Holaa chicos como estan?? saludos, que pepes que hacen, no quiero - TopicsExpress



          

Holaa chicos como estan?? saludos, que pepes que hacen, no quiero que con naiden haha :okayno: hahaha lol ando feliz, no se porque!! Bueno aqui les dejo esta creepy, no sean weones comenten y den like nadie vio mi video a nadie le gusto creo, bueno seguire subiendo videos espero que los vallan conociendo yo los hago :p aqui les dejo esta creepy disfrutenla!! by:Spectro El miraba la lluvia que caía en la tranquilidad de su habitación, tan solitario y tan reservado de toda la contaminación del exterior disfrutaba ver ese fenómeno, deseaba salir, estar bajo ella pero nunca había podido. Es tímido, quizás un poco cobarde, desde que perdió a sus padres en aquel accidente es probablemente muchísimo más cobarde, después de todo era joven y estaba solo. Tal soledad lo estaba llevando a un camino desconocido, un camino temeroso, con la única esperanza de volverse a reunir con ellos, había comenzado a coquetear con el camino de la locura, un lugar que bien se sabe no tiene regreso. Buscaba incesantemente lograr volver a tenerlos que no le importó el precio, comenzó a investigar sobre temas un poco turbios, no cualquiera lo aria, debía amar mucho a sus padres o tal vez, tenerle mucho miedo a la soledad. Buscaba día y noche en sitios extraños de internet siguiendo cada uno de los pasos, sin efecto alguno. Comenzó a encargar libros, libros que este no podía pagar. Boleta tras boleta de cuenta llegaba, mes a mes la casa se desmejoraba, demasiado rápido. Hasta que un rayo de esperanza lo ilumino, encontró una manera, y su alma vibro no solo de felicidad sino de temor y ansias, ansioso esperaba a que aquella soledad que se carcomía su interior desapareciera, una manera tan mórbida y poco pensada que aterraría a cualquier persona normal. El parecía calmado, decidido sin pensar en las consecuencias del acto, sin pensar en nada más que en terminar con su suplicio. Cerro las cortinas, se cercioro de que toda la luz de la casa se mitigara, bajo al sótano cargando sus libros extraños se sentó en aquel húmedo y mohoso lugar, eligió uno de esos libros extraños, dibujo un circulo y una estrella con sal unas velas en las esquinas, hasta que comenzó a recitar algo extraño. -Te he llamado para pactar contigo y a fin de que me regreses a mis padres cuanto antes- Su voz resonó en toda la habitación, tan áspera y seca, podía notarse que sus palabras se quebrarían en cualquier momento, sin embargo hablaba con seguridad y casi sin miedo. Lo dijo una segunda vez, un poco menos confiado -Te he llamado para pactar contigo y a fin de que me regreses a mis padres C…- el silencio invadió la habitación, y la oscuridad parecía más profunda. Intento gritar pero no pudo, la desesperación lo consumía, al igual que las ansias. -¿Por qué vuelves a atormentarme? Mocoso que cosas tan banales pides- sintió como si hablasen en su oído. La necesidad de gritar se volvía mayor, de la desesperación se arrojó al suelo tironeándose el cabello, horrorizado. -¿le temes a la soledad? ¿le temes a la oscuridad? ¿le temes a la locura?- se escuchó un siseo retumbante en la habitación -Vete por favor- grito arrancándose el cabello -Me llamaste ahora debo quedarme – se escucho un grito de muchas voces juntas -¿Quién eres?– grito desesperado -Soy tus miedos – responde una voz casi incomprensible Comenzó a llorar arrancándose el cabello, arañándose la cara -¡Soy la locura que habita en ti!– un grito holgado de mujer retumbo en sus oídos. Tomo su mano y la hizo hacia adentro tan fuerte que sintió estática y un vació a lo largo de su cuerpo, seguido de un profundo dolor que lo hizo desmayarse.. Sintió un frio recorrer su espalda y adolorido se despertó, apenas pudo abrir sus ojos, todo seguía oscuro, pero sintió un canturreo tan conocido como tranquilizante. Una dulce voz tarareaba una canción un poco extraña, pero sonaba tan hermosa ante sus oídos, que se sentía hipnotizado por ella. Postrado en aquella cama entro en un estado de completa melancolía y nostalgia. Una figura opaca estaba sentada canturreando en frente de este, sentada en la cama. -¡Mama!- grito abrazándola entre lágrimas, el dolor recorría su cuerpo pero aun así hizo el esfuerzo. Sintió los brazos de “esta” abrazándolo, y un aroma penetraba sus orificios nasales. Un aroma que solamente podría asociarse a algo que él decidió ignorar. Entre aquel profundo sentimiento de nostalgia, postrado al lado de su madre, lenta y llanamente sonaban unos paso desmesurados, atemorizantes, ¡se abrió una puerta!, ¡sonó una voz!, aquella vos tan grave y gruesa parecida a la de su padre, pero de ella se emanaba horror, sufrimiento y mucha maldad… Su padre irrumpió en la habitación con una macabra sonrisa, el ignoro ese hecho tan significativo. Los días continuaron con normalidad, el aroma a podredumbre y azufre se sentía por doquier pero él había decidido a olvidarlo, su felicidad había regresado, y jamás volvería a sentirse solo, su corazón se sentía lleno, se sentía en el máximo estado de plenitud. Esa mañana se despertó, busco a sus tan amados padres, su “madre” preparaba el desayuno y su padre no se encontraba en la planta superior de la casa, durante el día él se ponía a “trabajar” en aquel sótano tan oscuro. Pensó en bajar pero una imagen redundante cruzo por su cabeza, su padre antes de bajar había gritado. Con una voz rasposa y sin forma, que la persona que entrase allí sin su permiso, estaría sola en la oscuridad siendo torturado, no entendía por qué su padre había tomado tal medida, pero la respetaba con temor. Se sentó en la mesa a probar aquel desayuno que tenía un aroma llamativo, lo comió tratando de disfrutarlo, cuando le dio la primera mordía sintió un corte en su boca y como esta se llenaba de baba, con un extraño sabor… ¿Que era? , trago un poco y sintió otro corte en su garganta, y con dolor escupió un pedazo de vidrio, cubierto de sangre… -S…-¡Sangre!- dijo entre sollozos y gemidos de dolor Su madre lo miro asustada y lo tranquilizo, -Perdón hijo- susurro entre sollozos -¡mama!, ¡llévame al hospital! –grito -no puedo salir de aquí- susurro -deja de quejarte –susurro su padre apareciendo detrás de ellos -solo es sangre –dijo sin darle más redundancia al asunto. Los días pasaron, y cosas como estas se hacían habituales, ese día se sentía completamente mal, su padre le llamo. Apenas podía pararse, sus piernas cansadas y adoloridas, su cuerpo presa de la desnutrición, el cansancio el dolor no podía caminar, su padre gritaba desde abajo. Arrastrándose en el suelo hasta las escaleras, con sufrimiento llego, el dilema era bajar simplemente suspiro, y se arrojó de esta. Sus huesos crujían por cada escalón con el que el golpeaba y sus quejidos de dolor eran horrorosos. Llego a su padre, dispuesto a escuchar y lo obedecerlo, sentía que cada palabra penetraba desde sus oídos hasta lo más profundo de su alma pero aun así no entendía lo que este le decía, el golpe había sido contundente y así terminándolo de destrozar psicológicamente. Se escucho un enorme estruendo en la puerta y un grito fuerte, arcadas y mucha luz. Mucha gente hablando a su alrededor… No entendía nada de lo que pasaba, tirado en el suelo vio entrar gente a la casa. Un par de zapatos negros se pararon en frente de el. Solamente el escucho a su madre gritar y ante la mirada extrañada corrió hasta la cocina con desesperación, se tiro al suelo, la imagen que encontraron los agentes fue asquerosa, y espeluznante. ¡Una mujer!, su madre, yacía descompuesta en el suelo, amarillenta y sin ojos en sus cuencas, siendo abrazada por el joven, que le gritaba que responda y un cuerpo más, clavado sobre la mesa de la cocina, el cuerpo de su padre. El joven se tomo los brazos y comenzó a arañarse solo, los policías lo intentaron parar mientras deliraba y gritaba cosas incoherentes. Lo alzaron y lo llevaron a una ambulancia, sus brazos sangraban y no dejaba de hacerse daño al mismo tiempo seguía murmurando incoherencias cuando susurro -¡por favor! no me dejen solo, él está esperando a que yo vuelva – grito Los enfermeros desconcertados trataban de no mirarlo, cuando una figura oscura apareció en medio de la calle. La ambulancia impacto con ella. El auto quedo destrozado, el cuerpo de los dos enfermeros, repartido en partes por medio de la calle. De aquel joven, no se supo más, solamente se encontró en la casa de este, una foto. De él y los dos cuerpos cercenados. Sonriendo.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 02:04:05 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015