Putin y el asilo a Snowden DARÍO VALCÁRCEL Casi nadie sabe hoy - TopicsExpress



          

Putin y el asilo a Snowden DARÍO VALCÁRCEL Casi nadie sabe hoy lo bastante. Pero pronto habrá datos nuevos. Con un sólo ojo tapado podremos ver algo más EL 1 de agosto se reabría el caso Snowden: volvía al debate la creciente velocidad de Estados Unidos en su avance por el espacio digital. Para repetir las palabras de Kissinger hace 40 años, en este campo América va en cabeza, después nadie, después nadie luego Alemania, Japón, Suecia, sólo después China. El primer día de agosto, Rusia concedía asilo por un año a Edward J. Snowden. Pocas horas después de que se diera la orden de busca y captura, Snowden salía a toda mecha de Hong Kong. Pero Estados Unidos tiene amigos en todas partes y quizá algunos hubieran dificultado la salida la República Popular de este ciudadano americano. Creador, clasificador, desclasificador y detector de códigos digitales, Snowden colaboraba con la Agencia Nacional de Seguridad, NSA, creada en Washington tras los atentados de las Torres Gemelas. Conocía capítulos enteros de los sistemas de vigilancia electrónica gracias a los cuales la administración americana extraía lo que necesitara de Internet. Después de servir a la NSA, Snowden tomó otro camino: denunció y filtró millares de correos. La NSA se acogió a un viejo argumento: es un traidor que pone en peligro la seguridad nacional. Lo demás es conocido, aunque no todo. Merkel se indignó: nunca hubiera esperado que en el siglo XXI nos trataran como a los peores enemigos. Probablemente la seguridad de América no sea el primer problema. La NSA ha espiado las cifras de Volkswagen o Siemens, lo cual no es inútil para dañar a la competencia cuando se avecinan negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, basadas en la lealtad mutua, no en la deslealtad. Hoy no sabemos si Snowden es héroe o villano. Pero es notable la astucia con que ha sabido jugar sus cartas. Vladimir Putin, presidente de Rusia, repite la versión oficial: han sido los organismos de inmigración rusos los que han concedido el asilo. Nunca entenderemos cómo el Kremlin mantiene a rajatabla, desde hace casi un siglo, la norma de aferrarse a interpretaciones increíbles. La Casa Blanca cree que Snowden no es un filtrador sino un responsable del delito grave de revelar información clasificada. Pero aquí entran en juego salvedades que pueden dar la vuelta al argumento. El portavoz del presidente Obama recuerda cómo Rusia ha cooperado siempre que una acusación fundada en el derecho internacional aparecía en escena. La decisión de Rusia, dice el portavoz, mina esa historia de respeto al derecho. Pero esta es una batalla dialéctica en la que los argumentos jurídicos pueden perder terreno cuando las respuestas políticas lo ganen. Por qué habrá jugado Putin esa carta no es fácil de saber. Quizá por razones de orden interno. Ivan I. Melnikov, parlamentario de relieve y opositor aspirante a la Alcaldía de Moscú, sale en defensa de Snowden, «un ejemplo para muchos patriotas rusos». Un hombre de estado se distingue por su capacidad para hacer frente a lo imprevisible. Al entregar esta columna, ayer miércoles a las 16 horas, Obama cancelaba su visita a Putin prevista para el 4 de septiembre en Moscú. Sin embargo, asistirá a la Cumbre del G-20 en San Petersburgo. Efectivamente, era improbable que la reunión tuviera lugar después de la ofensa que Rusia acaba de inferir a Estados Unidos. Casi nadie sabe hoy lo bastante, por eso los pronunciamientos resultan vanos. Pero muy pronto podrán aparecer hechos nuevos, veraces. Entonces, con un solo ojo tapado, valoraremos mejor la pequeña fracción de realidad que se nos permita ver.
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 05:07:59 +0000

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