DIOS HACE VIVIR LO QUE ESTABA MUERTO EVANGELIO DE HOY "Cuando se - TopicsExpress



          

DIOS HACE VIVIR LO QUE ESTABA MUERTO EVANGELIO DE HOY "Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores." Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!" El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre". (Lc. 7, 11-17). Hay varias connotaciones importantes en este Evangelio, San Lucas se preocupa de resaltarlas porque son claves para comprender el trasfondo del mensaje: Una madre viuda, su hijo único que ha muerto y la compasión de Jesús con sus palabras tan cercanas y humanas "no llores". En el contexto del pueblo de Israel el huérfano y la viuda eran tenidos como desafortunados, eran los miembros más vulnerables del pueblo. Imaginemos la situación de esta mujer, ya había perdido a su esposo que era como "el protector" de la familia y su hijo único acaba de morir, aquel que significaba toda su esperanza, su ilusión, su compañía, su único apoyo; es como si su alma se hubiera muerto con él. Ahora pensemos en otro momento similar: Jesús está en la cruz, el Hijo Único de María también viuda; si de la madre anterior pudimos expresar la pena y el desgarro, de María no se podría; ella será testigo de la Resurrección de su Hijo pero no se le evita verlo padecer atrozmente sin poder darle más consuelo que la certeza de su amor expresada en su compañía al pie de la cruz... ¡Claro! después de su muerte también para ambos será el consuelo de la salvación de los hombres. ¿Cómo creer que a Dios no le duele ver al hombre sufriendo? ¿Acaso no sabe Él en carne propia lo que es el dolor extremo? Jesús le devuelve a la viuda de Naím toda su ilusión y su esperanza: "No llores", le resucita a su hijo; a su Madre en cambio, le permite unir sus lágrimas a la obra redentora y para no dejarla desprotegida la entrega al cuidado de Juan quien desde aquel momento la llevó a su casa. Deja de pensar que en tu sufrimiento estás solo, quizás Cristo ya te dijo hace tiempo: "¡A ti te lo digo, levántate!, por ti he dado mi Vida, ya no llores más, Yo Soy la Resurrección, ¡VIVE!". Sí, Dios hace vivir lo que estaba muerto.
Posted on: Mon, 10 Jun 2013 00:20:18 +0000

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