“No hay un gramo de antiimperialismo en el régimen de Al-Assad. - TopicsExpress



          

“No hay un gramo de antiimperialismo en el régimen de Al-Assad. No hay nada progresista en él que pudiera de alguna manera justificar el que los socialistas le otorguen al régimen, incluso el más crítico de los "apoyos críticos". Con el fin de no confundir la revolución y la contrarrevolución, un análisis profundo de lo que el régimen ha sido en el pasado y de en qué se ha convertido con el paso de los años es esencial. (…) Hay elementos fundamentalistas muy dudosos y reaccionarios que han entrado en el movimiento revolucionario, tratando de desviarlo por un camino diferente, proporcionándole al régimen precisamente lo que necesitaba, el espantapájaros "fundamentalista" con el que aterrorizar a la pequeña burguesía urbana. La idea que el régimen ha difundido entre estas capas es que la oposición está solo compuesta por "terroristas" que quieren arrastrar a la sociedad siria hacia atrás y no hacia adelante, que se compone de elementos que podrían destruir la naturaleza laica y "moderna" de la sociedad siria, en una palabra que significa la barbarie. Esto sin duda ha tenido un efecto neutralizante en al menos algunas capas de la población, que se aferran al régimen, no porque apoyen al régimen de Al-Assad, sino por temor a que algo peor podría ponerse en su lugar. (…) Cuando un marxista plantea la necesidad de una transformación socialista de Siria como la única salida, inevitablemente, se enfrentará a un aluvión de protestas: "pero Siria era socialista y no funcionó". Los marxistas genuinos, es decir, los seguidores no sólo de las ideas de Marx, Engels y Lenin, sino también de las de Trotsky, pueden explicar por qué la Unión Soviética se derrumbó. Está todo en el clásico de Trotsky, La revolución traicionada (¡escrito en 1936!), donde explica cómo la Unión Soviética degeneró en la dictadura estalinista que representaba los intereses de la burocracia y no de los obreros y campesinos. Hubo factores materiales concretos que llevaron a ese proceso de degeneración y que produjeron un fenómeno como el de Stalin. Lenin nunca contempló la posibilidad del "socialismo en un solo país". Comprendió la necesidad de la revolución internacional, de lo contrario el país, incluso podría haber vuelto a capitalismo. Es por eso por lo que dedicó mucha energía a la construcción de la Internacional Comunista. La teoría del socialismo en un solo país, sin embargo, se convirtió en la escuela de pensamiento dominante en la Unión Soviética después de la muerte de Lenin, donde la burocracia se había elevado por encima de la clase obrera y había desarrollado intereses materiales propios. Esta idea se impuso entonces sobre todo el movimiento comunista internacional, lo que a su vez preparó unas terribles derrotas en una revolución tras otra, aislando aún más a la Unión Soviética, cosa que a su vez fortaleció aún más el control de la burocracia en el poder. No es el propósito de este artículo dar una explicación detallada de por qué y cómo la revolución de Octubre en Rusia acabó de la forma en que lo hizo. Para una explicación detallada remitimos a nuestros lectores al libro de Trotsky La revolución traicionada y al de Ted Grant Rusia: de la revolución a la contrarrevolución. Sin embargo, es importante destacar que una evaluación marxista correcta de lo que pasó en la Unión Soviética, de lo que fue y en lo que se convirtió, es esencial si se quiere entender lo que el régimen de Al-Assad era y los diversos cambios y transformaciones que ha sufrido a lo largo de los años. Sin esta comprensión uno puede llegar a cometer algunos errores muy elementales, como algunos en la izquierda, en particular los de procedencia estalinista o ex-estalinista, han cometido en los últimos tiempos. El hecho de que partidos que dicen ser comunistas han seguido apoyando el régimen de Al-Assad ha ocasionado un daño grave a la causa de la revolución siria. (…) La idea de que Al-Assad es antiimperialista no se corresponde con la realidad y sólo puede sostenerse si uno sufre de una especie de amnesia histórica selectiva e ignora lo que el régimen hizo en muchas ocasiones para colaborar con el imperialismo. En 1976, Hafez Al-Assad invadió los campos de refugiados en el Líbano para acabar con la resistencia palestina, coordinando sus operaciones con Israel, y con el pleno respaldo del imperialismo estadounidense. A Siria, de hecho, se le había llamado a intervenir desde Occidente (incluyendo a Henry Kissinger) para evitar la derrota de las milicias de derecha cristianas maronitas en la guerra civil que había comenzado en 1975 entre laicos progresistas, milicias musulmanas y la OLP. Más tarde, en 1990-91 el régimen colaboró en el ataque de EE.UU. contra Irak; en 2003, el régimen no movió un dedo para defender a Irak contra el ataque imperialista. Se retiró del Líbano bajo presión de EE.UU. Estos son los hechos acerca del supuesto antiimperialismo de Al-Assad.”
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 16:46:59 +0000

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