia si no me interesa que en honduras la pobreza llega casi al 82% y destina el 50% de su presupuesto nacional a pagar la deuda eterna? O que Bolivia tiene el índice más alto de mortalidad en el continente y dedica el 50% de sus exportaciones. Esto para hablar de realidades cercanas y no hablar de Africa que es un caso aún peor. Se que muchos están muy lejos de hacer el click que les permita entender ¿cómo estos hechos afectan mi “camino espiritual”? Me parece casi esquizofrénico que los supuestos líderes espirituales se sienten en complice silencio a meditar: “Yo no me contamino con esas cosas materiales”, “esto es impermanente”. Yo tampoco me contamino pero si las comunico, las denuncio. La economía, las multinacionales de alimentos, las universidades, las farmacéuticas, las cadenas de información, son todas de un solo dueño y tienen un solo plan: someternos a todos ¿estás de acuerdo? Yo no puedo sino llevar la atención sobre ciertos temas y promover la reflexión y que resuene donde debe resonar, pero es algo puramente personal, es un acto de madurez evolutiva, de conciencia. Puedo ayudar a ver el primer paso y el primer paso es sencillamente ser consciente de esa realidad, de incluirla en tu campo perceptivo. Empezar a ver todas las conexiones sutiles que condicionan nuestra evolución. ¿En que medida inconscientemente apoyo este sistema? Y ¿en qué medida ayudo a despertar (principalmente con mi ejemplo). Lo único que les puedo decir contundentemente es que la indiferencia es contraria a la conciencia. Recuerdo una frase que leí en un documental sobre el Nacismo en Alemania: “La única manera para que el mal triunfe es que las buenas personas no hagan nada” Por ahora y sin hacer hígado les dejo algunas cifras sobre la deuda en AL. solo para tomar conciencia. "Entre 1982 y 1996, América Latina pagó por servicio (servicio quiere decir solo intereses) de la deuda 739,900 millones de dólares. De hecho el endeudamiento ha proseguido su crecimiento". "Se ha insistido mucho en el “carácter estructural” de la deuda externa latinoamericana, un obstáculo para el desarrollo. El monto total de la deuda de los 22 países latinoamericanos era del orden de los 257 mil millones de dólares en 1980, 513 mil millones en 1993 y 706 mil millones en 1999. (sigan la progresión) Argentina, Brasil y México han sido los países que han experimentado un mayor endeudamiento externo (70% del total de la región); agregadas las deudas de Venezuela, Colombia, Perú y Chile, los siete países representan el 90% del total de la deuda latinoamericana. A mayor potencial económico de los países de la región, mayor su nivel de endeudamiento. Honduras, Nicaragua, Bolivia y Guyana han sido catalogados como países pobres severamente endeudados en América Latina. Brasil es uno de los países más endeudados del mundo (US$112 mil millones), con un servicio de deuda equivalente al 40% de sus exportaciones. Este país tiene, además, uno de los más altos niveles de pobreza (46% del total de la población. Nicaragua es aún uno de los países percápita más endeudados del mundo. Bolivia tiene un índice de mortalidad más alto del continente, paga el 50% del valor de las exportaciones legales en servicio de la deuda y el 40% de su fuerza de trabajo depende de la producción y el comercio de estupefacientes. Honduras, con cerca del 82% de su población en pobreza, tiene una pesada carga del servicio de la deuda a la cual dedica cerca del 40% de su presupuesto nacional. La experiencia más reciente, que ha llamado al interés renovado sobre la situación de deuda de los países en vías de desarrollo, es el acuerdo de Colonia para el desendeudamiento de los países más pobres, más o menos cuarenta, entre ellos Honduras, Nicaragua y Bolivia. Esta iniciativa, promovida por el Gobierno Alemán y apoyada por Gran Bretaña, Francia y Canadá y posteriormente por otros países industrializados, pretende contribuir a la lucha contra la pobreza en los países endeudados, concediendo un espacio de maniobra para la inversión en los sectores prioritarios del desarrollo humano, de una parte la educación, la salud y la infraestructura básica (vivienda, servicios públicos de agua y saneamiento), y de otra las actividades que conducen al buen gobierno y el fortalecimiento de la democracia como la participación ciudadana. Dado que el FMI impone condiciones para que los países incluidos, en la lista de potenciales beneficiarios accedan efectivamente a dichos beneficios: entre ellas la aplicación completa y sin interrupciones de al menos un programa de “ajuste estructural” durante un período de tres años, varios de los países endeudados han señalado que dichas condiciones constituyen más un obstáculo que una solución real a los problemas de su desarrollo económico, social y cultural". (fuente: Oscar Arcos) Tampoco hay que olvidar que muchas de estas deudas fueron contraídas por dictaduras de ultra derecha financiadas por la banca mundial. Lo peor de todo es que con el poder de sus medios de comunicación nos han hecho creer que esto de la deuda es legal y que no hay otro remedio sino pagar hasta el último dolar, yo no pienso así. En la actualidad la ecología se presenta como el tema más apremiante pero es solo la punta del iceberg de una verdadera crisis de valores que empieza por el mal entendimiento de la economía en las relaciones humanas. Esa sensación de no pertenecer a este mundo o que no me interesa, es parte del bloqueo del primer chakra. Este es mi mundo, mi hogar, mi madre y todo lo que le pasa a ella me pasa a mi. Esto es el verdadero comienzo de la evolución de tu conciencia. Que tal si volvemos al padre nuestro original y decimos todos juntos…y perdona nuestras deudas… Que tengan todos un lindo día... (Alonso del Río)
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 15:10:40 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015