LA LARGA MARCHA DEL FRENTE AMPLIO - Por Javier Torres Luego de - TopicsExpress



          

LA LARGA MARCHA DEL FRENTE AMPLIO - Por Javier Torres Luego de marchas y contramarchas, diversos proyectos políticos de la izquierda peruana han decidido unificarse para intentar recuperar el espacio perdido, desde hace más de dos décadas. La frustrada participación de un sector de la izquierda en el gobierno de Ollanta Humala, así como el trauma de haber superado por muy poco la revocatoria a Susana Villarán, parecen haber actuado como razones contundentes para que la tan añorada unidad se produzca. En predios de la derecha, llama la atención la unidad de actores tan distintos como Salomón Lerner y Gregorio Santos, o Marco Arana y Gustavo Guerra García. Es cierto que si tuvieran la fortuna de acceder al gobierno nacional, sus diferentes visiones del mundo, sus criterios sobre la libertad de prensa y el rol de la minería en el país –por mencionar solo algunos temas– harían crujir el movimiento. No obstante, es claro que estos personajes están más cerca entre ellos, que del fujimorismo, el aprismo o la derecha liberal. El camino de las izquierdas hacia el gobierno es bastante más largo que el que deben recorrer otros partidos y fuerzas, simple y llanamente porque la izquierda peruana carece de liderazgos carismáticos, en los que tanto electores como electoras se puedan sentir representados. Claro que este argumento puede ser fácilmente rebatido, si se tiene en cuenta el escaso carisma de Alejandro Toledo o de Ollanta Humala; sin embargo, ambos pudieron suplir su falta de liderazgo con gestos clave: la renuncia a ir a segunda vuelta en las elecciones del 2000, en el caso de Toledo; el levantamiento de Locumba ese mismo año, en el caso del actual presidente. Ninguno de los actuales líderes de la izquierda peruana ha tenido gestos semejantes, que los conecten con la gente. Si uno pregunta a los jóvenes de izquierda, lo más probable es que simpaticen más con el legendario Hugo Blanco, cuya vida está llena de gestos épicos, que con los líderes en edad de competir por la Presidencia, cuyo perfil es más burocrático o tecnocrático. Resulta un tanto excesivo, decretar que la convergencia de las izquierdas en el Frente Amplio está condenada desde su nacimiento. El fracaso de la izquierda dependerá exclusivamente de su incapacidad para navegar entre las presiones del cortísimo plazo y la construcción de un proyecto político de largo aliento. Un proyecto en el que se vaya decantando alternativas concretas al conjunto del problemas del país, que van mucho más allá del avance de las industrias extractivas en zonas rurales donde la izquierda ha concentrado sus esfuerzos políticos en los últimos años, olvidando que en las ciudades del país, los pobres y la nueva clase media son actores claves. Luego de veinte años, actuando de furgón de cola de proyectos políticos de distinta naturaleza, la izquierda peruana tiene que tener la paciencia y la creatividad suficiente para recuperar el tiempo y sobre todo el espacio perdido, para lograrlo tiene que ofrecer un mensaje que conecte con la gente, y tendrá que despojarse de formas, modos y lenguajes que la hacen ver como un anacronismo. Si lo consigue, podrá tener una buena performance en los próximos procesos electorales del 2014 y 2016, y estará más cerca de ser gobierno, y no un convidado de piedra del que es fácil deshacerse. youtube/watch?v=nwABibXXxwQ
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 18:55:22 +0000

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