Me acuesto para levantarme al alba y me percato que no tengo minutos en el celular. 06:30 de la mañana y la alarma suena. Ducha y desayuno en diez minutos. Sigo sin minutos en el celular. Siete de la mañana y la 425 pasa casi vacía. Un logro en el día. 07:30 y empiezan los problemas (desafíos como le decía un jefe que tuve). Micro que “alimenta” al troncal, troncal que no pasa, metro detenido y yo…no tengo minutos en el celular. Llego a la entrevista de pega, me mando un comentario delante del jefe y ya sé que no pasaré el examen psicológico. Chequeo el celular …no hay minutos. Paso a buscar un bono de Fonasa, me como un completo al paso, cambio una camisa que me quedó chica, me lustran los zapatos en el Paseo Estado…y mi puto celular indica: 0 minutos. Cómo lo hago para llamarla, para saber de ella, para regalonear virtualmente por un auricular de marca finlandesa pero hecho en Taiwán. NO TENGO MINUTOS!!! Que llame ella, que llame ella, que llame ella…el poder de la oración!!! Pasé la mañana y la tarde, sin minutos. Llego a casa y robo minutos para hablar con mi "flecha poderosa". Me comprende, me apoya y, medio sentida por mi falta de minutos, me ofrece todas las horas de ternura que el maldito teléfono no tuvo para mí. Creo que desde hace un buen rato, ella es mi plan, mi conexión y mi red…
Posted on: Wed, 02 Oct 2013 02:49:33 +0000
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