30 DE AGOSTO DE 2013 | LEGISLADOR LAMENTA QUE EL BRASIL “SE CURVÓ” POR CUESTIONES IDEOLÓGICAS Bolivia es “dictadura disfrazada”, afirma senador brasileño oficialista El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Ricardo Ferraço, del partido aliado del gobierno de Dilma Rousseff, y que colaboró en la salida del legislador boliviano Roger Pinto hacia Brasil, afirmó ayer que Bolivia vive una “dictadura disfrazada”. El presidente de Bolivia, Evo Morales (i), y de Brasil, Dilma Rousseff. Legislador aliado de la Presidenta brasileña lamentó la connivencia ideológica de Brasilia y La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales (i), y de Brasil, Dilma Rousseff. Legislador aliado de la Presidenta brasileña lamentó la connivencia ideológica de Brasilia y La Paz. / Archivo, ABC Color BRASILIA (EFE).Ferraço pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal de la coalición que apoya a Rousseff, pero explicó que su mayor responsabilidad es con sus representados, y no con el Gobierno. Según dijo Ferraço a corresponsales extranjeros, el presidente boliviano, Evo Morales, es el “mayor responsable” por la forma en que ocurrió la salida de Pinto de la Embajada brasileña en La Paz, en la que estaba acogido desde el 28 de mayo de 2012. Y aseguró que la otra parte de la “responsabilidad” es del Gobierno brasileño, que fue “indiferente” frente al caso. Pese a la concesión de un asilo diplomático en junio de 2012, Pinto no podía viajar a Brasil por falta de un salvoconducto del Gobierno de Bolivia, que se negaba a concederlo, porque tenía denuncias de supuestos actos de corrupción, presentados por el oficialismo. Ferraço dijo que el Gobierno de Bolivia “tiene a la Justicia en sus manos” y que el país vive “una dictadura disfrazada”. De asilo a “prisión” Al no otorgarle el salvoconducto, “Morales no respetó el asilo concedido” a Pinto por Brasil, que a su vez fue “indolente” al dejar que el “asilo se transformase en una prisión”, afirmó Ferraço, quien el pasado sábado se trasladó a la ciudad fronteriza de Corumbá para recibir al senador boliviano. Ferraço contó que el encargado de negocios de Brasil en La Paz, Eduardo Saboia (quien ayudó a Pinto en su huida), le avisó el sábado pasado, cuando el senador estaba camino a Corumbá. El legislador boliviano llegó a esa ciudad fronteriza en un coche oficial de la Embajada, escoltado por soldados brasileños, que, según relató Ferraço, fueron quienes le “entregaron” a Pinto. Intereses “ideológicos” Ferraço lamentó que el gobierno de Dilma Rousseff “se curvó” frente al de Morales por intereses “ideológicos”, y no presionó en favor del salvoconducto para un senador boliviano que había acogido en la Embajada como un “perseguido político”. Ferraço dijo que tanto él como el encargado de negocios en La Paz tuvieron una “actitud de solidaridad humana” con una persona que estaba “presa” en la Embajada, había caído en “depresión” después de más de un año recluido y “empezaba a hablar de suicidarse”. Duras condiciones El legislador Ferraço aseguró que, en la Embajada, Pinto no tenía derecho a visitas, estaba incomunicado y ni siquiera “veía el sol”, aunque admitió que esas condiciones fueron establecidas por Brasil, algo que, según él, ocurrió en “complicidad” con el Gobierno de Bolivia. “El Gobierno brasileño impuso esas restricciones y contribuyó a que el asilo sea una cárcel”, dijo el parlamentario. La “indiferencia” de Brasil y la “intransigencia” del Gobierno boliviano llevaron a que se buscase una “solución heterodoxa” para el caso del senador Pinto, afirmó Ferraço. abc.py/edicion-impresa/internacionales/bolivia-es-dictadura-disfrazada-afirma-senador-brasileno-oficialista-612213.html
Posted on: Sun, 01 Sep 2013 00:34:09 +0000
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