Buena entrevista, nada nuevo, pero siento que alguien mas piensa - TopicsExpress



          

Buena entrevista, nada nuevo, pero siento que alguien mas piensa como Yo… ERNESTO TALVI Ha habido giro a la izquierda en lo social y laboral; queda la política económica El director académico de Ceres dice que la experiencia de este gobierno con mayorías parlamentarias no ha sido positiva, y que una muestra de esto son las leyes declaradas inconstitucionales. FOTO Ha habido giro a la izquierda en lo social y laboral; queda la política económica Foto: Inés Guimaraens. TEMAS entrevista - Ernesto Talvi -situación económica y crisis educativa Juan Pablo Correa Además, advirtió que de volver a ganar el Frente Amplio con mayoría absoluta en el Parlamento, se corre el riesgo de que el gobierno quede cautivo de los grupos ortodoxos que están buscando un giro a la izquierda en la política económica, que sería totalmente inconveniente y desaconsejable. Talvi habló además de la situación en Argentina y Brasil y de la necesidad de que Uruguay cuente con mano de obra altamente calificada a fin de mejorar su nivel de inversión. -¿Por qué insiste en que sería negativo que el Frente Amplio repitiera su mayoría absoluta parlamentaria? -Yo creo que la experiencia con las mayorías parlamentarias no ha sido positiva desde el punto de vista institucional, para la Constitución, la ley y el debido proceso. Hubo seis declaraciones de inconstitucionalidad. La democracia no es solamente gobierno de la mayoría. Tengo la impresión de que si el Frente Amplio obtiene la mayoría parlamentaria, corremos el peligro de que quede cautivo de los grupos ortodoxos y que la política económica pegue un viraje a la izquierda que sería totalmente inconveniente y desaconsejable para el país. Ha habido giro a la izquierda, en lo laboral, en lo social. La moneda de cambio que queda es la política económica que ha sido manejada por el ala socialdemócrata. Si el Frente no tuviera mayoría parlamentaria y tuviera que negociar las principales leyes con los partidos de oposición, le daría un balance de centro a la política económica. El 75%, 80% del electorado no quiere un giro a la izquierda en la política económica. La mitad del Frente, al menos, no lo quiere y nadie en la oposición lo quiere. -Hay muchas predicciones apocalípticas sobre Argentina. Se dice que va al estancamiento con alta inflación. ¿Cómo la ve y cómo puede incidir en Uruguay? -Está teniendo una pérdida de reservas fuerte pero todavía tiene suficiente para atender sus necesidades de los próximos doce meses. Así que podría haber una situación compleja, pero no es necesariamente inminente. Tampoco se puede descartar que con la llegada de Jorge Capitanich a la jefatura de Gabinete pueda haber algunos cambios, aunque sean pequeños en una dirección de mayor racionalidad que podrían al menos contribuir a detener la sangría. De haber una crisis en la Argentina, y de ser una crisis que no está precipitada por ningún acontecimiento externo, si es una crisis hecha en Argentina, entonces lo que la experiencia indica es que eso nos golpea pero no nos tumba. Cuando la hiperinflación del año 89, Argentina tuvo una contracción económica muy severa del orden del 14%, el Uruguay se vio afectado pero no dejó de crecer y no tuvo que devaluar. En otras palabras, nos va a golpear, nos puede restar algún punto de crecimiento. La Argentina es todavía una fuerza importante por el lado comercial, por el lado de los flujos de inversión especialmente inmobiliaria y por el lado de las corrientes turísticas que son el principal rubro de exportación que tiene Uruguay. Podemos tener un golpe que duela pero no que mate. En la política macro, no se necesitan grandes golpes de timón. -Brasil no está ayudando demasiado. -En Brasil se ha enfriado mucho el crecimiento y eso está en la tónica de lo que ha pasado en toda América Latina y de lo que ha pasado en todo el mundo emergente. Lo vemos en China, en toda Asia, en África, en Medio Oriente, en Europa del Este, lo estamos viendo en América Latina y lo estamos viendo en Uruguay. Uruguay creció a 6,5% en 2011. En este año de acuerdo con las encuestas de expectativas vamos a crecer al 3,5%. Es una tasa respetable pero muy inferior a la que veníamos teniendo. Eso se debe al hecho de que el motor de la economía global que había sido hasta el momento China, que crecía a tasas espaciales de 12% o 13%, ahora está creciendo al 7%. Como resultado, las materias primas que la región produce y exporta ya dejaron de subir. Respecto a 2011, la gran mayoría ha tenido caída de precios. Eso explica en parte el enfriamiento. Lo que no ha ocurrido todavía es que tengamos un encarecimiento importante del acceso al crédito y al capital externo que hace años que está a precios de liquidación. Tasas de 3% o 3,5% no están mal. Creo que con condiciones externas no tan favorables como las que tuvimos la década pasada, Uruguay no puede aspirar a mucho más. Porque no ha creado las condiciones en materia de capital humano para poder aspirar a mucho más. -El crédito barato es algo que va a cambiar relativamente pronto… -El dólar se va a apreciar. Estamos más cerca del momento en que la situación se normalice y las tasas de interés comiencen a subir y las afluencias de capital comiencen a enlentecerse. No es lo mismo tener crédito al 3% que tener crédito al 7%. -¿Cree que eso va a obligar a que el país se tome más en serio la disciplina fiscal? -Nos va a obligar a todos a tomarnos en serio la disciplina. En este momento estamos todos gastando por encima de nuestros ingresos. Los consumidores arriba de lo que ganan con deuda, las empresas invierten más allá de lo que generan por utilidades con inyecciones de capital externo o con deuda, y el Estado gasta más de lo que recauda, financiándolo con deuda. Todo eso es porque es muy barato hoy financiarse. -¿Se tendrán que moderar las alzas salariales? ¿Qué le parece la marcha de la ronda del Consejo de Salarios todavía en desarrollo? -Inevitablemente si la economía está creciendo en vez de al 6 al 3,5% o eventualmente al 3%, eso va a depender mucho de las circunstancias externas. Las pautas salariales van a tener que seguir los fundamentos de la economía. Podemos afirmar de acuerdo con nuestros cálculos que entre 2004 y 2011 los salarios crecieron en línea con los fundamentos de la economía. Se pagó lo que efectivamente se podía pagar. La sensación que tenemos es que en 2012 y lo que va de 2013 por primera vez se empiezan a desalinear el crecimiento salarial y los fundamentos de la economía. Los salarios crecen por encima de lo que estaría justificado por el ritmo de crecimiento de la economía. Y el impacto de eso se está viendo en el crecimiento del empleo. El crecimiento del empleo está en 0,3%, a pesar de que la economía está creciendo al 3,5%. Creo que eso tiene mucho que ver con el hecho de que los salarios han estado desajustados con el nuevo ritmo de crecimiento. -También es cierto que había y hay muchas demandas sociales insatisfechas, que gran parte de la población que trabaja gana poco y que eso puede afectar la moderación a la hora de negociar salarios. -El Uruguay no es un país rico, es un país de clase media a nivel internacional. Además Uruguay tiene una distribución muy desigual del ingreso. Hay una franja importante de la población con salarios muy bajos. Esa desigualdad se explica por la brutal desigualdad que hay en la cantidad de años de educación y la calidad de la educación que tienen estos distintos grupos de ingresos. Los grupos de ingresos altos tienen un porcentaje enorme de personas, más de 70%, con Secundaria completa, buena parte tiene enseñanza terciaria. En los grupos de más bajos ingresos solamente el 9% tiene Secundaria completa. Les queda el sector informal, con salarios bajos, sin protección social. En la medida en que tengamos esa desigualdad sectorial y la educación sea el predictor más importante de los ingresos, entonces no vamos a poder aspirar a tener un ingreso más elevado como nación. El desarrollo implica la sofisticación creciente del paquete exportador. El requisito para eso es tener un alto nivel educativo, bien distribuido entre la ciudadanía. -¿Hay que fortalecer la enseñanza estatal? ¿O se debe procurar que más jóvenes vayan a centros privados como el Jubilar? -Hay que fortalecer la enseñanza estatal. Y a veces la forma de fortalecerla es permitiendo que iniciativas que nacen en el ámbito de la sociedad civil muestren el camino, pero nunca va a ser la solución general. Es utópico. El 80% de los chicos uruguayos son atendidos por la enseñanza pública. Entonces la gran apuesta es mejorar la enseñanza pública. -Si se dieran estas condiciones, ¿en qué lapso podría alcanzar Uruguay el desarrollo? -Cuarenta años. Uruguay tiene todo para poder aspirar a eso. Requiere de decisiones políticas complejas que son sinónimo de liderazgo. Las decisiones políticas que rompen el statu quo requieren de un liderazgo muy firme y muy convencido de que esto es una batalla ética que el país tiene que dar para que todos nuestros ciudadanos tengan una oportunidad en la vida. No a todos les va a terminar yendo bien, porque la suerte luego se distribuye de acuerdo al esfuerzo y a la fortuna personal que uno tenga, porque hay gente que pone todo de sí y tiene mala suerte. Más mercados, mano de obra altamente calificada y previsibilidad institucional -Mientras se procesa la transformación educativa necesaria, que va a ser necesariamente a largo plazo, ¿pueden ayudar los acuerdos comerciales? -Tener acceso preferencial a los principales mercados del mundo nos ayudaría. Nos va a permitir colocar la producción que ya tenemos en mejores condiciones y ser receptores de inversiones que usan a Uruguay como plataforma para exportar a los lugares a los que conseguimos acceso. Pero si la calidad educativa no mejora y de hecho en los últimos diez años no ha mejorado nada -más bien ha empeorado-, entonces el tipo de inversión que vamos a traer al país no va a ser el tipo de inversión que a mí me gusta llamar la inversión inteligente. Que viene en busca del alto capital de conocimiento que tienen nuestros ciudadanos, a instalar operaciones que impliquen la producción de productos sofisticados. Será una inversión que esencialmente va a hacer lo que el país ya hace, mucha inversión en recursos naturales que para producir no requiere una mano de obra altamente calificada. La calificación de nuestros trabajadores es muy importante a la hora de ver qué tipo de inversión vamos a atraer. Tener acceso a los principales mercados, una mano de obra altamente educada y previsibilidad institucional son los tres elementos esenciales que nos permitirían meternos en el mundo desarrollado. Tenemos una democracia que funciona bien. Aquí no hay lugar para advenedizos ni hay lugar para locuras. Educación de calidad o la cosa no camina -¿Cuánto llevaría una mejora sustancial del sistema educativo uruguayo? -Yo creo que podría llevar toda una generación. La infraestructura es un tremendo cuello de botella. En infraestructura vial tenemos un atraso monumental. Pero ese es un tema puramente de recursos. Si funcionara de manera adecuada el sistema de participación público-privada se podría lograr. La infraestructura se arregla con recursos porque una vez que uno tiene la plata, no hay cómo errarle a una carretera. Uno la hace y ahí está. Pero en educación no es solo cuestión de plata, es una cuestión de gestión. Los programas asistenciales tienen que darle a los chicos herramientas para poder salir del círculo vicioso de la pobreza y la exclusión. No solamente hay que obligar a los padres a que manden los niños a la escuela. Los centros de enseñanza deben funcionar e impartir educación de calidad, si no la cosa no camina.
Posted on: Tue, 03 Dec 2013 11:43:09 +0000

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