ayer me acordé de ciertas cosas, y de ser semilla, semillita amarilla, de color, magnetica, y del flash Le pedía por favor, una vez más, al viento que no se lleve sus cosechas, las cuales, hacía tanto tiempo llevaba mejorando. Aún así, el frío y la lluvia comenzaba a apañar a la ciudad en los tiempos de mayo, lo que daba la impresión del final. El viento estrangulaba su hermoso cuello, y ella ahora vivía el miedo de que se le caigan todos sus pétalos. En fin, la cuestión fue que Carla tuvo su última despedida conmigo, como cada Mayo, ella se iba para volver en septiembre con sus primeros destellos. Yo, teniendo una mente tan racional, ya lo sabía, pero aún así, esperaba que su presencia llegue en cualquier momento. Bebía por horas mirando por la ventana a la pequeña, que todavía no había recobrado su alma. Pero es así, nunca me gustó acompañarla hasta el último adiós, por eso la ventana. Viendo los que llegan y los que se van. Siempre me dio rabia la doble vida que llevaba, pero lamentablemente yo no podía hacer nada. No le podía pedir nada. Era tan bella, llena de vida.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 02:04:11 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015