paso dándonos a conocer también que al frente teníamos una feroz emboscada perfectamente bien planeada desde meses atrás y ensayada una y mil veces. Segundos después el fuego se generalizó. En los instantes que caía el hombre en punta del Primer Grupo de la Tercera Sección en Punta, el Soldado Víctor Morón Díaz (sin “chalecos antibalas”) terminaba de cruzar el inmenso tronco, y en una acción extraordinaria, poco común, valiente y heroica hasta el sacrificio más allá del deber, se abalanza sobre dos de los guerrilleros trabándose en una lucha cuerpo a cuerpo hasta matar a uno de ellos con su propia arma con la que victimó a su compañero de armas Porfirio Rivera Pacheco y herir a otros dos que se internaron en la espesura de la ceja de selva desesperadamente, uno agarrándose la cadera y cojeando pronunciadamente y el otro caminando de tumbo en tumbo para caer más adelante definitivamente muerto. Pero, el héroe viviente hasta nuestros días, VÍCTOR MORÓN DÍAS, cae también valientemente herido por uno de los proyectiles que le disparaban desde posiciones ventajosas al tratar de sacar de la trocha, arrastrándolo, al compañero de armas que todavía lo creía vivo. Pero, con todo, el compañero HÉROE, así con mayúsculas, ya estaba vengado. La reacción de la Sección en Punta fue instantánea desde el primer instante, concretándose a abandonar la trocha en un segundo para buscar un parapeto natural y contestar con todo el poder de fuego de que disponía. Son indiscutiblemente la improvisación de la operación y el terreno abrupto y hostil los factores que estaban conspirando implacablemente contra la Sección Punta en el “inaccesible Vraem”. Pero no obstante la situación enormemente crítica el comportamiento de los hombres fue ejemplar hasta el sacrificio. Así perdió la vida heroicamente a dos metros delante del que relata esta historia jamás contada, el Soldado GRP Alfonso Conchatupa Morales, de un balazo que le atravesó el casco, el cráneo y la vida en los instantes que abandonaba la trocha hecha exclusivamente para los suicidas. Cuando corrían los minutos que nos parecían siglos cae gravemente herido el Soldado GRP Mauro Palomino Coello, al tratar de cambiarse a una mejor posición porque sencillamente ya no tenía cartuchos qué disparar desde un parapeto crítico en la orilla de la quebrada. En este instante se comunica al Jefe de la Compañía que la
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 05:04:19 +0000
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